STAR TREK - JTK

Star Trek-JTK narra las aventuras de la nave de la Federación de Planetas Unidos -USS James T. Kirk-.

La acción se inicia unos tres años después de los hechos narrados en DS9.

miércoles, 8 de julio de 2015

STAR TREK - JTK IV // EL VALS DE Q

    PRÓLOGO

Las reglas del speedball eran muy sencillas, pero eso no lo hacía un juego fácil de practicar. Nada fácil.
El terreno de juego consistía en una cúpula cerrada, media esfera en realidad, de unos diez metros de diámetro y, por tanto, cinco metros de altura aproximadamente. Esas medidas no eran del todo exactas, solo si se usaba el sistema de medidas andoriano estas daban números redondos. Un campo de fuerza dividía el terreno de juego, de arriba a abajo, en dos mitades iguales.
Cada contendiente ocupaba uno de los dos lados del campo armado de una raqueta equipada con unos sensores. El jugador que hacía el saque, golpeaba una pelota, también equipada con sensores, para enviarla al terreno de su oponente. Cuando la raqueta golpeaba la pelota, ambas de medidas parecidas a las usadas en el tenis, los sensores de ambas enviaban una señal que desconectaba el campo de fuerza, el cual volvía a conectarse inmediatamente cuando la pelota atravesaba la línea divisoria. La pelota quedaba entonces encerrada en el campo contrario. El jugador que ocupaba ese campo podía hacer entonces dos cosas: Golpear directamente la pelota para devolverla al campo contrario o dejarla rebotar para encontrar una mejor posición para golpearla. Si el jugador optaba por esa segunda opción, la pelota podía rebotar tantas veces como fuera necesario tanto en el suelo como en la única pared que rodeaba el terreno de juego o en el mismo campo de fuerza que separaba a los contendientes. La dificultad del juego consistía en que la pelota acumulaba energía cinética, por lo que aumentaba de velocidad cada vez que golpeaba algo. Un buen jugador de speedball debía tener una vista y unos reflejos excepcionales ya que la pelota a medida que avanzaba el juego, adquiría velocidades escalofriantes. Un jugador ganaba un punto cuando lograba que la pelota golpeara al contrario. Para su protección los contendientes solo disponían de un traje acolchado y un casco con máscara que protegía la cabeza y la cara. A pesar de esas protecciones, las lesiones no eran raras en el speedball, pero sus practicantes amaban ese deporte por el riesgo que conllevaba y se negaban a ponerse protecciones más resistentes. Solo los principiantes llevaban una especie de coraza para jugar y usaban pelotas que no acumulaban toda la energía cinética de los golpes y, por tanto, no adquirían tanta velocidad. Cada cinco puntos jugados, el saque cambiaba de bando. El primer jugador que conseguía diez puntos ganaba un juego. El primero en ganar siete juegos ganaba el partido. Eso cuando se llegaba al final del partido, ya que si uno de los contendientes recibía una lesión que le impidiera continuar, perdía el partido por abandono.
Este era el deporte favorito del comandante Glem y en ese preciso momento lo estaba practicando en la sala de hologramas del JTK.
Glem afianzó los pies en el suelo y se preparó para recibir el saque de su rival. Este era una recreación holográfica de Junk, el campeón andoriano.
Junk golpeó la pelota que atravesó la linea divisoria, Glem se dio cuenta que la altura a la que llegaba no le era propicia y la dejó pasar. La pelota rebotó en la pared, detrás de Glem, después en el techo y en el campo de fuerza y volvió a Glem. Esta vez la golpeó con fuerza enviándola al terreno de Junk. Este se limitó a interponer su raqueta en la trayectoria de la pelota que salió despedida hacia el terreno de Glem, que respondió con la misma táctica. Esta vez Junk dejó pasar la pelota que empezó a rebotar dentro de su terreno. Justo en ese momento el comunicador de Glem emitió un pitido.
-Computadora, detén el programa.
La pelota quedó detenida en el aire y Junk completamente inmóvil.
-Maldita sea -pensó -¿Es qué nunca me van a dejar acabar un partido? Aquí Glem – dijo esta vez en voz alta.
-Comandante, se requiere su presencia en el puente.
-Voy ahora mismo.
Contempló la imagen de Junk que permanecía congelado en una posición imposible.
-Otra vez será, amigo. Computadora, cierre el programa.

-----------------------




Capítulo 1
Una visita inesperada
con efectos inesperados

La nave de la federación James T. Kirk estaba varada en el límite de un sistema solar compuesto por una estrella tipo Sol a la que orbitaban siete planetas. El cuarto planeta era de tipo “M” y todos los sensores del JTK lo estudiaban con detenimiento. Esos estudios demostraron que sus habitantes poseían tecnología warp por lo que, según las leyes de la Federación de Planetas Unidos, era un firme candidato para un primer contacto.
-Yo no perdería el tiempo con esta gente, son muy aburridos.
Todo el personal en el puente se giró hacia el que había hablado. Este era un hombre alto y apuesto, aparentaba unos cuarenta años, vestía el uniforme de la flota y en su cuello lucía los galones de capitán.
-¡Alerta roja, intruso en el puente! -gritó el comandante Glem levantándose de un salto de la silla de mando. La sirena que anunciaba la alerta roja empezó a sonar por toda la nave.
Glem sacó su phaser y apuntó al intruso siendo imitado enseguida por el teniente Grant, que estaba tras la consola de seguridad.
-¡Oh, vamos, vamos! No hace falta que nos pongamos violentos. -Dijo el intruso, hizo chasquear los dedos de la mano derecha y Glem y Grant se encontraron empuñando sendas zanahorias.
La capitán Esther La Rouge salÍa en ese momento de su despacho y se encaró con el intruso.
-¿Quién demonios es usted y porqué ha abordado mi nave sin permiso?
-¡Vaya! ¿Qué tenemos aquí?-exclamó el intruso con una sonrisa. Volvió a chasquear los dedos y desapareció en un fogonazo de luz blanca para reaparecer inmediatamente en otro fogonazo frente a la capitán. Pero ahora estaba vestido con un traje estilo Luis XVI con peluca blanca en la cabeza incluida.
-Enchanté, mon capitaine. -dijo mientras cogía la mano de La Rouge y depositaba en ella un delicado beso – Que sorpresa tan agradable encontrar a una mujer hermosa en este olvidado rincón de la galaxia.
-Y usted debe ser...-empezó a decir la capitán.
-Desde este momento, su más ferviente admirador, madeimoselle le capitaine. Me llamo...
-...¡Q!- La voz que sonó desde la puerta del turboascensor y que parecía realmente enfadada pertenecía al teniente-comandante Laurence Norn, jefe de seguridad del JTK- Maldito duende espacial.¿Qué nueva diablura estás planeando?
Q sonrió al ver que alguien le reconocía y se encaró al jefe de seguridad.
-¿Y quién es usted? -Q le observó detenidamente y puso cara de reconocerle. -¡Norn! Como has cambiado ¿Qué pasó con Lilandra?... ¡Oh!, ya veo. Es una lastima, me gustaba la chica, debo decir que tenías mucho mejor aspecto cuando eras ella. Claro que eso puede arreglarse.
Q volvió a chasquear los dedos y Laurence Norn quedó transformado al instante en Lilandra Norn. Seguidamente, Q besó nuevamente la mano de La Rouge.
-Au revoir, mon capitaine, ha sido un placer conocerla. Volveré a visitarla, se lo prometo -dijo, y desapareció. Un segundo después un gran ramo de rosas rojas aparecía en los brazos de la capitán La Rouge, la cual apenas pareció darse cuenta de ello. La Rouge, al igual que todos los presentes tenía su vista fija en Norn, que temblaba de rabia y de impotencia mientras contemplaba lo que le había hecho Q.
-Será mejor que le acompañe a la enfermería, señor Norn- pudo, por fin, decir La Rouge.

