PRÓLOGO
Espejo,
espejito en la pared...
¿Quién
es la más bella?
(Blancanieves
y los siete enanitos)
-...y
si no te portas bien ahora mismo -añadió-,
Te
voy a meter en la Casa del Espejo.
¿Te
gustaría eso?
(Alicia
a través del Espejo)
La
capitán Esther La Rouge entró en su apartamento en Los Ángeles, la
Tierra; dejó la bolsa que llevaba en el suelo y se dejó caer en el
sofá con un suspiro de alivio. Tras dos semanas de informes y mas
informes al Estado Mayor de la Flota por fin podría descansar unos
días. Si bien necesitaba y deseaba ese descanso, también añoraba
encontrarse en el puente de su nave, navegando entre las estrellas.
Había nacido para eso, no podía imaginarse otra forma de vida.
Pero
hasta que la nave no hubiese pasado por una completa revisión y su
tripulación volviese de sus vacaciones, tendría que quedarse en
tierra, así que más valía que disfrutara de ello. Había quedado
con su hermano, Pierre, para pasar unos días con él en su casa, en
la Riviera francesa.
Mientras
preparaba el equipaje pensó en su tripulación, ahora dispersa por
todo el cuadrante, disfrutando de sus vacaciones.
T'Brell
y Grant estaban en Vulcano, donde ella esperaba dar a luz. Bashir y
Dax se encontraban en la Tierra, de gira por Italia, Norn y Mina se
quedaron en Bajor cuando regresaron al cuadrante Alfa por el agujero
de gusano.
En
cuanto a Glem, al llegar a la Tierra le ascendieron a capitán y le
dieron su propia nave, la Crazy Horse C, y se había llevado con él
a la exobióloga del JTK, Niara Nangó. La Rouge se alegraba mucho
por él, pero también lamentaba perder el contacto diario con el
andoriano con quien había entablado una buena amistad. Pero si la
flota le concedía su petición, tendría un nuevo comandante de su
confianza y al que también consideraba un amigo.
Capítulo
1
Cuando
Adam Grant y T'Brell se materializaron en la sala de transporte la
capitán La Rouge estaba esperándoles.
-Permiso
para subir a bordo- dijo Grant.
-Concedido.
-No
esperaba que viniera a recibirnos capitán.
-Tenía
que darle la bienvenida a nuestro nuevo tripulante. ¿Puedo? Dijo
tendiendo los brazos hacia T'Brell que sostenía a su bebé.
-Claro-dijo
ella entregándole su hija a La Rouge.
-Es
preciosa. -Dijo la capitán mientras mecía al bebé.- Así que al
final han decidido llamarla Alicia.
-Mi
abuela materna se llamaba así. A ambos nos pareció un buen nombre-
respondió Grant.
-Si
no les importa, me gustaría acompañar a Alicia hasta su habitación.
-Naturalmente.-
respondió T'Brell.- Por cierto, recibimos su regalo capitán, no
debió molestarse.
-No
es molestia-dijo La Rouge mientras abandonaban la sala de
transportes.
-------------------
-Teniente-comandante
Laurence Norn presentándose al servicio, capitán.
-Adelante
Sr. Norn. ¿Han disfrutado usted y su esposa de sus vacaciones?
-Mucho.
Bajor es un mundo precioso.
-Bien.
Le he hecho venir para que me eche una mano para escoger un nuevo
timonel. El capitán Glem no solo se ha llevado a nuestra exobióloga,
también se ha hecho con el Sr. Flores. Aquí tiene a los candidatos.
-Glem
capitán, espero que le vaya bien. ¿Sabemos ya quién será el nuevo
comandante del JTK?
-Estamos
en ello- respondió La Rouge mientras Norn echaba un vistazo a los
expedientes.
-Si
la decisión fuera mía, escogería a este.- dijo él entregando uno
de los expedientes a La Rouge.
La
capitán alzó las cejas al ver la elección de Norn.
-¿Está
seguro?
-Tiene
un expediente brillante. Además, le conocí durante la guerra con el
Dominio. Hacia el final de la guerra visitó DS7, formaba parte de un
grupo de cadetes destinados a la estación como grupo de apoyo en
acciones no bélicas. Es un piloto excelente, créame. Dele a ese
chico una escoba y un motor warp y la llevara al punto de la galaxia
que usted elija.
-Gracias
señor Norn. Lo pensaré.
----------------
Dax
y Bashir se materializaron en la sala de transporte, Norn estaba
esperándoles.
-Bienvenidos.
Doc, Dax, espero que hayáis pasado unas buenas vacaciones.
-Estupendas,
gracias. Espero que no seamos los últimos en incorporarnos al
servicio.
-Tranquilo
Julián aún falta gente. Por cierto, aquí tienes lo que me pediste.
Norn
entregó una varilla de memoria holográfica al doctor.
-Estupendo.
-Instalaos
tranquilamente. Aún tardaremos varios días en salir.
Ahora
debo dejaros, tengo un par de asuntos pendientes.
Norn
se perdió pasillo abajo mientras Ezri arrebató de las manos de su
marido la memoria holográfica.
-No
se tratará de otra de tus historias de espías.
-No,
es algo distinto. Me he dado cuenta de que empiezas a estar harta de
las Termópilas. Este será nuestro nuevo programa.
-Otra
batalla perdida de antemano, supongo.
-La
batalla de Alesia.
-¿Alesia?
-Vercingetorix
y sus guerreros galos defendiendo la fortaleza de Alesia frente a las
legiones romanas de Julio Cesar.
-Y
naturalmente tú te has reservado el papel de Vertin...Vecin...
-Vercingetorix.
Y te equivocas, esta vez el papel de líder de la resistencia será
para ti.
-Que
considerado por tu parte.
-Lo
se. Eres una mujer afortunada, tienes el mejor marido de la galaxia.
----------------
-Subteniente
Ren presentándose al servicio.
La
Rouge observó detenidamente al joven ferengui antes de responder.
Era uno de esos jóvenes de su planeta que, siguiendo el ejemplo de
su compatriota Nog, habían decidido ingresar en la academia de la
flota. Al parecer, muchas cosas estaban cambiando en Ferenguinar.
-Adelante subteniente, siéntese-dijo señalando un asiento al joven
ferengui. -¿Le apetece un té, un café?
-No,
gracias capitán.
-He
leído su expediente. Debo confesar que cuando el Sr. Norn le
recomendó para el puesto tenía mis dudas, pero después de leer su
historial creo que en verdad es el más cualificado.
-¿Norn
me recomendó?
-Parece
que su forma de pilotar le dejó impresionado.
-No
creí que me recordara, coincidimos durante poco tiempo.
-”Ninguna
buena acción queda impune.”
-Regla
de adquisición nº 285. Aunque no creo que el Gran Nagus Gint
quisiera darle el sentido que usted acaba de darle. ¿Conoce las
reglas de adquisición?
-Algunas
de ellas. No le entretengo mas señor Ren. Familiarícese con la
nave. Puede retirarse. Bienvenido al JTK.
-Gracias
capitán.
--------------
Cuando
Laurence Norn entró en el puente se encontró con que todos los
demás ya estaban en sus puestos y que le estaban mirando fijamente
con el semblante muy serio.
-¿Sucede
algo? ¿Acaso llego tarde?
-A
su estación señor Norn, ahora mismo- respondió La Rouge.
Norn
se dirigió a su estación con cara de no entender nada, pero se
detuvo dos pasos antes de llegar. Sobre la consola había un pequeño
estuche negro. Se preguntó como diablos había llegado eso ahí.
-Ábralo
señor Norn, no muerde- dijo La rouge que se había acercado hasta su
lado.
Norn
abrió el estuche. Dentro había una pequeña insignia dorada. Se
quedó mirándola como si fuera el objeto más extraordinario del
universo.
La
Rouge cogió la insignia dorada y se la puso a Norn en el cuello en
sustitución de la negra que llevaba.
-En
nombre de la Flota Estelar y de la Federación Unida de Planetas, le
asciendo al grado de comandante. Felicidades señor Norn.
-Yo...no
se que decir. No me esperaba esto.
-Un
simple gracias es suficiente.
-Gracias,
capitán.
-Tendrá
que hacerse con un uniforme nuevo. Le sentará bien el rojo.
Todos
los oficiales de puente, le aplaudieron y felicitaron.
-Como
primer acto como comandante, tal vez le gustaría nombrar a su
sucesor como segundo oficial- dijo La Rouge.
