PROLOGO EN EL GIMNASIO
Todos
los tripulantes de la nave de la flota estelar “James T. Kirk”
que se encontraban en ese momento en el gimnasio cesaron al punto sus
actividades para ver lo que prometía ser un auténtico espectáculo.
La capitán Esther La Rouge y el teniente-comandante Laurence Norn iban a enfrentarse en un combate amistoso.
La capitán Esther La Rouge y el teniente-comandante Laurence Norn iban a enfrentarse en un combate amistoso.
Ambos
llevaban guantes y protectores en la cabeza y pecho. Se situaron
sobre el tatami y se saludaron ceremoniosamente.
-Esto
va a ser algo digno de verse- dijo alguien entre el público- seguro
que la capitán barre el suelo con nuestro jefe de seguridad.
-Acepto
esa apuesta- respondió otra voz- no sabes lo duro que puede ser el
comandante Norn.
Al
poco rato se cruzaban apuestas por todo el gimnasio.
La
Rouge y Norn sonrieron.
-Creo
que voy a tener que realizar unas cuantas detenciones. Las apuestas
son ilegales en las naves de la flota estelar.
-Déjelos
señor Norn, un poco de diversión no les vendrá mal después de
nuestro encuentro con el viejo Jack.
-Bien...¿Preparada?
-Preparada.
Los
dos contendientes empezaron a girar alrededor del tatami.
-¡Vamos
capitán, dele duro!
-Parece
que tiene sus admiradores capitán- dijo Norn.
-¡No
se deje intimidar comandante, en el tatami no hay graduaciones!
-Y
usted los suyos, por lo que oigo.
Los
dos contendientes habían ido acercándose al centro del tatami y de
pronto la Rouge se lanzó al ataque. La capitán tenia una técnica
envidiable y sus puños y pies se movían a gran velocidad intentando
alcanzar a su adversario, pero Norn paraba y esquivaba todos los
golpes. De pronto, Norn lanzó su brazo derecho hacia adelante y
golpeó a la capitán en el pecho con la mano abierta haciendo que
esta saliera despedida cayendo al suelo.
-No
está mal, para una chica- dijo Norn exhibiendo una pícara sonrisa.
-Si
pretende romper mi concentración tendrá que esforzarse usted un
poco más- respondió La Rouge incorporándose- los comentarios
machistas no le servirán.
-Tenia
que intentarlo.
-En
guardia.
Volvieron
a girar entorno al tatami observándose mutuamente, ambos intentando
encontrar una abertura en la defensa del otro. La Rouge hizo una
finta y Norn cayó en la trampa, al esquivar el inexistente golpe y
lanzar un contraataque se encontró que La Rouge agarraba su brazo y
lo volteaba. Los partidarios de la capitán lanzaron vítores para
animarla.
-¿Qué
opina de esto comandante? No esta mal, viniendo de una chica.
¿Verdad?
-Nunca
aprenderé a tener la boca cerrada.- se incorporó.- Es buena, muy
buena. ¿Donde aprendió a pelear así?
-Mi
padre me enseño.
-Me
gustaría conocerlo.
-Usted
le gustaría, mi padre hace buenas migas con los fanfarrones.
-Tampoco
le servirán conmigo las pullas.
-Ya,
me lo temía.
Una
vez más empezaron a trazar círculos estudiándose mutuamente. Esta
vez fue Norn el primero en atacar lanzando una patada circular que la
capitán apenas esquivó pero que logró abrir su guardia lo que Norn
aprovechó para lanzar un ataque continuado que acorraló a La Rouge
en un rincón. Antes de que pudiera darse cuenta, La Rouge estaba de
nuevo en el suelo y con el guante derecho de Norn apoyado en su
barbilla.
-¿Se
rinde?
-Por
esta vez.
Norn
sonrió nuevamente y ofreció su mano a su capitán para ayudarla a
levantarse. Ella la aceptó y ambos contendientes se saludaron dando
fin a la pelea.
-Ha
sido un honor capitán.
-El
honor ha sido mio comandante.
-Una
pelea interesante.
-Tenemos
que repetirlo.