--------------------

Julián Bashir estaba examinando a Laurence/Lilandra Norn, la capitán La Rouge también se hallaba presente.
-Esto es increíble, no solo ha cambiado su aspecto exterior, todos sus órganos internos son los propios de una fémina trill, su misma estructura genética es la de una trill, no queda nada de varón humano en usted. Sin embargo Norn no ha sufrido alteración ninguna.
-¿Puede invertirlo Julián?-preguntó Norn.
-Mucho me temo que no. Podría cambiar su aspecto exterior mediante cirugía, pero seguiría siendo trill.
-¿Quiere decir que tendré que quedarme así toda la vida?
-A no ser que Q le devuelva su aspecto original.
-Si tengo que fiarme de ese gusano omnipotente estoy listo.
-Q volverá a visitarnos, ya le ha oído-dijo la capitán La Rouge.
-Si lo hace yo le...
-Si lo hace-le cortó La Rouge-,usted no hará nada, me dejará a mi hablar con él. Y ahora dígame. ¿Qué tiene usted en contra de Q? ¿Porqué le odia de ese modo?
-¿Le parece poco lo que acaba de hacerme?
-No, es más que eso, le he oído dirigirse a él cuando a entrado en el puente. Y por el modo en que él le respondió, es evidente que ustedes ya se conocen.
Norn bajó la vista.
-Es por Norn, él le odiará toda su vida.
-¿Porqué?
-Horam murió por culpa de Q.
-¿Horam?
-Horam fue el cuarto anfitrión de Norn, capitán.

--------------------

La capitán La Rouge entró en su habitación, se despojó de la parte superior de su uniforme y pidió un té al replicador.
-Hola cariño. ¿Cómo te ha ido hoy en el trabajo?
La voz masculina salió de su dormitorio y dado que la capitán no compartía su habitación con nadie, se sobresaltó. Rápidamente cogió el phaser que había dejado sobre la mesa y entró en el dormitorio.
Q estaba tumbado sobre la cama vestido con un pijama de seda azul celeste.
-No necesitaremos eso.- dijo Q, chasqueó los dedos y el phaser de La Rouge se convirtió en un ramo de violetas.- Me he dado cuenta de que no te entusiasman las rosas.
La Rouge arrojó el ramo a la cara de Q y pulsó su comunicador. No obtuvo respuesta.
-Me he ocupado de que no puedan molestarnos. Anda, ¿porqué no te acuestas?
-Si piensa que voy a meterme en la cama con usted es que no es tan omnisciente como cree todo el mundo.
-¡Hay si! Está eso tan fastidioso del libre albedrío. Ni siquiera los Q podemos alterarlo.
-No sabe cuanto me alegro. Salga inmediatamente de mi cama.
-No deberías despreciarme de esa manera, te aseguro que puedo ofrecerte todo lo que puede desear una mujer.
-No me interesa nada que provenga de usted.
-Vamos Esther, seguro que hay algo que podría hacer por ti, solo tienes que pedirlo.
-Podría empezar por devolver a mi jefe de seguridad a la normalidad.
-¿Porqué? Está mucho mejor ahora. Lilandra es una belleza.
-El no es Lilandra.
-Le devolveré su antiguo aspecto en su momento, por ahora quiero que sufra un poco.
-¿Porqué le hace eso?
-Tengo mis motivos. Anda acuéstate y retocemos un poco.
-Ni en sueños. Norn dice que usted fue el causante de la muerte de uno de sus anfitriones anteriores. ¿Es cierto eso?
-Esta conversación se está volviendo muy aburrida. Ya veo que hoy no estás de humor para jugar, así que mejor vuelvo en otro momento.
Q chasqueó los dedos y desapareció. Un segundo después La Rouge sostenía en sus brazos un ramo de margaritas.

---------------------------


Cuando Norn entró en su habitación, su esposa estaba esperándole. Lars se puso en pie y se quedó mirándole.
Norn le devolvió la mirada, y casi le pareció ver el muro que amenazaba levantarse ante ellos.
Se acercó a ella y levantó la mano para acariciarla en la mejilla, pero ella se apartó.
-Tal vez sería mejor que esta noche me buscase otro sitio para dormir-dijo.
Ella no respondió. Solo se quedó mirándolo con una expresión de incredulidad en los ojos.
-Esta bien, tal vez mañana estés más preparada para hablar de ello.
Lars seguía sin abrir boca, así que Norn se encaminó a la salida de la habitación.
-Espera.
Norn se giró hacia su esposa.
-Perdóname. ¿En qué estoy pensando? Sigues siendo mi marido y no pienso dejarte marchar. Tu sitio está a mi lado y mi deber es apoyarte. Esta noche dormirás en nuestra cama, como siempre.
Se le acercó y le rozó la mejilla con la punta de los dedos.
-Así que este era el aspecto de Lilandra.
-Si.
-Era muy bella.
-Lo era.
Se quedaron mirándose a los ojos sin decir palabra. A Norn se le hizo extraño. Como Laurence era más alto que Lars, pero como Lilandra sus ojos quedaban a la altura de los de su esposa.
-Seguro que encontraremos la forma de que recuperes tu auténtico aspecto.
-¿Y si no es así?
-Encontraremos la forma de superar esto.
-¿Crees que seras capaz de superarlo? ¿Podrás aceptar que ahora estás casada con una mujer?
-No lo se, eso espero. Por el bien de ambos.
-Bésame.
-¿Qué?
-Que me beses. Si no eres capaz ni de darme un beso ¿cómo crees que vas a poder superarlo?
Lars abrazó el nuevo cuerpo de su esposo, el cuerpo de Lilandra, y unió sus labios a los de él.

------------------


     Capítulo 2
Cambios de humor

La voz de la computadora despertó a Lars a la hora acostumbrada. Dio la orden para que cesase el aviso y con los ojos cerrados empezó a buscar a tientas a su esposo . No tardó en darse cuenta de que estaba sola en la cama, entonces lo recordó todo. Se incorporó en la cama y abrió los ojos. El/ella estaba sentado frente al espejo del dormitorio.
-¿Qué estas haciendo?
-Me estoy maquillando
-¿Maquillando?
-Ahora soy una mujer, ¿Porqué no actuar como tal?
-¿Maquillándote?
-Dentro de los varemos permitidos por la flota. Espero que no te importe que haya usado tu maquillaje.
Entonces se giró y miró directamente a Lars
-¿Qué te parece?
Lars observó el rostro de Lilandra. El suave maquillaje que se había aplicado Norn era casi invisible, pero de alguna manera conseguía resaltar los preciosos ojos color violeta de Lilandra.
-Es perfecto. ¿Donde diablos has aprendido maquillaje?
-He sido mujer tres veces, Lilandra fue la última, he maquillado este rostro miles de veces.
-¡Claro! Lo olvidé. ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Claro.
-¿Cómo has conseguido ese tono tan bonito en los párpados?