Y
entregándole la insignia que había sustituido añadió- Dicen que
trae buena suerte heredar las insignias de un superior.
-Será
un placer capitán. ¿Quién es el elegido?
La
Rouge susurró un nombre al oído de Norn.
-Lo
imaginaba- respondió.
Norn
se plantó en medio del puente observando a todos sus compañeros que
permanecían expectantes.
-Teniente
T'Brell, un paso al frente.
La
aludida dio un respingo de sorpresa, pero se sobrepuso enseguida y
avanzó un paso. Norn añadió la insignia al cuello de la vulcana y
repitió la fórmula de rigor.
-En
nombre de la Flota Estelar y de la Federación Unida de Planetas, le
asciendo al grado de teniente-comandante. Felicidades.
-Gracias
comandante.
-Bien,
esto ya empieza a parecer de nuevo una tripulación como Dios manda-
dijo La Rouge.- Más tarde lo celebraremos debidamente, ahora tenemos
que poner a punto una nave estelar.
Todos
se dirigieron a sus estaciones.
-¿A
donde va señor Norn? Esa ya no es su estación, el teniente Grant se
hará cargo de ella de ahora en adelante.
La
Rouge señaló el asiento contiguo al suyo.
-Este
es ahora su sitio “comandante”.
-Claro,
la fuerza de la costumbre, ya sabe.
-El
puente es suyo, número uno.-dijo la capitán con una sonrisa- Estaré
en mi despacho.
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Capítulo 2
Cuaderno
de bitácora. Fecha estelar 55734.3.
Acabamos
de recibir nuestra primera misión tras nuestro regreso al cuadrante
Alfa: El JTK debe dirigirse a Neranna 3 para recoger a un grupo de
científicos y llevarlos hasta el sector Jelión para estudiar un
cúmulo estelar. Una misión rutinaria, pero siempre es mejor que
permanecer en dique seco.
La
tripulación del JTK se afanaba en los preparativos para abandonar el
puerto espacial en órbita a la Tierra. Uno de ellos era el
subteniente Ren. El joven estaba en su puesto, al timón del JTK,
esperando ansioso el momento de la partida y demostrarle a la capitán
La Rouge que no se había equivocado al elegirle como nuevo piloto de
la nave.
En
ese momento, La Rouge hizo su entrada en el puente.
-Capitán-
dijo Norn poniéndose en pie para recibirla.- Acabamos de recibir el
permiso de comandancia para abandonar el puerto.
-Bien,-respondió
ella sentándose en el sillón de mando- no esperemos mas. ¿Señor
Ren?
-¿Capitán?-
respondió el aludido girándose hacia ella.
-Sáquenos
de puerto subteniente. Sistema manual.
Todos
los tripulantes del puente se envararon en sus asientos al oír
aquella orden.
Ren
se quedó mirando a La Rouge con cara de no estar seguro de haber
entendido la orden.
-¿Capitán?
-¿Sucede
algo subteniente? ¿Acaso no ha comprendido mis órdenes? Tenía
entendido que los ferengui tienen muy buen oído.
Ren
miró interrogativamente a Norn. Este le hizo un gesto afirmativo con
la cabeza. El ferengui dudó un segundo más y finalmente se enfrentó
a los mandos.
-Sistema
manual- dijo.- Soltando amarras... - los dedos del joven piloto se
movían rápidamente haciendo pequeños y continuos cambios en la
dirección- motores en reversa...saliendo del muelle...estamos fuera
capitán.
-Introduzca
las coordenadas de destino.
-Coordenadas
fijadas.
-Adelante
señor Ren, warp siete.
-Warp
siete capitán.
El
JTK desapareció de la vista del puerto orbital en medio de un
estallido warp.
-Tiempo
de llegada a Neranna 3...trece horas diecisiete minutos.
-Perfecto.
Señor Norn, acompáñeme a mi despacho, hay un par de temas que
debemos discutir. Comandante T'Brell, el puente es suyo.
La
Rouge y Norn se encaminaron hacia el despacho mientras T'Brell
ocupaba el asiento de mando. La capitán se volvió de repente.
-Ah,
si...señor Ren...
-¿Capitán?
-Buen
trabajo.
-Gracias
capitán- respondió el piloto con una sonrisa de oreja a oreja.
------------
-¿Sistema
manual? ¿No le parece un poco fuerte?
-Solo
quería ver como respondía el chico bajo presión. ¡Vamos Norn!
Estábamos en el puerto orbital. ¿Qué peligro había realmente?
-Tal
vez tenga razón capitán.
-Además,
el chico lo hizo bien, sacó la nave de puerto sin un rasguño.
-Le
dije que era bueno.
-Tiene
pericia, debo reconocerlo. Supongo que tenía mis perjuicios.
Tendremos que acostumbrarnos a esta nueva generación de ferenguis,
tan distintos a sus progenitores.
-Pero
no me ha hecho venir para hablarme de Ren.
-No.
Se trata de esa delegación científica que debemos escoltar.
-Me
temo que me los va a endosar a mi.
La
Rouge sonrió ante el comentario.
-Ocúpese
de ellos. Que se sientan bien recibidos. Procure que se sientan
felices y contentos durante su estancia, pero que no se acerquen
demasiado al puente. Odio tener mirones en “mi” puente.
-Preferiría
otra misión mas placentera. No se, atacar yo solo un cubo borg
armado solo con un cuchillo, por ejemplo.
-Gajes
de su nuevo rango comandante. Haga lo que quiera, pero manténgalos
alejados del puente de mando.
--------------
Cuaderno
de bitácora. Fecha estelar 55735.6. El JTK ha arribado a Neranna 3
sin novedad, esperamos el embarco de la delegación científica que
debemos escoltar al cúmulo estelar en el sector Jelión. Un viaje de
tres días en warp 7.
Norn
y T'Brell estaban en la sala de transportador 3, esperando a la
delegación científica, los dedos de Norn se dirigieron a la nueva
insignia dorada el el cuello de su uniforme.
-Maldita
sea- pensó. -Si esta insignia significa pasar por esto a menudo,
presentaré mi dimisión. Seguro que encuentro trabajo en alguna nave
pirata de Orión, será más divertido que esto.
El
resplandor del teletransportador le sacó de sus reflexiones. Vio
materializarse a los científicos nerannianos. Eran cinco en total,
tenían apariencia humana, a excepción de unas pequeñas
protuberancias en sus sienes. A ojos de Norn tenían todos el mismo
aspecto, parecían quintillizos.
-Bienvenidos
al JTK señores, soy el comandante Norn, ella es la
teniente-comandante T´Brell.
-Gracias
por recibirnos -respondió el que estaba más cerca de ellos. -Somos
Néstor.
-Por
favor acompáñennos, les mostraremos sus habitaciones. Por cierto,
la capitán La Rouge les envía disculpas por no poder recibirlos
personalmente.
-Estará
muy ocupada, lo comprendemos.
Norn
y T'Brell acompañaron a los científicos por los pasillos de la
nave.
-Discúlpenme
ustedes pero hay algo que me intriga, espero que mi pregunta no sea
ofensiva, no conozco su cultura...
-No
nos ofendemos fácilmente comandante, haga esa pregunta, aunque ya
imagino cual es.
-Cuando
se han presentado, ha afirmado que ustedes son Néstor. ¿Todos
ustedes se llaman igual o ese es el nombre de su especie?
-Pertenecemos
a la especie Nerannia, Néstor es nuestro nombre.
-¿Se
llaman todos igual? ¿No es eso un poco confuso?
-En
absoluto. Verá, somos uno en cinco.
-¡Son
clones-colmena! -dijo T'Brell. -Había oído hablar de este fenómeno,
pero creía que eran un mito.
-¿Clones-colmena?
-Mis
compañeros son clones de mi persona -dijo el Néstor que hacía de
portavoz del grupo. Compartimos la misma mente, lo que uno aprende lo
aprenden todos, lo que uno experimenta lo experimentan todos. Es muy
útil a la hora de trabajar en equipo. ¿Qué mejor ayudante puede
tener un científico que él mismo?
-Comprendo...¿Pero
si me encuentro con uno solo de ustedes como debo dirigirme a él?
-Llámele
Néstor, compartimos una sola mente, en realidad estará usted
hablando con los cinco. Piense usted en nosotros como una sola
persona.
-Lo
intentaré, pero se me hace extraño, esto es nuevo para mi.
-No
se preocupe comandante, estamos acostumbrados a causar cierto estupor
cuando contactamos con otras especies.