-Sin
duda.
Abandonaron
el tatami entre los aplausos de todos los presentes y Norn se acercó
a la teniente Mina Lars que estaba observando el combate.
-¿Eso
es todo?- pregunto ella.
-¿Te
parece poco? Tres puntos en juego. Dos para mi y uno para la capitán.
Tienes ante ti al ganador.
-Pensé
que el combate sería mas largo.
-Podría
haberlo sido. Fue un combate rápido, eso es todo. Había oído que
la capitán era buena luchadora, pero me ha sorprendido. Es mejor de
lo que esperaba.
-Parece
que eso te alegra.
-Claro,
tener cerca a alguien de su nivel es bueno para mantenerse en forma.
Creo que la capitán y yo vamos a combatir a menudo.
-Empiezo
a sentirme celosa.
-Tranquila
cariño. Sabes que mis combates preferidos son los que tengo
contigo...en la cama.
-No
solo te peinas como un klingon, empiezas a hablar como ellos.
-Ja
ja ja ja... Voy a darme una ducha y seré todo tuyo.
-Te
esperaré en el Nivel 10.
-Ve
pidiéndome una cerveza.
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Capítulo 1
En órbita
Diario
de la capitán, fecha estelar 55267.4: El JTK se encuentra en órbita
geosincrónica de un planeta clase “M” que detectamos hace unas
horas. El planeta carece de vida animal, pero la teniente T´Brell ha
descubierto en una amplia región del continente norte grandes
yacimientos de un mineral desconocido. He ordenado a T´Brell que
organice un pequeño equipo para extraer unas muestras del mineral.
-¿Ya
ha escogido a su equipo teniente?
-Afirmativo
capitán. Me acompañarán tres de mis colaboradores, La alférez
Roma y el subteniente Álvarez, dos buenos geólogos, así como la
doctora Kelly, exobotánica, que se dedicará a catalogar el máximo
numero de especies vegetales mientras dure la misión. Nos
acompañarán el teniente Grant y el alférez Rico de seguridad.
T´Brell
entrego a la capitán el pad con todos los detalles de su plan de
acción en el planeta.
-Me
extraña que Norn no les acompañe personalmente.
-Dijo
que estaba ultimando un sistema para mejorar la capacidad de los
escudos de la nave, pero me comentó que confía plenamente en el
teniente Grant. El lo calificó como “su mano derecha”.
-¿Un
sistema para mejorar los escudos? No me ha dicho nada.
-Ya
conoce al señor Norn capitán, no le dirá nada hasta que tenga algo
seguro que mostrarle.
-¿Cuando
tiene previsto descender al planeta?
-Dentro
de dos horas.
-Buena
suerte ahí abajo T´Brell. Puede retirarse.
T´Brell
inclinó levemente la cabeza y abandonó el despacho de la capitán.
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La
teniente Mina Lars estaba arrastrándose por el tubo de Jefferies 5.
Por fin había cambiado esos relés que la habían estado fastidiando
durante un par de días. Al asomar la cabeza por la salida del
conducto vio un par de piernas, alzó la mirada y reconoció el
sonriente rostro del teniente-comandante Norn observándola.
-¿Me
hechas una mano para salir de aquí?
-Claro-
respondió el tendiéndole una mano a la bajorana.
Mina
se puso en pie y alisó su uniforme.
-Quien
quiera que diseñó estos conductos podría haberlos hecho un poco
mas grandes.
-¿Y
perderse el espectáculo de gatear detrás de un trasero tan bonito
como el tuyo?
-Que
gracioso eres.- dijo ella golpeándole en el brazo.
-¡Ay!
Alabo tu anatomía y así me lo pagas.
-Tu
obsesión con ciertas partes de mi anatomía ya me tienen frita. ¿Qué
estas haciendo aquí? Aparte de alabar mi... anatomía.
-Quisiera
que echaras un vistazo a esto. Quiero tu opinión de experta.
-¿De
qué se trata?
-Creo
que he encontrado una forma de aumentar la capacidad de los escudos
en un doce por ciento.
-¿Un
doce por ciento?