----------------------

La capitán La Rouge entró en el turboascensor apurando su primera taza de té del día.
-Puente.
-¿Has soñado conmigo esta noche, cariño?
-¡Q! ¿Quieres dejar de entrar y salir de mi nave a tu antojo? No eres bienvenido aquí.
-¡Oh! Seguro que no lo dices en serio. Sabes que yo...
En ese momento se abrió la puerta del turboascensor para dejar paso a Mina y Norn.
-¡Tú!
Fue el pequeño puño de Lilandra el que se estrelló contra la cara de Q, pero estaba empujado por la furia de Laurence y el odio de Norn. El resultado fue que Q cayó al suelo con la nariz chorreando sangre.
-¡Me ha pegado!..Nadie me había pegado antes... Bueno, Sisko lo hizo...¡Pero fue en una confrontación deportiva!
Q chasqueó los dedos una vez más y desapareció.
La Rouge estaba furiosa.
-Estará usted satisfecho.-dijo-¿No le dije que no hiciera nada a Q cuando volviese? ¿De verdad cree que le devolverá a la normalidad después de esto?
-Aunque no lo haga habrá valido la pena, nunca había disfrutado tanto al arrear un buen puñetazo a alguien.
-La capitán tiene razón Laurence, no deberías haberlo hecho.
-¿Es que todo el mundo va a ponerse en contra mía?- gritó.
El bonito rostro de Lilandra reflejaba la furia homicida que en ese momento sentía Laurence Norn.
Las puertas del turboascensor se abrieron y La Rouge entró en el puente seguido de Mina y Norn.
-Señor Norn, a mi despacho. ¡Ahora!
Norn siguió a la capitán con la cabeza gacha y ambos entraron en el despacho.
-Señor Norn, no me deja usted alternativa. Queda relevado del servicio hasta nueva orden.
-¿Qué?
-Este asunto le ha afectado más de lo que usted quiere reconocer. Se presentará a la consejera Dax. Ella decidirá la terapia que deberá usted seguir y solo cuando ella decida que esta usted preparado, podrá volver al servicio activo.
-Esto es indignante, usted...
-No siga señor Norn, o me veré obligada a encerrarle en una celda por insubordinación.
-No creo que eso sea necesario, capitán. Acataré su decisión. Dijo Norn con voz más calmada pero con la furia todavía brillando en sus ojos.
-Pídale una cita a la consejera enseguida. Puede retirarse.
Norn se retiró murmurando para si y la Rouge se sentó en su silla levantando la vista hacia el techo y emitiendo un gran suspiro.
-Es una histérica. Deberías abandonarla en el primer planeta deshabitado que encuentres.
-¿Eso es todo lo que tienes que decir, Q? Norn solo ha hecho lo que yo estaba deseando desde el primer momento que entraste en mi nave.
-¿Porqué? Yo he sido amable contigo desde el primer momento, querida. ¿Es que no te gustan las flores?¿Acaso prefieres las joyas?
Q chasqueó los dedos y alrededor del cuello de la capitán apareció un hermoso collar de piedras rojas y brillantes.
-Son rubíes tallarianos, con la más pequeña de estas piedras podrías comprar veinte naves como esta.
-No me interesan las joyas.
-Como quieras.- Nuevo chasquear de dedos y el collar desapareció.
-Ayer te hice una pregunta, ¿porqué no me la respondes ahora?
-¿Te refieres a lo de Horam Norn?
-Si.
-Horam murió durante un terremoto en Drill, el edificio en el que estaba se derrumbó. Norn cree que yo fui el causante del terremoto.
-¿Porqué cree eso?
-Por que yo también estaba allí y Horam me reconoció. Yo estaba bajo el aspecto que solía adoptar entonces.
-¿Lo hiciste?
-¿Provocar el terremoto? Esa pregunta solo se la responderé a Norn, si decide hacérmela alguna vez.
-¿Qué estas haciendo aquí, Q?
-Solo estaba de paso, contemplando los curiosos deportes locales, pero vi tu nave y decidí pasar a saludar a mis amigos de la Flota Estelar. Lo cual me reportó el placer de conocerte.
-¿Deportes locales?
-Oh si. Ya tendrás ocasión de verlos si te quedas por aquí. Ese pequeño planeta que estabais estudiando va a ser víctima de un curioso ejercicio de puntería.
-¿A qué te refieres?
Q sonrió y después de un nuevo chasquido desapareció.

-----------------

Norn entró en Nivel 10, el bar de la nave, pidió un bourbon y tomo asiento en una de las mesas. Tomó un sorbo y puso cara de asco. Lilandra detestaba el bourbon, y ahora él tenía el cuerpo de Lilandra. Murmurando una maldición dejó la bebida en la barra y pidió un amanecer rojo, el combinado preferido de Lilandra. Recordó que una vez lo probó y le había parecido demasiado dulzón, se llevó el vaso a los labios y le encantó su sabor. Parecía que también había heredado el paladar de Lilandra. Q había hecho bien su trabajo, maldito sea.
Volvió a la mesa con la nueva bebida. Observó entrar a Grant y T´Brell y como se sentaban en una mesa que estaba al alcance de su vista.
Era curioso, él había pensado que formaban una pareja peculiar, pero comparados con la que formarían él y Lars, si conseguían superar la actual crisis, eran una pareja de lo mas corriente.
Observó el perfil de Grant, nunca se había fijado en lo atractivo que era su ayudante, T´Brell era una mujer afortunada.
Norn se levantó de un salto.
-¿Pero qué estoy pensando? -dijo gritando y estrellando su vaso contra la mesa.
Todos los presentes cesaron sus conversaciones y le miraron con aire molesto. Norn salió corriendo del bar cubriéndose la cara con un brazo para que nadie viese que estaba llorando.

-----------------

La Rouge estaba sentada ante la mesa de su despacho pensando en las extrañas palabras de Q, cuando su comunicador emitió un pitido.
-La Rouge.
-Capitán, debería venir al puente, hay novedades.
-¿De qué se trata, señor Glem?
-Creo que es mejor que lo vea por si misma.
La Rouge abandonó su despacho y entró en el puente. La pantalla principal estaba enfocada en un asteroide de feo aspecto.
-¿De donde ha salido eso?
-Nuestros sensores acaban de captarlo capitán, pero más que su procedencia, lo que me preocupa es su destino. Está en ruta de colisión con el planeta de clase M que estamos observando.

----------------------------


Capítulo 3
Primer contacto

Ezri Dax estaba en su consulta de consejera del JTK hablando con un joven alférez con problemas de autoestima cuando sonó el avisador de la puerta de entrada. En lugar de dar permiso de entrada al visitante, como era habitual, se disculpó con su paciente y ella misma fue a abrir la puerta. Al otro lado de la misma se encontró con un Norn con los ojos enrojecidos por el llanto.
-¿Norn, qué te ha pasado? ¿Has estado llorando?
-Dax, por favor, tengo que hablar contigo. Me estoy volviendo loco.
-Pero teníamos cita dentro de dos horas.¿No puedes esperar?
-Por favor, Dax.
-Esta bien, pasa.
Dax se apartó para dejar paso a Norn, se acercó al alférez que aún estaba sentado en uno de los sofás de la consulta y le dijo algo en voz baja que Norn no pudo oír. El joven se levantó y abandono la consulta dirigiendo un breve saludo a Norn.
-Bien, ¿en qué puedo ayudarte?- preguntó Dax
Entonces Norn respondió de una forma que Dax jamás hubiera imaginado. El la abrazó y se puso a llorar sobre su hombro.