-Bien,
hemos llegado. Estos son sus camarotes. Si prefieren estar todos
juntos podemos ofrecerles uno más espacioso.
-Así
estará bien. No queremos causar molestias.
-Cuando
estén instalados contacten con T'Brell. Es nuestro oficial
científico, les asesorará sobre nuestras instalaciones.
-------------------
Capítulo
3
Cuaderno
de Bitácora: entrada nº 773.
Fecha:
22 de junio del año 379 del Imperio Terrano.
Quinto
día patrullando en el sector Jelión.
Sin
novedad.
La
capitán Esther La Rouge estaba sentada en su sillón de mando, en el
puente de la nave imperial Ares. Todos los oficiales de puente
estaban atentos a sus movimientos, dispuestos a actuar según sus
deseos. Tenía fama de dura, y era una fama merecida. La Rouge
accedió a su puesto de capitán después de asesinar al anterior
capitán de Ares, cuando ella era comandante de la nave, acusándole
de traición. Aportó pruebas falseadas de esa supuesta traición a
la comisión imperial que pasaron por buenas, lo que le valió su
ascenso.
Observó
al hombre que estaba a su lado sin disimulo. Laurence Norn,
comandante del Ares. La Rouge recordó como ese hombre había llegado
a la nave. Laurence había sido ascendido a teniente-comandante y
destinado al Ares como segundo oficial y jefe de armamento tras
haberse ofrecido voluntario para un experimento. Cuando supo de la
existencia de los simbiontes trill, el emperador quiso saber si
podían injertarse en humanos y, aprovechando las habilidades que
estos conferían, crear mejores soldados. A Laurence se le injertó
el simbionte Norn y el experimento fue un éxito. Ahora su primer
oficial disfrutaba de las memorias de siete vidas anteriores.
Sustituyó su apellido por el nombre de su simbionte siguiendo la
costumbre trill, no por respeto a esa costumbre, sino porque de no
hacerlo, Norn se rebelaba y le confundía mezclando sus memorias.
Laurence Norn también ascendió a su puesto actual tras asesinar al
anterior comandante del Ares, al sorprenderle en un acto de cobardía.
El
Ares se encontraba patrullando en el sector Jelión. Una misión
rutinaria, los actos de rebelión eran escasos gracias a la férrea
mano de la flota imperial. En cuanto a klingons, romulanos y
cardasianos, se habían mantenido alejados durante casi un siglo. La
Rouge deseó haber vivido en los tiempos en que el Imperio Terrano
estaba en guerra constante con esas especies.
La
“Pax Terrana” ofrecía pocas oportunidades para destacar
militarmente.
En
ese instante sonó el comunicador del puente.
-Aquí
Grant. Se requiere la presencia del comandante Norn en la zona de
celdas.
-¿De
qué se trata? -preguntó el aludido.
-Una
falta disciplinaria grave.
-Voy
para allá. Con su permiso capitán.
-Vaya
señor Norn.
-----------------
Norn
entró en la zona de celdas.
-¿Y
bien señor Grant, qué sucede?
El
jefe de armamento le llevó hasta una celda donde se encontraba uno
de sus hombres.
-Este
hombre se durmió mientras estaba de guardia comandante.
-Esa
es una falta muy grave. No molestaremos a la capitán por esto, el
reglamento es muy claro al respecto. Métalo en la cabina, treinta
minutos. Después enciérrenlo en la celda hasta que podamos ejecutar
un consejo de guerra. Solo un vaso de agua y una ración de campaña
al día hasta que llegue ese momento.
-A
sus órdenes señor.
Grant
hizo una seña a dos de sus hombres que sacaron al prisionero de la
celda y lo encerraron en la cabina, que estaba situada justo en el
centro de la zona de celdas.
La
cabina era mucho más efectiva que los métodos disciplinarios
antiguos. Estimulaba los centros del dolor de cualquier especie
humanoide. Los antiguos castigos corporales sobrepasaban el sistema
nervioso, llegaba un momento en que el cerebro dejaba de enviar
información a los nervios. La cabina atacaba un grupo de nervios y
después pasaba a otro, manteniendo a la víctima en una continua y
terrible agonía. Por eso también se la conocía como “el
agonizador”.
Solo
llevaba tres minutos cuando Norn abandono la zona.
-Señor
Grant, prosiga hasta completar el castigo. Debo regresar al puente.
-Así
lo haré señor -respondió mientras el comandante abandonaba la
sección sin esperar respuesta.
Norn
no regresó inmediatamente al puente, antes se pasó por ingeniería.
Había allí una criatura que le tenía fascinado, la bajorana Mina
Lars. Hacía un par de meses que la había seducido, añadiéndola a
su larga lista de conquistas.
------------------
Más
tarde, en el momento en que Laurence Norn entró en el puente, la
capitán se encaró con él.
-A
mi despacho comandante, ahora.
Laurence
siguió a la capitán con evidente disgusto. Se imaginaba de que iba
aquello.
Nada
mas cerrarse la puerta La Rouge le agarró por los hombros y le
empujó contra la pared inmovilizándole con la técnica de ponerle
un cuchillo en la garganta.
-Te
he visto con esa zorra bajorana de ingeniería. ¿La encuentras
atractiva? ¿Crees que es mejor amante que yo?
-Ni
mejor ni peor, solo distinta -respondió con una sonrisa. -Me gusta
el paté de canard, pero eso
no quita que también me guste el hasperat.
-No
juegues conmigo Laurence.
-¡Vamos
Esther! ¿Estás celosa?
-¿De
esa alienígena? No digas burradas. Puedes jugar con ella todo lo que
quieras, después de todo, es de una raza inferior. Pero que no se te
olvide que eres mio. ¿Te ha quedado claro? Me perteneces.
-¿Nadie
te ha dicho que te pones guapísima cuando te enfadas?
-No
bromeo, si me entero o sospecho siquiera que sientes algo por ella,
os mato a los dos.
Dicho
esto, retiró el cuchillo de su garganta y le besó con furia.
-Ven
esta noche a mi camarote. A las 22.00. Y mas te vale que esa zorrita
tuya no te haya agotado.
-Allí
estaré.
La
Rouge abandonó el despacho a grandes zancadas. Cuando se quedó
solo, Laurence Norn se limpió los labios con el dorso de la mano.
-Algún
día, Esther La Rouge, cometerás un error. Y ese día estaré allí
para liquidarte y ocupar tu lugar como capitán del Ares.
-------------------
Grant
se acercó a T'Brell por detrás y le rodeó la cintura abrazándola
con fuerza.
-¡Suélteme!
-gritó ella zafándose del abrazo.
Grant
la abofeteó fuertemente.
-¡Maldita
frígida de sangre verde! No olvides quien eres vulcana, ni cual debe
ser tu actitud frente a un humano.
-Lo
lamento teniente.
-Cuando
acabe tu turno, preséntate en mi camarote. Y no vengas con el
uniforme. Ni con una de esas túnicas vulcanas tuyas. Busca algo
más... sugerente. Tu futuro en esta nave depende de si satisfaces o
no mis exigencias. Estás avisada.
Sin
esperar respuesta Grant abandonó el laboratorio de ciencias dejando
a la vulcana sin opción.
T'Brell
era de los pocos tripulantes no humanos que conformaban la
tripulación del Ares. Los “alienígenas”, eran considerados
ciudadanos de segunda en el Imperio Terrano y solo una minoría
conseguía servir en una nave estelar. Aún así, seguían
considerándoles inferiores y debían someterse a cualquier humano de
la tripulación. Entre los casi 1500 tripulantes del Ares, los únicos
no humanos eran ella, una bajorana llamada Mina Lars que prestaba
servicio en ingeniería y un comando de veinte nausicanos que se
empleaban en misiones peligrosas.
Desde
el primer día que T'Brell había entrado en la nave, el jefe de
armamento Adam Grant se había encaprichado con ella. Había
conseguido escapar de su acoso hasta ese momento, pero ahora no tenía
escapatoria. La orden de Grant había sido clara y directa.
Se
resignó a su suerte y se preguntó donde diablos podría encontrar
un vestido “sugerente”.
Capítulo
4
La
capitán La Rouge se encontraba en su despacho disfrutando de un
momento de descanso frente a una taza de su te preferido cuando sonó
el avisador de la entrada.
-Adelante.
La
puerta se deslizó con un siseo para dar paso al comandante Norn.
-¿Deseaba
verme capitán?