-Es
un cálculo aproximado.
-Déjame
ver.- Mina cogió el pad que le tendía Norn y lo examinó con
atención.- ¿Cenamos juntos esta noche?
-Por
supuesto.¿En tu habitación o en la mía?
-En
la mía. ¡Oye! Esto está muy bien.- dijo señalando el pad. -El
planteamiento es muy original, creo que podría funcionar.¿Puedo
quedarme con esto? Mas tarde lo estudiaré detenidamente y te diré
algo a la hora de la cena.
-Claro.
Gracias por tu ayuda y si ves algún fallo o crees que puedes mejorar
algo no dudes en decírmelo.
-Lo
haré. Tengo que dejarte, estoy de trabajo hasta las cejas.
Norn
la detuvo agarrándola por el brazo, miró a uno y otro lado del
pasillo para asegurarse que nadie podía verlos y la besó.
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Diario
de la consejera, fecha estelar 55267.7: He organizado una sesión de
grupo con Víctor Wong y Nicolai Romanoff. Hasta ahora han seguido
terapia por separado pero creo que ya ha llegado el momento de que
confronten sus experiencias y comparen sus sentimientos al respecto.
Aún no me decido a darles de alta en el servicio.
Wong
y Romanoff estaban sentados uno frente a otro en la consulta de la
consejera Dax, llevaban un buen rato ahí, sin hablar, casi sin
atreverse a mirarse uno a otro. De pronto Romanoff rompió el
silencio.
-¿Qué
cree que va pasarnos? ¿Cree que nos expulsarán de la flota?
-El
comandante Norn me dijo que nuestros expedientes quedarían
totalmente limpios en todo lo relacionado con este asunto.
-Si,
lo se, y confío en la palabra del comandante Norn. Pero ¿Qué hay
de los demás? Muchos pueden creer que tuvimos parte de culpa, que
pudimos hacer algo por evitarlo.
-¿Es
eso lo que le preocupa?- preguntó Dax sorprendiendo a los dos
suboficiales al entrar en la consulta. Los miró detenidamente por
unos segundos y se sentó en su butaca que quedaba situada frente a
las que ocupaban sus pacientes.- ¿Y a usted señor Wong, le preocupa
lo mismo?
-No
lo se consejera,- dijo Wong, se miró las manos- fueron estas manos
las que mataron a Alicia, así que...¿No soy en cierto grado
culpable de lo sucedido?
-Por
supuesto que no. Ustedes dos fueron poseídos por una fuerza hostil
que anuló sus voluntades. Fueron usados, como una herramienta. No
tienen ustedes más culpa de la que pueda tener el cuchillo que se
usó en los asesinatos. Deben tener esto bien claro. Todo el estado
mayor de la nave a resaltado su inocencia en sus respectivos informes
y todos, yo la primera, les apoyaremos ante cualquier problema que
esto pueda traerles, si es que llegan a tener alguno, cosa que yo
dudo. Verán que todo el mundo en esta nave está de su lado si se
molestan en relacionarse de nuevo con los demás.- Dax quedo
pensativa unos segundos.-Tengo una idea, vengan conmigo.
Momentos
después entraban en Nivel 10 pese a la renuencia de los jóvenes y
al momento se vieron rodeados por todos los presentes que
unánimemente les dieron a ambos su apoyo incondicional.
-Esta
es la mejor terapia que pueden recibir estos chicos- dijo Dax para si
misma.
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El
doctor Bashir estaba atendiendo al comandante Glem de una lesión en
el hombro derecho.
-¿Qué
le dije sobre jugar al speedball comandante?
El
andoriano miró a Bashir.- Que lo dejara durante una temporada. Pero
es que el hombro ya no me dolía doctor.
-Estas
lesiones tardan varias semanas en curarse señor Glem y usted se
lesionó hace apenas diez días. Hablaré con el fisioterapeuta para
que le aplique unos masajes durante la próxima semana. Todos los
días sin falta.
-De
acuerdo doctor.-dijo Glem poniéndose en pie.- Ahora debo irme, entro
de servicio en el puente en cinco minutos.