-------------------

-¿Han reaccionado de alguna manera los habitantes del planeta ante la amenaza?
La Rouge estaba mirando la pantalla principal que en estos momentos estaba dividida y mostraba a un tiempo una imagen del asteroide y un gráfico con la trayectoria del mismo. El gráfico era concluyente, el asteroide impactaría con el planeta en poco más de setenta y cuatro horas.
-Hemos podido escuchar varias transmisiones al respecto, así que sabemos que han detectado el asteroide. Pero parece ser que no tienen medios para detenerlo.
-¿Cual es su opinión señor Glem?
-Deberíamos ayudarles, capitán.
-¿Interferir en el destino de una raza? ¿No iría eso en contra de la primera directriz?
-Depende del punto de vista.
-¿Y cual es su punto de vista?
-Ya estábamos considerando contactar con ellos y establecer relaciones ya que tienen tecnología warp, aunque solo sea en sus inicios. Así que si contactamos y ellos nos piden ayuda, no violaríamos la primera directriz al ofrecérsela.
-Justo lo que yo había pensado. De acuerdo, hagámoslo.
Glem se situó detrás del timonel.
-Señor Flores, ponga rumbo al planeta a velocidad máxima de impulso.
----------------------

Norn estaba sentado en uno de los sofás de la consulta de Dax saboreando un raktajino.
-Café klingon- dijo.-Hacía tiempo que no lo probaba.
-Yo me he convertido en adicta. Es una costumbre que heredé de Jadzia.
-Tu anterior anfitrión. Julián me habló de ella, según parece era una mujer extraordinaria.
-Eso opinan los que la conocieron, pero no estamos aquí para hablar de ella.
-No.
Norn siguió bebiendo a pequeños sorbos sin pronunciar palabra. Dax esperó pacientemente a que su amigo empezara a hablar.
-Creo que estoy perdiendo el control. No puedo dominarme, estoy continuamente cambiando de humor y creo que he cometido muchas tonterías desde que Q me hizo esto.
-Háblame de ello.
-Creo que Laurence, Lilandra y Norn están luchando entre ellos por el control.
-Eso a sonado como una diagnosis. ¿Quieres quitarme mi trabajo?
-Por favor Dax, no bromees.
-Lo siento. ¿Cómo has llegado a esa conclusión?
-Bueno, no se por donde empezar.
-Por el principio. Cuando Julián te examinó, parecías calmado. Todo lo calmado que podría esperarse dadas las circunstancias. ¿Qué hiciste luego? Háblame de esas tonterías que dices que has hecho.
-Lo primero fue cuando volví a mi habitación, casi reté a Lars a demostrarme que aún me ama, creo que ese era Laurence. A la mañana siguiente estaba con ella compartiendo secretos de maquillaje, esa era Lilandra. Después ataqué a Q en el turboascensor, creo que Norn dominaba entonces, aunque Laurence también puso algo de su parte en ese puñetazo. Más tarde me encaré con la capitán que no me encerró por insubordinación de puro milagro, no se quien controlaba entonces. Hace un rato, me descubrí pensando en lo guapo que es Grant y sintiendo un poco de envidia de T´Brell, mi primera reacción al ser consciente de lo que pensaba fue de rabia, pero después rompí a llorar como una niña, esa era Lilandra de nuevo, ella era una mujer muy sensible.
-¿Y quién crees que decidió venir a verme dos horas antes de nuestra cita?
-No estoy seguro, creo que fuimos los tres.
-Tal vez no vayas desencaminado en tu hipótesis, pero estas cosas son complicadas, tendremos que descubrir lo que te sucede, juntos y con paciencia.
-Pero ya tienes alguna idea, ¿no?. Acabas de decirme que tal vez no este desencaminado.
-Es pronto para sacar conclusiones.
-Especula.
-No es así como funciona. Ahora relájate y explícame como te sentías en cada uno de esos episodios. Paso a paso.

--------------------

-Capitán, nos están llamando, la señal proviene del planeta.
-En pantalla.
En la pantalla principal apareció el rostro de un hombre de expresión grave. Solo la ausencia de nariz lo diferenciaba de un rostro humano, en el lugar donde debería estar esta, solo había dos orificios nasales.
-¿Quienes son ustedes y cuales son sus intenciones?
-Soy la capitán Esther La Rouge y esta es la nave James T. Kirk, de la Federación Unida de Planetas. Estamos en viaje de exploración, nuestras intenciones son pacíficas. Si no somos bienvenidos, nos volveremos por donde hemos venido.
-Todos los visitantes son bienvenidos a Nut. Sobretodo cuando vienen como amigos. Pero, como seguramente habrán podido comprobar, este no es el mejor momento para una visita de cortesía.
-Hemos visto el asteroide y hemos calculado su trayectoria, señor...
-Disculpe mi incorrección, capitán. Me presentaré. Soy Ylom Chatar, Primer Ciudadano de Nut.
-Deduzco de sus palabras que no somos los primeros en visitar su planeta.
-Hemos recibido la visita de representantes del Dominio en más de una ocasión.
-Nuestra misión es establecer lazos de amistad con otras culturas, señor Chatar, y estoy segura que la relación entre nuestros pueblos sería beneficiosa para ambos.
La Rouge ya no lo podía decir más claro sin ofrecer directamente su ayuda.
-El pueblo de Nut agradecería cualquier tipo de ayuda que pudieran ofrecernos, capitán La Rouge.
-Primer Ciudadano, le invito a visitar nuestra nave, traiga con usted a los científicos que estén estudiando su problema. Juntos encontraremos una solución.
-Reuniré un equipo de investigación, volveré a contactar con ustedes una vez estemos listos.
-Estaremos esperando.
-Capitán, una vez más, muchas gracias.
La imagen desapareció de la pantalla dejando paso a una visión del amenazado planeta.
-Señor Glem, organice una reunión de oficiales para dentro de dos horas. Empezaremos a buscar una solución para el problema al que se enfrenta esa gente.

-----------------------

     Capítulo 4
¿Bailas?

Laurence/Lilandra Norn entró en la sala de hologramas vestido con un keikogi de entrenamiento.
-Computadora, carga el programa Norn-7.
Al momento se encontró en el interior del templo budista que siempre usaba como decorado para los momentos de meditación. Miró la gran estatua de Buda que presidía la gran sala y le hizo una profunda reverencia. No era budista, de hecho no practicaba ninguna religión, pero de alguna manera siempre que ponía en marcha el programa, le parecía que hacerlo era lo correcto. Se sentó en el suelo en la posición del loto frente a un gran pebetero. Cerró los ojos, aspiró el intenso olor del incienso y se preparó para sumirse en un ejercicio de meditación que le había enseñado el anciano Katar, maestro de Mok´bara. Aún le parecía oír las palabras del viejo klingon.
-Este ejercicio te ayudara a mantener tu equilibrio mental... Sin equilibrio mental, el equilibrio físico es imposible... En el interior de tu mente están encerrados el guerrero y el filósofo. Debes encontrarlos, hacer que se confronten y que lleguen a un acuerdo. Entonces encontrarás el equilibrio.
Laurence, que por aquel entonces aún no estaba unido a Norn, encontró al guerrero y al filósofo y consiguió que se pusieran de acuerdo. Ahora esperaba conseguir lo mismo con sus tres personalidades en lucha.
-¿De verdad esperas conseguir algo con esas tonterías klingon?
Norn reconoció en el acto la voz de Q, pero logró sobreponerse a su ira y permaneció inmóvil y en calma. El ejercicio mental funcionaba. Un punto para el anciano Katar.
-¿Vienes a burlarte de mi, asesino? Pierdes el tiempo. Ya no puedes hacerme más daño.
-No seas tan negativo. He venido a ofrecerte un trato.
-¡Ja!
-Lo digo en serio. ¿Quieres recuperar tu cuerpo?
-¿Y qué quieres a cambio? ¿Mi perdón?
-Tu perdón no tiene ningún valor para mi. Soy eterno, ¿recuerdas? Dentro de mil años nadie se acordará de ti y para mi solo habrá sido un suspiro. Crees que entonces me importará si me has perdonado o no?
-Entonces, ¿qué es lo que quieres de mi?
-Me conformo con un baile.
-¿Qué?
-Un vals. Baila un vals conmigo y recuperaras tu antiguo aspecto.
-No lo dirás en serio, no puedes hacerme creer que quieres bailar conmigo. Eso... eso sería humillante.
-Lo se. Es por eso que será divertido.
-No.
-Ya cambiarás de opinión. Me encantará bailar con Lilandra.
Q desapareció tras su típico chasquear de dedos dejando nuevamente a Norn a solas. Intentó durante varios minutos reanudar su ejercicio, pero Q lo había sacado de quicio una vez más. Se levantó, apagó el programa y abandonó la sala de hologramas.