-Si
señor Norn. ¿Como le va con nuestros invitados?
-Son...bueno...un
tanto peculiares.
-Si,
T'Brell ya me ha informado de...de su peculiaridad. ¿Se encuentran a
gusto en el JTK?
-No
son difíciles de contentar capitán. No dan tanto trabajo como
imaginábamos.
-Me
alegra oírlo.
-Hay
otra cosa.
-¿Si?
-Nos
acercamos a una tormenta de iones.
-¿Hay
peligro?
-Negativo,
por el momento. Si no empeora mas adelante, el JTK puede atravesarla
sin demasiados problemas. Claro que podríamos rodearla, pero nos
llevaría siete días retomar el rumbo correcto.
-Y
no podemos permitir que nos retrase un poco de mal tiempo. ¿No es
así?
-Esa
es su decisión capitán.
-Está
bien, atravesaremos esa tormenta, el JTK es un duro bajel que se ríe
de la lluvia y los relámpagos. ¿No lo cree así señor Norn?
-Muy
poético...¿Qué demonios está leyendo ahora?
-”Era
el monstruo de los mares, que se disponía a terminar con sus
enemigos. Era la pesadilla de los océanos, que se cernía de una vez
para siempre sobre un puñado de seres que no habían cometido otro
pecado que el de obedecer las órdenes de un pobre loco...”
-”Moby
Dick”. No me extraña, entonces, esa metáfora tan marinera. Solo
espero que no enloquezca usted como Achab y el JTK acabe como el
Pequod.
-Tranquilo,
no tengo ninguna ballena blanca a la que perseguir.
-Me
alegra oírlo. Con su permiso, iré a dar las órdenes oportunas al
timonel.
-Concedido.
-------------
La
capitán La Rouge se encontraba en su despacho disfrutando de un
momento de descanso frente a una botella de brandy sauriano cuando
sonó el avisador de la entrada.
-Adelante.
La
puerta se deslizó con un siseo para dar paso al comandante Norn.
-¿Deseaba
verme capitán?
-Si
comandante. ¿Como te va con tu nueva mascota bajorana?
-No
es de tu incumbencia. ¿Me has llamado solo por eso?
-No,
¿Qué hay de esa tormenta de iones? ¿Hay peligro?
-Negativo,
por el momento. Si no empeora mas adelante el Ares puede atravesarla
sin demasiados problemas. Claro que podríamos rodearla, pero nos
llevaría siete días retomar el rumbo correcto.
-Y
no podemos permitir que nos retrase un poco de mal tiempo. ¿No es
así?
-Esa
es tu decisión capitán.
-Está
bien, atravesaremos esa tormenta, el Ares es un hueso duro de roer.
-Bien,
iré a dar las órdenes oportunas.
-Adelante.
-----------------
El
JTK capeaba la tormenta sin más problema que alguna pequeña
sacudida. La capitán La Rouge observaba la tormenta por la pantalla
principal desde su sillón de mando, orgullosa de su nave.
-Capitán,
la tormenta empeora a trescientos kilómetros -informó el oficial de
navegación. -Se está formando un remolino de grandes dimensiones.
-¿Podemos
atravesarlo?
-No
lo aconsejaría capitán.
-¿Alguna
sugerencia?
-Podríamos
detenernos y esperar a que se aleje de nuestra ruta.
-¿Y
la alternativa sería?
-Dar
la vuelta y rodear la tormenta.
-Eso
nos retrasaría demasiado. Esta bien... ¡Alto total!
El
JTK se detuvo a distancia prudencial del remolino y esperó a que
este se apartara de su camino.
---------------
El
Ares capeaba la tormenta sin más problema que alguna pequeña
sacudida. La capitán La Rouge observaba la tormenta por la pantalla
principal desde su sillón de mando, orgullosa de su nave.
-Capitán,
la tormenta empeora a trescientos kilómetros -informó el oficial de
navegación. -Se está formando un remolino de grandes dimensiones.
-¿Podemos
atravesarlo?
-No
lo aconsejaría capitán.
-¿Alguna
sugerencia?
-Podríamos
detenernos y esperar a que se aleje de nuestra ruta.
-¿Y
la alternativa sería?
-Dar
la vuelta y rodear la tormenta.
-Eso
nos retrasaría demasiado... ¿Seguro que no podemos atravesarlo?
-Teóricamente,
hay posibilidades, pero no garantizo el estado del Ares después de
esa hazaña.
-Capitán...¿No
ira a cometer esa locura, verdad? -dijo Norn.
La
Rouge observó a Norn y vio como llevaba su mano derecha a la
empuñadura de su puñal reglamentario.
-Ni
se le ocurra intentar lo que está pensando comandante. Yo soy la
capitán del Ares y decido lo que puede o no hacer mi nave.
Norn
retiró la mano del arma. Tendría que esperar una mejor ocasión.
Después de las palabras de La Rouge los demás estaban sobre aviso,
matarla ahora equivaldría a enfrentarse a una corte marcial acusado
de traición.
-Timonel,
-La Rouge apartó la mirada de su primer oficial al comprender que el
peligro había pasado -siga el rumbo.
-A
la orden capitán.
El
Ares se introdujo en el remolino que zarandeó la nave como una
tormenta terrestre zarandearía una hoja de árbol caída. La
sacudida hizo que varios tripulantes salieran despedidos de sus
asientos y varias consolas explotaron hiriendo gravemente a los que
las manipulaban.
Cuando
el Ares abandonó el remolino y la calma reinó en el puente, Norn se
incorporó sintiendo dolor en todos sus huesos, se acercó a La Rouge
que estaba inconsciente y le tomó el pulso.
-Maldita
bruja. En menudo lío nos has metido.
Pulsó
su comunicador y contactó con enfermería.
-Doctor,
preséntese en el puente de inmediato.
Se
puso en pie sin esperar la respuesta de Bashir.
-¡Alto
total! Quiero un informe de daños. ¡YA!
-----------------------
Capítulo
5
-El
remolino de iones ha salido de nuestra ruta capitán -informó el
oficial de navegación. Habían pasado seis horas en paro total.
-Bien,
ya era hora. Señor Ren, sáquenos de aquí. Sin prisas subteniente,
no sabemos si esta tormenta nos depara más sorpresas. Warp 4.
-Warp
4 capitán
----------------------
-Daños
en todas las cubiertas señor. Ninguna baja, pero tenemos varios
heridos de diversa gravedad.
-Timonel,
sáquenos de aquí, Warp máximo.
-Las
bobinas warp están dañadas comandante. Solo puedo darle warp 4.
-Warp
4 entonces. Salgamos de este infierno.
----------
-Salimos
de la tormenta capitán.
-Capitán,
los sensores detectan otra nave saliendo de la tormenta de iones. Su
curso es paralelo al nuestro. Distancia 100 km.
-----------------
-Salimos
de la tormenta comandante.
-Señor,
los sensores detectan otra nave saliendo de la tormenta de iones. Su
curso es paralelo al nuestro. Distancia 100 km.
-¿Qué
tipo de nave?
-Parece
una Galaxy señor.
-¿Otra
nave del imperio?
-No
estoy seguro. Esa nave es muy inusual.
-¿Que
tiene de raro?
-Comparada
con la Ares apenas tiene armamento pero está equipada con todo tipo
de sensores. Parece una nave científica.
-¿Una
Galaxy equipada para la investigación científica? No había oído
hablar de nada semejante.
En
ese momento la capitán recobró el sentido. Norn le informó de las
novedades. La Rouge observó la nave que aparecía en la pantalla
principal y que tanto se parecía a la suya.
-Comuníqueme
con esa nave -ordenó.
-----------
-¿Qué
tipo de nave?
-Parece
una Galaxy capitán.
-¿Otra
nave de la federación?
-No
estoy seguro. Esa nave es muy inusual.
-¿Que
tiene de raro?
-Comparada
con la JTK está armada hasta los dientes. Parece una nave de guerra.
-¿Una
nave de guerra de la federación? No había oído hablar de nada
semejante.
-Capitán,
nos llaman. Es esa nave.
-En
pantalla.
Lo
que vieron en la pantalla principal les dejó mudos de asombro. En
primer plano se veía al comandante Norn vestido con un uniforme muy
recargado de insignias y medallas, de su cadera colgaba un puñal en
su vaina. Más atrás se veía a la capitán La Rouge sentada en el
sillón de mando, el doctor Bashir le estaba aplicando un hipoespray,
también ellos vestían uniformes muy recargados.
-¿Q...
qué es esto? No, otra vez no...
---------------
Cuando
la pantalla del Ares mostró a la tripulación del JTK su tripulación
también se quedó muda.
-¿Qué
demonios está pasando aquí?
Ambas
tripulaciones se observaron en silencio hasta que La Rouge se
adelantó.
-Esta
es la nave imperial Ares, identifíquense.
------
La
Rouge hizo un gesto a su oficial de comunicaciones.
-Audio
fuera capitán.
-¿Alguna
idea de que está pasando? ¿De qué se trata esta vez? ¿Otra
anomalía temporal?
-No
parece el caso capitán -respondió T'Brell.
-Se
han identificado como una nave imperial. ¿A que imperio se refieren?
Esa parece una nave de la federación.
-Creo
que se de donde han salido esta gente -dijo Norn. No se me ocurre
otra explicación.
-Explíquese
señor Norn.
-Verá...
Fue algo que le sucedió a Kirk y varios tripulantes del
Enterprise...
-Capitán
-intervino Grant -están cargando armas, nos apuntan.
-Levante
los escudos, cargue armas...maniobras evasivas señor Ren.
El
JTK viró para evadir el fuego enemigo, pero su joven timonel no pudo
evitar que fuera alcanzada una de las barquillas.
-Barquilla
de estribor alcanzada capitán, está inoperativa.
-Siga
con las maniobras evasivas señor Ren. Señor Grant responda al
fuego.
------------
Habían
conseguido coger por sorpresa a la extraña nave. Les habían atacado
sin darle tiempo a levantar sus escudos, pero su timonel debía ser
muy hábil ya que había conseguido escapar de una catástrofe con
tan solo una de sus barquillas warp dañada.
-Responden
al fuego capitán -dijo Grant.
El
Ares se sacudió ante la respuesta de la otra nave.
-No
podemos resistir mucho más este castigo capitán. Ese remolino nos
dejo muy dañados. Los escudos han bajado al treinta por ciento.
Mientras
la capitán intentaba encontrar una salida a esa peligrosa situación,
ambas naves continuaban intercambiando fuego de phaser.
-Timonel,
ponga rumbo a esa tormenta de iones.
-¿Capitán?
-Ahí
dentro sus sensores no podrán detectarnos comandante. Ganaremos
tiempo para hacer reparaciones.
----------
-Capitán
la nave pone rumbo a la tormenta.
-Muy
lista. Esa mujer sabe que ahí dentro no podremos detectarlos.
-Sugiero
que hagamos lo mismo capitán. Tenemos una barquilla que reparar,
amén de otros daños que nos ha infligido.
-Buena
idea. Ponga rumbo a esa tormenta señor Ren, pero mantenga la
distancia con esa nave.
---------
-La
nave enemiga imita nuestra maniobra capitán.
-Muy
astuta. Nos ha copiado la idea. Será una carrera contrarreloj, los
primeros que acaben las reparaciones tendrán ventaja en la lucha.
Mantenga la alerta roja hasta nuevo aviso señor Grant.
-------------
Capítulo
6
El
estado mayor del JTK estaba reunido en la sala de juntas, solo
faltaba la teniente Mina, que estaba dirigiendo las reparaciones.
-Todos
han leído el informe del comandante Norn sobre los hechos acaecidos
en la órbita del planeta Halkan -dijo La Rouge. -Donde Kirk y tres
de sus tripulantes fueron transportados a un universo alterno. ¿Creen
que es allí donde nos ha transportado esa tormenta de iones?
-Capitán,
-intervino T'Brell -he hecho las comprobaciones necesarias para
responder a esa pregunta. Nuestra firma quantum coincide con la del
universo que nos rodea, no sucede lo mismo con esa nave.
-O
sea, que han sido ellos los transportados a nuestro universo.
-Capitán,
-dijo Dax -Julián y yo visitamos ese universo durante nuestra
estancia en DS9. El Imperio Terrano fue derrotado por una alianza
klingon-cardasiana. Todos los terranos eran esclavos de esa alianza.
Pero esa nave parece pertenecer a un imperio fuerte y consolidado.
-Tal
vez provengan de otro universo alterno, donde ese imperio no fue
derrotado o, tal vez, ni tan solo entró en guerra -respondió
T'Brell.
-Vengan
de donde vengan, no son amigables. No podemos dejarles libres por
ahí. ¿Alguna sugerencia de como devolverles a su lugar de origen?
Ninguno
pudo responder a esa pregunta, ya que en ese momento la nave sufrió
una fuerte sacudida.
-¡Nos
atacan -dijo La Rouge -todos a sus puestos!
------------------
-Siga
disparando cargas de localización señor Grant -ordenó el
comandante Norn. -Debemos localizar esa nave y averiguar quién es
esa gente y de donde han salido.
-No
han salido de ningún lado. Somos nosotros los que no estamos donde
deberíamos.
Todos
los presentes se volvieron para observar a la doctora Nangó que
acababa de entrar en el puente acompañada de la vulcana T'Brell.
-¿Qué
está haciendo en mi puente doctora?
-No
hay tiempo de informarle por los canales reglamentarios capitán, lo
que ha descubierto T'Brell es importante.
-De
acuerdo, a mi despacho, señor Norn, venga con nosotras. Siga con
esas cargas teniente.
------
-¿Estamos
en otro universo?
La
Rouge había leído el informe de T'Brell donde había incluido la
visita del Kirk alternativo al Enterprise y el caos que estuvo a
punto de organizar su influencia sobre el vulcano Spock.
-Nuestra
firma quantum no coincide con la de este universo capitán -informó
T'Brell.
-Confirmo
ese dato -intervino Nangó.
------------
-Si
continúan con estas cargas nos localizaran en menos de quince
minutos -informó T'Brell.
-¿Podemos
desplazarnos sin que nos detecten? -preguntó Norn.
-Si,
si nos desplazamos a impulso.
-Señor
Ren -intervino La Rouge. -Llévenos a quinientos kilómetros, impulso
máximo.
-A
la orden capitán.
-Señor
Grant, vamos a responder a ese fuego, prepare cuatro torpedos.
-¿Y
a qué disparamos? No sabemos donde está esa nave, nuestros sensores
están tan ciegos como los de ellos y no tenemos nada parecido a esas
cargas que nos están lanzando.
Grant
había analizado las armas que estaban disparando contra ellos. Al
explotar dejaban un rastro de partículas que si explotaban cerca de
la nave se adherirían a su casco, lo que los haría más
detectables.
-Especule
su posición por la trayectoria de esas cargas.
-Es
fácil decirlo capitán...
-No
hace falta acertarles teniente, de momento me conformo con sacudirles
un poco.
-Torpedos
cargados.
-¡Fuego!
-------------
En
el puente de mando del Ares todos acusaron una serie de sacudidas
provocadas por la explosión de los torpedos.
-¿Qué
ha sido eso?
-Torpedos
de fotón capitán. Pero han explotado a varios cientos de
kilómetros, están disparando a ciegas. ¿Respondo al ataque?
-No,
seguramente han cambiado de posición, no malgaste más cargas
teniente. Alto el fuego.
-¿Como
puede saber que se han movido?
-Es
lo que yo habría hecho. ¿Como va la reparación de los escudos?
-Tardarán
unas quince horas en estar plenamente operativos. El resto de daños
llevarán algo más de tiempo.
-Lo
quiero en la mitad de ese tiempo.
-Hablaré
con ingeniería.
-Mientras
tanto, hagamos como ellos, si nos movemos les será más difícil
saber donde estamos. Señor Flores, llévenos a trescientos
kilómetros a estribor, impulso máximo.
------------
La
Rouge estaba en su camarote. Su humor era de perros, esa inactividad
la exasperaba pero sin escudos no podía ejecutar ningún movimiento
agresivo. El avisador de la entrada la sacó de sus pensamientos.
-Pase.
La
puerta se abrió dejando paso a Norn que llevaba una botella en las
manos.
-¿Qué
haces aquí?
-Son
las 22.00.
-¡Ah,
claro! Lo olvide, mi mente estaba ocupada con otras cosas.
-Si
quieres me voy.
-No,
quédate. ¿De qué es la botella?
-Whisky
tamariano.
-¿No
está prohibido en la flota imperial?
-¿Desde
cuando te ha parado eso?
La
Rouge sonrió, le arrebató la botella de las manos a su oficial la
abrió y empezó a escanciar el líquido en un par de vasos.