---------------------

-El asteroide mide doce kilómetros de diámetro y está formado por hierro y níquel en un 93%, lo que le da una gran densidad. El impacto causará una explosión estimada en unos 100 teratones, producirá terremotos que se saldrán de cualquier escala, tsunamis con olas de más de 100 metros de alto...Además la explosión expulsará una gran cantidad de materiales a la atmósfera que creará una gran nube que cubrirá todo el planeta e impedirá que entre la luz solar durante meses. Solo algunas criaturas marinas o que vivan bajo tierra sobrevivirán al impacto. Un 90% de los supervivientes sucumbirán a las pésimas condiciones en que quedará la superficie.
En la sala de reuniones del JTK todos estaban pendientes de las explicaciones que les daba T´Brell. Junto al estado mayor de la nave, a excepción de Laurence Norn que estaba substituido por Adam Grant, se encontraban el Primer Ciudadano Ylom Chatar y tres científicos de Nut.
La capitán La Rouge se puso en pie y observó los pálidos semblantes que le rodeaban, se imaginó que ella se vería igual de pálida.
-Creo que todos conocíamos los efectos de ese impacto,-dijo-pero no está de más repasarlos para ser más conscientes de ello. Ahora nuestro trabajo es evitarlo. ¿Alguna idea?
-Debido a su gran densidad- dijo Grant- los phasers no le harán mella, en cuanto a un torpedo de fotón, solo lo fragmentaría en tres o cuatro partes, pero no lo frenaría apenas. El resultado sería prácticamente el mismo que si impactara de una pieza.
-¿Sería posible desviarlo usando el haz tractor?-preguntó el comandante Glem.
-No tiene suficiente fuerza para desviar un cuerpo con la masa de ese asteroide.-respondió Mina Lars-
-¿Alguna sugerencia más?
La respuesta a la pregunta de La Rouge fue un silencio absoluto.
-¿Cuanto tiempo nos queda?
-El impacto se producirá dentro de sesenta y dos horas, capitán.-dijo T´Brell- Pero debemos actuar antes de cincuenta horas. Para entonces la cercanía del asteroide empezará a desestabilizar al planeta.
-Bien, quiero que todo el personal de esta nave empiece a trabajar para encontrar soluciones. Primer Ciudadano Chatar, usted y sus acompañantes pueden disponer libremente del equipo científico del JTK, la teniente T´Brell les mostrará las instalaciones y les asesorará en su funcionamiento. Eso es todo por ahora, nos reuniremos de nuevo en ocho horas, a no ser que a alguien se le ocurra antes una solución.
Todos los reunidos se levantaron y empezaron a abandonar la sala, solo el teniente Grant permaneció sentado.
-Capitán, ¿puedo hablar un momento con usted? No quería que Chatar y los suyos oyeran esto.
-¿De qué se trata señor Grant?
-Verá, he estudiado la trayectoria del asteroide. Proviene de un campo de asteroides situado en las afueras del sistema de Nut, justo en el lado opuesto por el que nosotros hemos llegado. El caso es que es imposible que ese asteroide haya adquirido su velocidad actual si solo se ha escapado del campo de atracción de sus compañeros.
-¿Qué quiere usted decir?
-Creo que el asteroide ha sido lanzado adrede contra Nut, capitán.
-¿Dice que alguien a lanzado un asteroide contra un planeta como el que lanza una pelota?
-He consultado con T´Brell antes de presentarle a usted mi teoría, ella ha confirmado mis cálculos.
La Rouge recordó entonces las palabras de Q sobre los curiosos deportes locales y sobre un ejercicio de puntería del que sería víctima Nut.
-Señor Grant, active la alerta amarilla, ponga los sensores de largo alcance a su máxima capacidad, intente descubrir a algún posible causante de esta atrocidad. Ni una palabra de esto a los nutitas por el momento.
-Haré todo lo que esté en mi mano por descubrirlos, capitán.
Grant abandonó la sala dejando a La Rouge a solas. La capitán miró la pantalla en la que podía verse el fatídico asteroide y su rostro reflejó todo el horror que le producía pensar que había alguien que quería destruir todo un planeta y que era capaz de ello.

------------------

-Ponme otro de estos, Carlos.
-Ese sería ya tu tercer amanecer rojo hoy Laurence, creo que es mejor que te vayas a casa.
Carlos, el barman de Nivel 10, era de los pocos en el JTK que se dirigía a los oficiales sin darles su tratamiento, con la sola excepción de la capitán. Después de todo, solo era el camarero, ni siquiera pertenecía a la flota.
-Ponme otro te digo, es una orden.
-Tú no puedes darme órdenes, no soy uno de tus chicos.
-¿Tendré que servírmelo yo mismo?
-¿Tendré que avisar a seguridad?
-¿Seguridad? ¡Ja! Esa si que es buena.
-Si quieres beber más, vete a tu casa y pídelo a tu replicador, aquí nadie te va a servir nada más por hoy.
Norn miró al interior del vaso que aún sostenía en su mano durante un largo rato, de pronto, sonrió.
-¿Sabes bailar, Carlos?
-Claro que se bailar.¿A qué viene esa pregunta?
-Yo no. El día que repartieron garbo yo no estaba.
-Vete a casa, Laurence. Y duerme un rato.
-Está bien, ya que no me quieres aquí, me voy.
Norn abandonó Nivel 10 haciendo eses bajo la preocupada mirada de su barman.

---------------------

Capítulo 5
Soluciones simples.

Mina Lars entró en su habitación y vio a Norn dormido en el sofá, todavía sostenía un vaso en su mano. Lars cogió el vaso, lo olió e hizo una mueca de asco. Observó a su marido. El bonito rostro de Lilandra mostraba un par de chorretones en sus mejillas. Había llorado otra vez, esto le estaba destrozando. Llorar, emborracharse... no era propio de Laurence. Se preguntó que sería de su matrimonio si Laurence no recuperaba su cuerpo. Ninguna de las alternativas que le vinieron a la mente le gustó. Norn pareció notar su presencia y abrió los ojos.
-Hola cariño.-dijo-¿Cómo ha ido el día?
-Éstas borracho.
-Si, he estado bebiendo. No tenía nada mejor que hacer.
-Pues yo si que tengo trabajo, así que vete a la cama a dormir la mona y déjame tranquila.
-¿De qué se trata? ¿Puedo ayudar?
-No estas en condiciones de ayudar en nada.
-Tampoco te hará ningún mal contármelo.
Lars se dio cuenta de que su marido no se movería de allí hasta que se lo contara. Pensó que, tal vez, si lo contaba en voz alta, eso le ayudaría a dar con una solución, así que le explicó el problema con el asteroide.
-...Así que no podemos dispararle ni remolcarlo.
Norn sonrió y a Lars le recordó esa media sonrisa que ponía Laurence cuando se le ocurría alguna picardía.
-Entonces haced las dos cosas.
-¿Qué?
-¿Cuanto tiempo queda?
-Cincuenta y nueve horas
-Tiempo suficiente.
-¿Suficiente para qué?
-Para disparar un torpedo al asteroide y luego desviar los fragmentos uno a uno con el rayo tractor.
Lars miró sorprendida a su marido. La solución era tan sencilla que no entendía porque no se le había ocurrido a nadie.
-Y ahora me voy a dormir la mona-dijo Norn, y se metió en el dormitorio.

---------------

-Nunca dejará de sorprenderme la capacidad que tiene su marido de encontrar las soluciones más simples a los problemas más complicados-dijo La Rouge.
-Puede que sea simple, pero es viable -intervino T´Brell-.Pero tendremos que actuar enseguida.
-Entonces pongámonos a ello. Todos a sus puestos. Avisen a nuestros invitados y que se presenten en el puente.
El JTK empezó a bullir de actividad a fin de poner en práctica el plan. Mientras tanto, el artífice de dicho plan estaba tumbado en su cama durmiendo la borrachera.