-Ponte
cómodo.
Norn
se quitó la parte superior del uniforme, quedando desnudo de cintura
para arriba y se sentó en un sofá.
La
Rouge se sentó a su lado, le ofreció uno de los vasos y empezó a
acariciarle el pecho con la punta de los dedos.
-¿Tu
amante alienígena te ha dejado con fuerzas?
-¿Te
he decepcionado alguna vez?
-¿Qué
ves en ella?
-Supongo
que es el equivalente sexual a un plato exótico.
-Otra
vez la analogía culinaria. ¿Como era...? Ella es hasperat y yo paté
de canard. ¿Qué eres tú?
-No
se...¿Un sibarita?
-Ja
ja ja. Vamos a la cama señor sibarita, hoy te vas a empachar.
Norn
la agarró por la cintura y la besó.
-Si
me empacho, visitaré la enfermería. Ahora desnúdate... lentamente.
-------------------------------------------
Capítulo
7
La
Rouge, Norn y Mina estaban cenando en el comedor del capitán.
-¿Como
van las reparaciones, Lars?
-Estarán
terminadas antes de que acabemos la cena capitán.
-Bien,
buen trabajo...¿Han pensado en algo para mejorar nuestra situación?
Sinceramente, no me apetece pasarme varios días en esta nube de
iones.
-A
nadie le apetece. Supongo que a ellos tampoco. Nuestros sensores son
inoperativos dentro de esta nube, pero los sistemas de comunicación
funcionan. ¿Y si intentamos comunicarnos con ellos? Tal vez podamos
parar este enfrentamiento -dijo Norn.
-No
parecen muy propensos a hablar comandante.
-En
estos momentos ya sabrán lo que les ha pasado, puede que estén
asustados, si les ofrecemos nuestra ayuda para volver a casa...
-Eso
sería ideal. Pero tratándose de quién se trata prefiero empezar
las negociaciones desde una posición ventajosa. Esa nave parecía
dañada, quiero que hagan todo lo posible por localizarla antes de
que alcance todo su potencial.
--------------
La Rouge y Norn estaban en la cama. La
capitán estaba más relajada después de hacer el amor con su primer
oficial. Observó al hombre, que permanecía en silencio con la vista
fija en el techo.
-¿En
qué piensas?
-En
nuestra situación actual.
-¿Alguna
idea?
-No
te gustará.
-Deja
que yo decida eso. ¿Qué has pensado?
-Estamos
en un universo extraño, no pertenecemos a aquí. ¿Como
sobreviviremos? Aunque derrotemos a nuestros homólogos, tendremos a
toda esa federación, que debe ser tan poderosa como nuestro imperio,
en contra nuestra. Creo que lo mejor que podemos hacer es cesar las
hostilidades y pedir ayuda a esa nave. Tal vez entre ambos
encontremos una forma de devolvernos a nuestro universo.
-¿Pactar
con el enemigo? Eso va contra las leyes del imperio.
-No
hay ningún Imperio Terrano aquí.
-Pero
esta nave se rige por las leyes de ese imperio. No pactamos.
-Deberíamos
olvidarnos de las normas, por una vez. Es una situación excepcional.
-Olvídalo.
Ahora déjame, quiero descansar.
Norn
se vistió y salió de la habitación de la capitán. Antes de llegar
a la suya propia ya había empezado a elaborar un plan.
-----------
La
computadora de la nave emitió una leve alarma para despertar a la
capitán La Rouge.
-Silencio.
La
computadora cesó la alarma al recibir la orden verbal. La Rouge se
vistió, y pidió a su replicador una taza de café amargo. Bebió el
oscuro brebaje y se dirigió a la salida. Al abrir la puerta se
encontró con dos guardias de seguridad armados que le impedían
abandonar la habitación.
-¿Qué
significa esto?
-Lo
siento señora. Tengo órdenes de retenerla en su habitación.
-¿Quien
ha dado esa orden?
-El
capitán Norn.
-¿Capitán?
Yo soy el capitán del Ares.
-Ya
no. El capitán Norn la ha destituido y ha ocupado su puesto.
-¿Con
qué autoridad?
-El
capitán vendrá a verla mas tarde para explicárselo el mismo. Por
favor vuelva a su camarote.
La
Rouge buscó su phaser por todo el camarote para poder salir de allí
a la fuerza, pero este había desaparecido.
-------
-Grant,
le agradezco su apoyo en esto. Esta es una situación extraordinaria
y requiere una respuesta extraordinaria, esa cabezota se niega a
aceptarlo, me he visto obligado a destituirla.
-Lo
comprendo capitán. Y coincido en que, de modo excepcional, debemos
llegar a un entendimiento con el enemigo.
-Bien,
si volvemos a casa y la Flota Imperial me ratifica como capitán, le
nombraré primer oficial.
-Gracias
señor. ¡Larga vida al Imperio!
-Larga
vida al Imperio.
------------
Norn
entró en el puente acompañado de Grant y se sentó en el sillón de
mando.
-Alférez,
abra los comunicadores internos, que todos en la nave escuchen mis
palabras.
-Cuando
quiera señor.
-Al
habla el capitán Laurence Norn. Por su mala gestión de la situación
en la que nos encontramos debido a su ineptitud, me he visto obligado
por las leyes de la Flota Imperial, a destituir a la anterior
capitán, Esther La Rouge y a ocupar su lugar al mando de esta nave.
Eso es todo. ¡Larga vida al imperio!
Hizo
un gesto al oficial para que cerrara los comunicadores.
-Tengo
un asunto por terminar. Tiene el mando señor Grant -añadió antes
de abandonar el puente.
-----------
Norn
entró en el camarote de La Rouge sin avisar. Cuando esta le vio
saltó hacia él con un cuchillo en la mano.
-¡Maldito
traidor, voy a matarte!
Norn
detuvo el ataque y agarrando fuertemente su muñeca, obligó a La
Rouge a soltar el arma. Después, con el dorso de la mano, le asestó
un fuerte golpe que la obligó a recular unos pasos.
La
Rouge se paso la mano por el labio partido para limpiarse la sangre.
-Si
tanto quieres mi puesto, ¿porqué me mantienes con vida?
-Porque
quería tener el placer de matarte yo mismo.
Norn
saco un phaser, lo graduó en su máxima potencia y disparó a La
Rouge desintegrándola en el acto.
-----------
Capítulo
8
La
Rouge estaba en su sillón de mando leyendo un informe cuando el
oficial de comunicaciones anunció:
-Capitán,
nos llaman, es esa nave.
-En
pantalla.
En
la pantalla apareció la imagen del Norn alternativo.
-Soy
el capitán Laurence Norn de la nave estelar imperial Ares.
-Soy
la capitán Esther La Rouge de la nave estelar de la Federación,
James T. Kirk. ¿Capitán? ¿Qué ha pasado con su La Rouge?
-Ha
sido...destituida. Capitán solicito el cese de hostilidades. Le
ruego que me permita subir a bordo de su nave para iniciar
negociaciones.
-¿Qué
tipo de negociaciones?
-Solicitamos
su ayuda para volver a casa. Cualquier cosa que podamos ofrecerle a
cambio sera suya.
-Si
les ayudamos será desinteresadamente.
-Gracias.
Sugiero que saquemos nuestras naves de este infierno de iones
capitán.
-Antes
tengo que consultar con mi estado mayor.
-Lo
comprendo. Estaré esperando su llamada.
Norn
cortó la comunicación. La Rouge miró a su comandante.
-¿Qué
opina?
-Creo
que podemos fiarnos.
-¿Qué
le hace estar tan seguro?
-Alternativo
o no, es Norn. Reconozco esa expresión en los ojos que se ha
mantenido inmutable en ocho rostros distintos, incluyendo el mio. No
miente.
-Convoque
una reunión de emergencia quiero oír la opinión de los otros
oficiales.
-------------------
-Señores,
he decidido darles nuestra ayuda a esa gente, se que son peligrosos,
precisamente por eso tenemos que librarnos de ellos de la mejor
manera. ¿Alguna idea de como devolverles a su universo?
-Solo
se me ocurre una forma de hacerlo capitán -dijo T'Brell. -Recreando
la situación que les trajo aquí.
-¿Y
cual es esa situación?
-Tendremos
que preguntarles a ellos para estar seguros, pero seguramente tendrá
que ver con ese remolino de iones que nos encontramos. En el viaje de
Kirk también estuvo involucrada una tormenta de iones.
-¿Y
como piensa recrear ese remolino?