---------------------

-¿Todo a punto señor Grant?
-Todo a punto, capitán.
En el puente del JTK todos estaban pendientes de la pantalla principal en la que se podía ver un primer plano del asteroide.
-¡Qué emocionante! ¿Verdad?
El que había pronunciado estas palabras no era otro que Q, que había aparecido súbitamente detrás de la capitán.
-Q, si no quitas tus manos de mis caderas, te quedarás sin ellas.
-Esther, cariño, eres demasiado dura.
-Y deja de llamarme cariño.
-Lo que tu digas, preciosa.
La Rouge cerró los ojos y contó mentalmente hasta diez.
-Si vas a quedarte por aquí, ponte donde no estorbes.
-A sus órdenes, mon capitaine.
Q se sentó en la silla de la capitán y se limitó a observar.
-Señor Grant...¡Fuego!
Grant pulsó los controles adecuados y todos pudieron ver como el torpedo volaba hacia el asteroide y como impactaba causando una gran explosión.
-Informen,
-El asteroide se ha fragmentado en cuatro partes, capitán.-dijo T´Brell desde su consola.-Hay varios fragmentos menores pero no suponen ninguna amenaza. Se desintegrarán al contacto con la atmósfera.
Todos aplaudieron con entusiasmo las palabras de T´Brell.
-Aún no hemos terminado nuestra tarea-dijo La Rouge-...Vamos a desviar esos fragmentos, empecemos por el más grande.
--------------------------

Norn estaba tomando un café muy cargado en un vano intento de aliviar la resaca cuando sonó el avisador de la entrada.
-Pase.
Ezri Dax entró en la habitación con el rostro muy serio, miró fijamente a Norn y frunció el ceño.
-Teníamos una cita hace media hora.
-Lo siento, no me encontraba bien.
-Ya me han contado el numerito que montaste en Nivel 10. Tienes un aspecto horrible.
-Había olvidado las resacas tan espantosas que produce el Amanecer Rojo.
-Emborrachándote no solucionaras nada y lo sabes.
-Tal vez no, pero lo hace más llevadero.
-Si sigues por ese camino, arruinarás tu carrera y también tu matrimonio.
Norn bajó la mirada y permaneció en silencio varios segundos.
-No se lo estoy poniendo fácil a Lars, ¿verdad?
-Esto es tan duro para ella como para ti. Teme perder al hombre que ama.
-¿Te lo ha dicho ella?
-No necesita decírmelo, puedo verlo en su rostro.
-Me siento perdido Dax. No se que hacer.
-Seguir tu terapia. Por hoy lo dejaremos correr, pero mañana quiero que vengáis los dos a verme.
-Está bien, allí estaremos, te lo prometo.

---------------------------

-Y bien, consejera. ¿Como le va al señor Norn?
-Me tiene preocupada, capitán. Sufre continuos cambios de humor. En un momento parece llevarlo bien y al siguiente cae en una depresión y después se pone furioso. Primero ríe, después llora y finalmente grita de rabia. Julián piensa que el súbito cambio hormonal al pasar de hombre a mujer, le ha desestabilizado.
-Pero usted cree que hay algo más.
-Laurence amó a Lilandra y ahora, de pronto, él tiene el cuerpo de Lilandra. Creo que inconscientemente está dejando paso a Lilandra para que esta pueda volver a vivir. El dice que en los episodios en que ha llorado era Lilandra la que lo hacía, yo creo que no es así. Creo que el que llora es Laurence. Llora por Lilandra y por Lars. Si deja volver a una perderá a la otra, pero si no lo hace, en su mente, sera como dejar morir otra vez a la primera.
-¿Qué hay del simbionte Norn?
-Se desentiende. Creo que la presencia de Q en la nave es lo único que le interesa. También él me tiene preocupada.
-¿Podrá Laurence Norn superar esta crisis? Porqué es a él, no a Lilandra, al que necesito en esta nave.
-Tratar a un trill unido ya es difícil, capitán. Tratar a un humano unido, es algo completamente nuevo. No puedo responder a esa pregunta, aún.

------------------------

La capitán La Rouge entró en su despacho y a los dos pasos se detuvo sorprendida por el espectáculo. Toda la habitación estaba llena de tulipanes.
-¿Es qué nunca te vas a cansar de este juego, Q?
-No, hasta que encuentre una flor que te guste.
-No se trata de las flores, se trata de ti.
-Solo quiero que seamos amigos. Dame una oportunidad.
-La amistad no se gana con regalos.
-Si no quieres regalos entonces tal vez aceptes mi ayuda como prueba de mis buenas intenciones.
-¿Ayuda para qué?
-Para conocer a los que se dedican a hacer puntería con los asteroides.
-¿Sabes quienes son?
-Confía en mi-dijo Q tendiéndole la mano a la capitán.
La Rouge dudó un momento, pero finalmente cogió la mano de Q y ambos desaparecieron en un fogonazo de luz blanca.

------------------------

          Capítulo 6
Ash-Tanir

-Comandante, el último fragmento ya está encaminado.
Glem se levantó de la silla de mando y se situó detrás del timonel.
-Bien, señor Flores, puede soltarlo.
Flores desactivó el rayo tractor y el último fragmento siguió a sus compañeros camino del sol de Nut. Glem pulsó su comunicador.
-Glem a La Rouge. -No hubo respuesta. Glem insistió con los mismos resultados negativos.
-Computadora, localiza a la capitán La Rouge.
-La capitán La Rouge no se encuentra a bordo.
-¿Qué diablos...? Computadora, ¿cuanto hace que la capitán se halla ausente?
-Doce minutos cuatro segundos.
-Comandante, no falta ninguna de las lanzaderas- dijo Grant.
-¡Paro total! Sensores al máximo, busquen cualquier rastro de la capitán.

------------------------

Q y La Rouge aparecieron en una populosa calle. La gente que circulaba por ella eran humanoides, pero su piel estaba cubierta de escamas y algunos lucían una pequeña cresta roja en la cabeza, parecían una raza reptiloide, a La Rouge le recordaron un poco a los Gorn. Todos vestían túnicas de variados colores, a excepción de unos pocos, que llevaban prendas de un estilo más militar y portaban espadas colgando a la espalda. No se veía tránsito rodado de ningún tipo, a excepción de algunos carros tirados por unos grandes reptiles.
-¿Donde estamos?
-El nombre del planeta, es Ash-Tanir. En el idioma de esta gente significa Esfera Luminosa. Se llaman a ellos mismos los ashann.
-¿Y estos son los que han lanzado el asteroide contra Nut?
-Si. Míralos, ¿ves los colores de las túnicas? Su sociedad se divide por castas, el color de la túnica es indicativo de la casta a la que pertenecen. Están los comerciantes, con túnica marrón; los esclavos, con túnica negra...hay 17 castas distintas y la que domina a todas y dirige el planeta es la casta de los guerreros. Son los que llevan la espada.
-¿Cómo es que nos ignoran? Deberíamos llamar la atención. No creo que hayan visto muchos humanos por aquí.
-Ellos nos ven como una pareja nativa, un pequeño truquito mio, naturalmente pertenecemos a la casta dominante.
-Naturalmente.
-¿Porqué quieren eliminar a los nutitas?
-Para eliminar a la competencia. También están en los inicios de la tecnología warp, aunque un poco más avanzados que los nutitas. Pretenden colonizar todo el sector y ven a los nutitas como un futuro rival en sus ansias de expansión.
-Un pueblo belicoso.
-Pero también capaz de cosas hermosas, ahí tienes un buen ejemplo.
Q le señaló una gran estatua que representaba a un ashann de la casta guerrera. Estaba montado sobre un reptil que se sostenía sobre sus patas traseras. La figura del guerrero sostenía una espada en alto. El artista había hecho un trabajo soberbio, la estatua parecía viva, daba la impresión de que iba a cargar contra el observador.
-Representa a un gran héroe del pasado. Kassán el conquistador. El fue el que unificó el planeta.
-Es un trabajo magnífico. Parece viva. Pero ¿porqué me has traído aquí? ¿Qué pretendes mostrarme exactamente?
-Solo quería que los conocieras, míralos bien, la gran mayoría son gente pacífica, que se limita a vivir su vida sin molestar a los demás. No quería que juzgases a todo un pueblo por las decisiones de sus gobernantes.
-Nunca lo habría hecho, es una de las primeras cosas que aprendes en la academia de la flota.- La Rouge miró a su alrededor. -Guerreros con espadas, carros tirados por animales... esta gente parecen vivir en la Edad Media. ¿Seguro que tienen tecnología warp?
-Solo la casta dominante tiene derecho a usar tecnología avanzada, mira allí.
La Rouge miró hacia el punto al que señalaba Q. Cruzando el cielo sobre la población vio un vehículo volador de diseño parecido a las lanzaderas de la JTK.
-Bien, ¿quieres ver como lo han hecho?
-Me gustaría.
-Dame la mano.