-No
lo se capitán... aún.
-------------
Norn
estaba en su despacho, bebiendo de la botella de brandy sauriano que
perteneció a La Rouge cuando recibió un aviso.
-Capitán,
nos llaman, es el JTK.
-Voy
para allá.
Cuando
entró en el puente la capitán La Rouge del JTK estaba en la
pantalla principal.
-Capitán
La Rouge ¿Que han decidido?
-Les
ayudaremos a volver a casa capitán. Si es posible. Saquemos nuestras
naves de aquí y encontrémonos en espacio abierto.
-Gracias
capitán.
Norn
cortó la comunicación.
-Ya
la ha oído señor Flores. Sáquenos de aquí.
El
timonel maniobro para ejecutar la orden y poco después el Ares
abandonaba la nube de iones.
-Capitán,
el JTK también abandona la nube. Se mantienen a unos doscientos
kilómetros de distancia.
-Llámenles.
En
la pantalla volvió a aparecer La Rouge. Norn odiaba tener que tratar
con ella, le recordaba demasiado a su propia La Rouge. Pero sería
amable y amigable con ella. Tal vez era su única oportunidad de
volver a casa, así que nada de trampas ni engaños esta vez.
-Capitán
Norn, le invito a visitar el JTK, traiga un equipo, trabajarán con
mi gente para buscar una solución a su problema.
-Gracias
capitán. Reuniré a ese equipo, estaremos listos en una hora.
-Hasta
entonces capitán Norn.
La
Rouge cerró la comunicación en ese momento. Y Norn empezó a
escoger mentalmente a los integrantes de ese equipo.
--------------
La
Rouge y Norn acudieron al hangar 3 a recibir la lanzadera del Ares.
En ella viajaban Norn, el doctor Méndez y T'Brell expertos en física
y el teniente René y la bajorana Mina Lars de ingeniería. Estos dos
últimos intentarían encontrar, con ayuda de sus homólogos del JTK,
una forma de proteger los motores warp del Ares del remolino de
iones.
-Bienvenidos,
creo que sobran las presentaciones, de algún modo ya nos conocemos.
-Por
aquí capitán Norn, hablaremos en mi despacho si le parece bien.
-Naturalmente.
-Comandante,
acompañe a nuestros invitados a conocer a sus homólogos del JTK.
-Si
capitán, siganme por favor.
------------
Norn
acompañó a Méndez y T'Brell hasta el laboratorio de ciencias donde
les esperaba la T'Brell del JTK con su equipo. Después acompañó a
René y Mina a ingeniería. Finalmente fue a reunirse con Grant.
-¿Como
va todo ahí fuera Adam?
-Sus
escudos están bajados y sus armas descargadas. Parece que su
homólogo cumple con su palabra comandante.
-Eso
esperaba. De todas formas no pierda de vista esa nave e infórmeme de
cualquier novedad.
-Si,
señor.
Hecho
esto volvió al hangar 3 e inspeccionó la lanzadera visitante. No
halló ningún rastro de armas ocultas.
Satisfecho
volvió al puente de mando, llamó al despacho de la capitán y entró
al recibir permiso.
La
Rouge estaba conversando con el capitán Norn.
-Capitán,
los visitantes ya están trabajando codo con codo con nuestra gente.
-Gracias
comandante. Hágase cargo del puente.
-Bien
capitán.
Antes
de abandonar el despacho miró a su homólogo a los ojos. Vio muchas
cosas en esos ojos. Vio la clase de hombre que era ese Laurence Norn,
pero también vio que sería honesto con ellos. Esperó que él
también viera en los suyos de lo que sería capaz si intentaba
engañarles.
--------------
Capítulo
9
Las
dos Mina Lars coincidieron en la misma consola.
-Es
extraño estar trabajando con usted -dijo la Lars alternativa.
-Es
verdad, resulta un poco raro.
-¿Es
cierto que está usted casada con el comandante Norn?
-Asi
es. ¿Ustedes no...?
-Soy
su amante, pero las leyes del imperio impiden que nos casemos. De
todas formas no creo que esté interesado en mi, solo soy otra de sus
conquistas.
-¿Y
usted lo consiente?
-Es
la ley. Como alienígena debo someterme a sus caprichos...
-Ya
veo.
-¿Y
es cierto que es usted el jefe de ingenieros de su nave?
-Asi
es. ¿No sucede lo mismo en su nave?
-En
mi realidad, los no terranos no podemos acceder a ningún puesto de
mando, somos poco más que esclavos.
-Deberían
intentar cambiar esa situación, son ustedes seres sensibles y, como
tales, deberían tener los mismos derechos.
-¿Como?
Los terranos tienen el poder y las armas.
-Y
los no terranos son mayores en número.
-No
es tan fácil.
-Nunca
dije que lo fuera. Pero usted y T´Brell son inteligentes y conocen
bien la flota imperial. Creo que están más que capacitadas para
iniciar y liderar una rebelión.
---------------
Tres
días más tarde las dos T'Brell se presentaron en el despacho de la
capitán La Rouge. Era una extraña impresión la que se
experimentaba al verlas juntas. Si no fuera por el uniforme de la
flota estelar, La Rouge no habría sabido cual de las dos era su
T'Brell.
-Tenemos
la forma de crear uno de esos remolinos capitán.
-¿Cómo
piensan hacerlo?
-Modificaremos
el deflector del JTK para que emita un rayo déltaron, eso excitara
los iones provocando el remolino.
-¿Es
seguro?
-Afirmativo,
podremos regular la potencia del rayo y aumentarla lentamente hasta
que el remolino de iones alcance la potencia que tenía el que nos
encontramos hace días.
-¿Y
si el Ares se expone a ese remolino volverá a su universo?
-No
podemos estar seguros capitán -intervino la T'Brell del Ares. Pero
la tripulación está dispuesta a asumir el riesgo.
-Bien,
informen al capitán del Ares.
-------------
-¿Esta
usted casada con Grant? ¿Como puede unirse voluntariamente a ese
hombre?
-No
se como será su Adam Grant, T'Brell, pero el mio es un buen hombre y
un buen padre para nuestra hija.
´-¿Hija?
-Si,
tenemos una hija, Alicia, ahora tiene tres meses.
-Realmente
en este universo las cosas son muy diferentes.
Las
dos vulcanas estaban en el comedor de JTK teniendo esta conversación
cuando hizo su entrada Adam Grant. Este se acercó a su esposa y fue
a darle un beso pero se detuvo en el último momento.
-Espera,
¿eres realmente tú?
T'Brell
sonrió, lo que convenció a Grant de que efectivamente era su
esposa. Grant la besó finalmente y ante el asombro de la otra
T'Brell, ella respondió apasionadamente a ese beso.
---------------
Los
dos Norn estaban en Nivel-10, el bar.
-Puedo
comprender que en su universo las cosas son muy distintas capitán y
que no tengo derecho a criticar sus costumbres. Pero una parte de
usted, la parte de Norn, no es terrana. ¿Como puede tratar de esa
forma a Lars?
-No
se confunda comandante, la trato lo mejor que puedo, pero tengo una
posición y...
-¿Posición?
Yo renunciaría a cualquier cargo por “mi Lars”.
-Pero
aquí nadie critica su unión. En el lugar de donde vengo se
consideraría un crimen. Incluso la capitán La Rouge me amenazó con
matarnos a ambos.
-Si,
ya veo que no lo tienen fácil. Respóndame una pregunta. ¿Usted la
quiere?
-Creo
que he intentado engañarme a mi mismo diciéndome lo contrario, pero
la verdad es que si, la amo.
-Entonces
encontrará el modo de estar con ella.
--------------
La
Rouge entró en ingeniería para ver lo que habían ideado las dos
Lars. Pues era evidente que el tal René no llegaba al nivel de las
dos bajoranas.
-¿Qué
querían mostrarme?
La
Mina del JTK se adelantó.
-Creo
que podremos proteger los motores del Ares capitán. ¿Recuerda el
intensificador de escudos en el que trabajó Laurence(1)?
-Si,
lo recuerdo.
-A
mi contrapartida se le ocurrió modificarlo para intensificar el
flujo de antimateria de las barquillas haciéndolas más resistentes
al bombardeo de iones.
-Muy
ingenioso. ¿Funciona?
-Hemos
hecho varias simulaciones, funciona capitán.
-Lars-
dijo la capitán dirigiéndose a la bajorana del otro universo - ¿Le
importaría dejarme hablar un momento a solas con mi ingeniero?