-------------------

La Rouge y Q aparecieron en el espacio, desde allí podían ver un asteroide de aspecto parecido al que había amenazado Nut.
-¡Dios mio! Estamos en el espacio exterior. ¿Cómo es posible que no sienta el frío ni la falta de oxígeno ni...
-Es cosa mía, mientras no sueltes mi mano no te pasará nada.
La Rouge cogió más fuerte la mano de Q y miró a su alrededor, de pronto lo vio. Era un aparato enorme. Un gran cubo metálico del que surgían tres grandes apéndices. Q hizo que se desplazaran hacia el objeto.
-Debe de medir varios kilómetros de lado.
Circundaron el objeto y La Rouge pudo ver su parte trasera, esta compuesta por decenas de toberas.
-Son motores de combustión- dijo Q. -Usaron tecnología más antigua por que les era más cómodo de montar. Tardaron casi una década en terminarlo. Supongo que ya habrás imaginado como funciona.
-Supongo que esos tres brazos sujetan el asteroide y luego lo empujan usando los motores.
-Exacto.
-¿Porqué abandonarlo aquí?
-Es más económico, si algún día lo necesitan de nuevo solo tienen que traer el combustible.
-Ya he visto suficiente, por favor, volvamos al JTK.

-----------------------

Norn y Mina entraron en la consulta de la consejera Dax.
-Por favor sentaros. ¿Queréis tomar algo? ¿Té, café...?
Ambos negaron con la cabeza.
-Os he hecho venir a los dos porqué esto también te afecta, Lars. ¿Cómo os sentís al respecto?
-Desorientado.
-Asustada.
-¿Qué es lo que te asusta, Lars?
-Temo no poder seguir adelante con esto. Amo a Laurence, tanto como para desear seguir con nuestra relación. Pero todos mis instintos contradicen a lo que dice mi mente.
-¿Porqué eso te llevaría a tener relaciones sexuales con una mujer?
-Dicho así suena muy crudo, pero si, básicamente es eso.
-Soy un imbécil.
Mina y Dax miraron a Norn. Sus palabras fueron inesperadas.
-¿Porqué dices eso?-preguntó Dax.
-Porque se como solucionar esto, solo que mi arrogancia no me lo ha permitido hasta ahora.-Miró fijamente a Mina y la besó en la mejilla.
-Te quiero.-dijo poniéndose en pie.- Está bien Q, tu ganas. Lo haré.- Y entonces desapareció ante la atónita mirada de las dos mujeres.

---------------------




Capítulo 7
Bailando con su enemigo

La capitán La Rouge se materializó en el puente del JTK ante el asombro de todos los presentes.
-¡Capitán!-Dijo el comandante Glem-¿Donde ha estado?
-Luego le cuento, comandante.
La Rouge se sentó en su sillón de mando y tecleó en los controles del apoya brazos.
-Timonel, ponga rumbo a estas coordenadas.
-Capitán, eso nos llevará al campo de asteroides.
-Lo se, llévenos allí señor Flores.
-Coordenadas fijadas, capitán.
-En marcha.

---------------------
Norn se materializó en una inmensa sala de baile donde le estaba esperando Q vestido con un elegante frac. Al fondo de la sala podía verse una orquesta completa. Una de las paredes era un gran espejo, lo que aumentaba la sensación de inmensidad de la sala. Norn pudo verse reflejado en ese espejo y vio que llevaba un bonito vestido de baile de color blanco con bordados dorados que se ajustaba perfectamente al cuerpo de Lilandra. Q se le acercó y le hizo una reverencia.
-¿Bailamos?- dijo tendiéndole la mano izquierda.
-¿Es necesario lo del vestidito?
-¿No querrás bailar con el uniforme, verdad?
Norn cogió la mano de Q y apoyó la otra en su hombro.
Q sonrió y le rodeó la cintura.
-Música maestro-dijo, y la orquesta empezó a interpretar los primeros compases de Danubio Azul.
Norn dejó que los recuerdos de Aura, su segundo anfitrión, fluyeran a su mente consciente, ya que ella había sido una gran bailarina. Se sorprendió a si mismo cuando empezó a girar con Q sin perder el compás. Cerró los ojos y se dejó llevar por la música. Q no se quedó atrás y demostró ser un bailarín excelente, en los compases mas acelerados, los pies de Norn casi no tocaban el suelo al dejarse llevar por Q. Giraron y giraron por toda la sala siguiendo los compases de Strauss y cuando terminó la pieza y se saludaron con sendas reverencias, ambos estaban sin aliento.
-¡Vaya!- dijo Q. -Ha sido mejor de lo que esperaba.
Norn hizo una leve mueca.
-Odio admitirlo-respondió. -Pero lo cierto es que lo he disfrutado.
-Bueno, tú has cumplido con tu parte del trato, ahora me toca a mi.
Q chasqueó los dedos y ambos desaparecieron.

----------------------

-Capitán hemos llegado a las coordenadas-dijo el teniente Flores.
Glem estaba observando la pantalla principal.
-¿Qué demonios es eso?
-Eso, comandante es lo que han usado para lanzar el asteroide contra Nut.
-¿Y qué piensa hacer con ese trasto?
-Pienso destruirlo inmediatamente.
-Capitán, le recuerdo que la primera directriz...
-¡Al diablo con la primera directriz! No pienso permitir que vuelvan a usar ese trasto diabólico. Señor Grant, cargue un torpedo de fotón.
-Torpedo cargado, capitán.
-¡Fuego!
El torpedo impactó contra el artefacto alienígena y lo destruyó en medio de una gran explosión.
-Y ahora vamos a visitar a sus constructores-dijo La Rouge.- Estas son las nuevas coordenadas, señor Flores.
-Coordenadas fijadas.
-En marcha.

-------------------

Q y Norn se materializaron sentados en sendos sillones. Estaban frente a frente y entre ellos había una mesita en la que podía verse un montón de periódicos y revistas. Q estaba vestido esta vez con un traje levita muy elegante, entonces Norn se dio cuenta de que volvía a ser Laurence y que él también estaba vestido con un traje levita. Antes de que Norn tuviera tiempo de decir nada, se les acercó un hombre que les saludó con una leve inclinación.
-¿Qué desean tomar los señores?-pregunto.
-Tráiganos dos coñacs-dijo Q. -Te encantará, el coñac que sirven en este club es extraordinario.
El camarero se marchó sin pronunciar otra palabra. Norn observó el lugar al que lo había traído Q. Vio a varios grupos de hombres, todos ellos elegantemente vestidos, pero con ropas muy anticuadas, parecidas a las que llevaban Q y él. El local era un gran salón en el que estaban repartidos en grupos varios sillones del mismo estilo que los ocupaban ellos dos. En un extremo había una mesa de billar donde dos hombres jugaban una partida de snooker.
-¿Donde estamos?
-En la Tierra, en el Londres de 1812, en un exclusivo club para caballeros.
-¿Y qué se supone que vamos a hacer aquí?
-Tenemos que hablar.
En ese momento regresó el camarero llevando en una bandeja dos copas de coñac, las dejó encima de la mesilla que los separaba y se marcho tan silenciosamente como había venido.
-Te preguntaras a que ha venido exactamente todo eso de convertirte en Lilandra y la tontería esa del baile.
-Querías humillarme.
-Si, pero no sabes porqué quería hacerlo.
-Tú me lo dirás.
-Lo he hecho para vengarme por estar todo ese tiempo acusándome de la muerte de Horam.
-¿Pretendes hacerme creer que no lo hiciste?
-Eso es exactamente lo que pretendo. Si es que me das la oportunidad de hacerlo.
-Tendrás que ser muy convincente.
-Prueba el coñac, te aseguro que es excelente.
Q se llevó la copa a los labios y Norn le imitó. El coñac era, en efecto, excelente.
-¿Qué recuerdas del incidente?
-Horam murió enseguida, un trozo de techo se desprendió y le cayó encima. El y otra persona más fueron las únicas víctimas, los demás pudieron salir antes del derrumbe. Todo lo se por lo que leí más tarde, cuando ya era Torin Norn. El edificio se desplomó porque, según descubrieron al examinar las ruinas, no estaba en condiciones. Necesitaba una rehabilitación que nunca se llevó a cabo, al parecer, por razones burocráticas. Todos los demás edificios de la zona resistieron el terremoto.
-Muy bien, ¿qué más?
-¿Qué más? Déjame pensar...Si, ahora recuerdo que los ingenieros que investigaron las ruinas se sorprendieron del mal estado del edificio. Dijeron que era increíble que resistiera tanto rato en pie. Muchos lo calificaron de milagro y...
Q sonrió. Norn no podía creerlo.
-¿Tú sostuviste el edificio? ¿Tú salvaste a esa gente?
-Lamento lo de Horam. Pero no pude hacer nada por él, murió antes de que yo empezara a actuar. Lo siento de veras.
Norn permaneció en silencio varios minutos. Si, todo cuadraba. Además, Q podía ser muchas cosas, pero no un mentiroso. Nunca había renegado de ninguna de sus fechorías, es mas, se vanagloriaba de ellas,
-Creo que te debo una disculpa.
-No es necesario, ya he tomado mi venganza, ¿recuerdas?
-Aún así, te presento mis disculpas.
-Aceptadas.

---------------------

El JTK se hallaba en la órbita de Ash-Tanir. Todos los que estaban en el puente se preguntaban como la capitán había encontrado ese planeta.
-Capitán, recibo una comunicación proveniente del planeta, nos están llamando.
-En pantalla.
El rostro reptilesco de un ashann apareció en la pantalla principal.
-Son muy osados al atreverse a venir aquí después de destruir nuestro removedor. Bajen sus escudos y depongan sus armas, serán detenidos y juzgados por atentar contra la propiedad del pueblo ashann.
-Dudo mucho que puedan obligarnos a ello. Hemos venido a darles una advertencia.
-¿Advertencia?
-Dejen en paz a la gente de Nut. Si vuelven a atentar contra ellos deberán atenerse a las consecuencias.
-¿Cree que puede asustarnos con sus amenazas?
-Tal vez sus amenazas no te asusten, Graal, pero las mías seguro que si.-intervino Q que había aparecido de pronto en el puente de mando.
-¡Q! ¿Estas con esta gente?
-Así es, son mis amigos y si no haces lo que te dicen, reduciré vuestro miserable planeta al tamaño de una semilla de miral.
-¡No! Haremos lo que dicen, pero déjanos en paz, Q.
El ashann cortó la comunicación y La Rouge se volvió hacia Q.
-Veo que te conocen.
-Hemos tenido nuestras diferencias, nada que deba preocuparte.
-Señor Flores,- dijo la capitán sonriendo por lo bajo. -Ponga rumbo a Nut, dejaremos a nuestros pasajeros en su casa.
-Ahora debo dejarte por un rato, cariño. Tengo que despedirme de un amigo
Q chasqueó los dedos y desapareció.

-----------------------

Q y Norn se materializaron en la habitación de este último.
-¿Te apetece un bourbon?- preguntó Norn.- No tiene la calidad del coñac al que me has invitado, pero no está nada mal.
-¿Porqué no?
Minutos más tarde, Mina Lars entraba en la habitación y los sorprendía manteniendo una agradable conversación con una copa en la mano. La escena la sorprendió tanto que tardó algunos segundos en ser consciente de que su marido volvía a ser el de siempre.
-¡Laurence!-gritó arrojándose a sus brazos. Durante un rato se abrazaron y se besaron ante la divertida mirada de Q.
-¿Vais a explicarme que esta pasando aquí? Lo último que esperaba ver era a vosotros dos charlando y bebiendo como buenos amigos.
-Dejaré que sea Laurence quien te lo explique, querida.
Q besó galantemente la mano de Lars.
-Antes de que te marches me gustaría pedirte un favor.
-Tú dirás amigo.
Laurence se acerco a Q y le habló al oído. Q debió de encontrar lo que dijo muy divertido porqué mostró una ancha sonrisa. Seguidamente hablo al oído de Laurence y después se esfumó.
-Estabais los dos muy raros. ¿Qué le has pedido?
-Ahora lo veras-
Laurence rodeó la cintura de Lars, chasqueó los dedos y ambos desaparecieron.

---------------------


La capitán La Rouge, estaba en su despacho redactando el informe más extraño de su vida.
-Hola, preciosa. He venido a despedirme.
-Q, te esperaba.
-¿De veras?
-Así es, quería darte las gracias por tu ayuda en este feo asunto.
-¿Para qué están los amigos sino?
-¿Con quién vas a meterte ahora?
-He oído por ahí que a mi viejo amigo Will Riker le han nombrado capitán y le han dado su propia nave. Quiero ir a felicitarle.
La Rouge sonrió.
-¿Puedo venir a visitarte de vez en cuando?
-Claro, pero con una condición.
-¿Cual?
-Nada de “cariño”, “preciosa” y similares.
-No prometo nada.
Q se acercó a la capitán y le dio un suave beso en la mejilla. Luego hizo aparecer una rosa roja de largo tallo y se la entregó.
-Esta no puedes rechazarla, Esther.
-Es preciosa, gracias.
-Au revoir, mon capitaine.
-Adiós.

--------------------

Epílogo

Laurence y Lars aparecieron en la sala de baile. Laurence iba vestido de frac y Lars llevaba un vestido idéntico al que había llevado Lilandra.
-Música maestro.
Laurence rodeo el talle de su esposa y se pusieron a bailar.
-¿Cuando has aprendido a bailar tan bien?
-Lo heredé de Aura, pero no me había dado cuenta hasta hace muy poco.
-¿Tiene algo que ver con el cambio que habéis experimentado tú y Q?
-Ya te lo contaré en otra ocasión, ahora disfrutemos del baile.
-Háblame de Lilandra, nunca me has contado como os conocisteis.
-Fue en DS7 durante la guerra con el Dominio. Una vez tuve que llevar a analizar unas muestras de contrabando al laboratorio, Lilandra trabajaba allí, y...

FIN


No hay comentarios:

Publicar un comentario