-Naturalmente
capitán respondió ella haciéndose a un lado
-Mina,
no podemos darles ese aparato. Si se llevan tecnología pueden
alterar el otro universo.
-No
se preocupe capitán, el dispositivo se desintegra a los diez
minutos. No es mucho tiempo, pero lo suficiente para que sus bobinas
resistan todo el proceso.
-Entonces,
ya pueden informar al capitán del Ares.
----------
-Capitán
La Rouge, ya no se como agradecerle su ayuda. Nosotros empezamos
atacándoles y ustedes se desviven por ayudarnos
-La
verdad Norn, es que también actuamos en interés nuestro. Una
estancia prolongada de ustedes podría alterar nuestro universo.
-Eso
no es escusa para no agradecerles.
-Debo
volver a mi nave. El deber me reclama.
-Claro,
espero brindar con usted antes de que nos separemos.
-Lo
haremos capitán. Hasta luego.
Cuando
La Rouge abandono el despacho de Norn, Grant entró por la puerta
trasera.
-¿Lo
has encontrado?
´-Si
capitán -respondió Grant mostrando un localizador en miniatura. -Lo
escondió muy hábilmente.
Norn
cogió el localizador y lo hizo bailar sobre la mesa como si fuera
una moneda. Sonrió, no podía culpar a La Rouge, él hubiera hecho
lo mismo. Si el plan de los científicos no funcionaba y se quedaban
en este universo, La Rouge quería tenerles localizados.
-¿Lo
destruyo capitán?
-No,
dejemos que La Rouge mantenga su sensación de seguridad. Si no
podemos pasar al otro lado del espejo siempre estamos a tiempo de
destruirlo.
-Como
quiera capitán.
(1)
Ver: Serpientes en el Paraíso.
---------
Capítulo
10
-Estamos
listos capitán La Rouge
La
Rouge estaba en el puente, en la pantalla principal se encontraba el
capitán Norn que acababa de pronunciar esas palabras.
-Bien.
T'Brell puede empezar cuando quiera.
-Iniciando
el rayo déltaron.
Del
deflector del JTK partió un rayo de luz verde que se dirigió al
interior de la nube de iones.
-Aumentando
el flujo -continuó T'Brell. -Empieza a formarse el remolino...
-------
-Atención
ingeniería -dijo Norn. -Activen el intensificador de flujo
antimateria. ¿Como va ese remolino?
-Aún
no ha alcanzado la intensidad esperada capitán.
-Capitán
La Rouge. ¿Tienen algún problema sus ingenieros?
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-Negativo
capitán Norn. Solo requieren un poco más de tiempo.
-Dígales
que se preparen capitán, es cuestión de un par de minutos.
En
la pantalla, La Rouge pudo ver que Norn había oído a T'Brell y ya
estaba dando las ordenes a su gente.
-¡Ahora!
-Adiós
capitán La Rouge. Una vez más, gracias.
El
JTK dejó de emitir el rayo verde y el Ares se introdujo en la nube
de iones. Segundos después, los sensores del JTK dejaron de
detectarlo.
-¿Cree
que lo conseguirán?
-Eso
espero comandante. No podían quedarse aquí.
-Supongo
que solo queda esperar, y ver que pasa.
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El
Ares fue nuevamente sacudido por el remolino iónico. Esta vez, los
tripulantes estaban preparados y firmemente sujetos a sus puestos de
batalla por lo que no hubo que lamentar daños personales. Cuando
todo pasó, Norn se puso en pie.
-Ingeniería,
informen.
-Las
bobinas han resistido capitán. Daños menores en otras secciones,
pero estamos de una pieza.
-Departamento
científico, ¿Estamos donde debemos?
-Un
minuto capitán, T'Brell está comprobándolo...¡Nuestra firma
quantum coincide con la del resto del universo! ¡Estamos en casa!
Toda
la tripulación estalló en vítores y gritos de alegría.
-Timonel,
ponga rumbo a La Tierra, warp máximo. Teniente Grant, tome el mando.
Norn
abandonó el puente a grandes zancadas, poco después entraba en
ingeniería. Se acercó a Mina Lars y la abrazó.
-¿Estas
bien?
-Estoy
bien comandante, gracias.
-Se
que no me he portado bien contigo, pero eso va a cambiar. ¿Quieres
casarte conmigo?
-Sabes
que eso es imposible.
-No,
no lo es, alguien me ha hecho ver hace poco que nada es imposible si
amas a otra persona.
-¿Tú
me amas?...No, es una locura, jamás permitirán esta unión.
-Huiremos...a
Bajor...o a Orión si es preciso. Estoy dispuesto a renunciar a la
flota por ti. ¿Qué me dices?
-¿De
verdad lo harías? ¿No será esta otra de tus crueles bromas?
-Lo
haré si me aceptas. Piénsalo.
La
besó con fuerza, con auténtica pasión y Mina Lars supo que él
hablaba en serio.
-Si,
acepto.
-Bien,
de momento tendremos que seguir actuando como siempre. Prepararé
nuestra fuga, pero llevará tiempo. ¿Esperarás?
-Esperaré.
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El
JTK llevaba 12 horas esperando en el borde de la nube de iones.
-Supongo
que lo habrán conseguido.
-Eso
espero capitán -respondió Norn.
-Bien,
tenemos una misión que cumplir y ya nos hemos retrasado demasiado.
-Néstor
debe estar impaciente. ¿Nos vamos capitán?
-Si,
creo que ya es hora.
Norn
se levantó y se situó tras el asiento del timonel.
-Señor
Ren, introduzca las coordenadas del cúmulo estelar del sistema
Jelión.
-Coordenadas
fijadas señor.
Norn
se giró hacia la capitán. Ella hizo un gesto afirmativo a su primer
oficial y dijo:
-Adelante
señor Ren, warp 7
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Norn
estaba descansando en su camarote cuando entró Grant acompañado de
dos hombres de seguridad. Llevaba un phaser en la mano.
-¿Qué
significa esto?
-Acabo
de recibir este comunicado de comandancia de la flota en respuesta a
mi informe .
-¿Y
qué dice?
-Que
no están satisfechos con los motivos alegados por usted para
justificar el asesinato de la capitán La Rouge ni con su decisión
de pactar con el JTK. Se me conmina a ajusticarlo y a ocupar su
puesto.
-Muy
astuto, Grant. De teniente a capitán de un solo salto.
-No
es nada personal capitán.
-Se
equivoca. Siempre es personal.
-¡Larga
vida al imperio! -exclamó Grant mientras apretaba el gatillo de su
phaser.
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Dos
días después, Lars entró en el comedor hizo su pedido al
replicador y se acerco a una de las mesas que estaba ocupada tan solo
por la vulcana T´Brell.
-¿Puedo
sentarme?
-Adelante.
-Digame.
¿Conoció a su contrapartida?
-En
efecto.
-¿Y
como ha ido?
-La
encontré... muy emocional.
-Tal
vez usted también debería ser más emocional.
-¿Como
dice?
-¿Ha
oido como viven los no terranos en su universo?
-Tienen
mejor suerte que nosotras.
-¿No
le dan envidia?
-La
envidia es una emoción.
-¡Vamos
T'Brell! Deberíamos hacer algo para igualarnos a ellos.
-¿Una
rebelión?... ¿Está loca?
-Tal
vez lo esté. Pero prefiero morir intentándolo que seguir viviendo
de este modo. ¿No le gustaría poder librarse del acoso de Grant?
T'Brell
permaneció en silencio un par de minutos. Lars casi podía ver como
trabajaba su mente barajando probabilidades. Finalmente se decidió.
-Con
el estado mayor de la nave prácticamente desintegrado, si pudiésemos
deshacernos de los oficiales de puente tendríamos una pequeña
oportunidad de apoderarnos del Ares.
-¡Ese
es el espíritu T'Brell! Solo necesitamos algo de fuerza bruta y
sabemos donde encontrarla.
-Aún
tengo serias dudas sobre esto.
-Al
diablo las dudas. ¿Quiere seguir así toda la vida?
Epílogo
Lars
y T'Brell recorrieron un pasillo poco transitado del Ares, llamaron a
una puerta y poco después les abrió un nausicano.
-¿Qué
quereis?
-¿Eres
Beratis, el lider de los comandos nausicanos? -preguntó Lars.
-Yo
soy Beratis.
-Tenemos
una propuesta que haceros, a ti y a los tuyos.
FIN
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