-Y
nada de speedball hasta nuevo aviso.
Glem
gruñó una afirmación y abandonó la enfermería, en la puerta se
cruzó con un tripulante que llevaba el emblema de alférez. Mientras
se encaminaba al turboascensor oyó la voz del doctor.
-Pase
alférez, ¿Qué le sucede?
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Norn
estaba en su despacho poniendo en orden un montón de informes cuando
entró Nicolai Romanoff.
-¿Da
usted su permiso comandante?
-Pase
Nicolai ¿Qué está haciendo aquí? Esta usted de baja.
-Me
siento inútil todo el día sin hacer nada señor. Me preguntaba si
podría hacer algo.
-Sabe
que hasta que la consejera no le de de alta no puedo darle ningún
servicio.
-Bueno...¿Qué
hay de un poco de trabajo de oficina? Podría ayudarle con esos
archivos.
-Déjeme
consultarlo.
Norn
pulsó su comunicador y después de una breve conversación con Dax,
esta dio su consentimiento.
-Bien,
póngase a ello Nicolai, de hecho me hace usted un favor. Pero cuando
termine con esto vaya usted a relajarse un rato. Hablare con la
consejera y veremos si puede volver al servicio aunque sea
paulatinamente.
-Gracias
señor.
Nicolai
Romanoff se sentó en la butaca de Norn y empezó a organizar los
archivos. Norn sonrió satisfecho, el chico estaba recuperándose,
esperaba que Wong también experimentara una mejoría, se lo
preguntaría a Lars cuando la viera.
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T´Brell
y su equipo entraron en la sala del transportador 3.
-¿Tiene
las coordenadas del punto de descenso teniente?
El
teniente Merkel que estaba a cargo respondió afirmativamente y
T´Brell y los otros subieron a la plataforma del teletransportador.
-Energice.
Merkel
manipuló los controles y el equipo de descenso desapareció en medio
de una luz azulada.
-Merkel
a Glem.
-Aquí
Glem.
-El
equipo de la teniente T´Brell ya está en la superficie del planeta
comandante.
-Perfecto,
Glem fuera,
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Capítulo 2
Tormenta
El
equipo de salida se materializó en un inmenso prado. La hierba era
de un verde intenso y les llegaba a la altura de la rodilla. Por
todas partes abundaban unas grandes flores parecidas a las margaritas
terrestres, solo que más grandes y de variados colores, rojas y
azules la mayoría pero aquí y allí resaltaban unos pocos
ejemplares de un negro intenso. A unos dos kilómetros se divisaba
una gran cadena montañosa cubierta por tupidos bosques. El aroma de
la hierba y de las flores era una agradable novedad después de la
atmósfera enlatada del JTK. Grant consultó su tricorder y confirmó
que no se detectaba ningún tipo de vida animal.
-Ni
siquiera insectos- dijo. ¿Cómo puede haber una vegetación tan rica
sin insectos que la polinicen?
-Seguramente
hay vientos abundantes que se encargaran de esa función.- respondió
la doctora Kelly.
-Será
mejor que empecemos a montar el equipo de prospección. -dijo
T´Brell.
La
doctora Kelly recogió su maletín y su tricorder.-Yo iré a recoger
muestras por ahí.
-Alférez,
acompañe a la doctora y procuren no alejarse demasiado.-Dijo Grant
al alférez Rico.
-Aquí
no hay depredadores y además se cuidarme sola. No necesito un
guardaespaldas señor Grant.
-Eso
lo decidiré yo doctora. Soy el encargado de la seguridad de este
grupo y voy a devolverles a todos al JTK de una pieza. Estamos en un
planeta extraño y nunca se sabe de donde puede venir el peligro. Lo
mejor es que nadie se quede solo mientras estemos aquí.
-Tiene
razón teniente, perdóneme.
-No
hay nada que perdonar doctora, solo vayan con cuidado.
-Descuide.
¿Vamos señor Rico?
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La
teniente Mina Lars estaba en la sala de ingeniería supervisando los
trabajos de mantenimiento cuando Víctor Wong entró en la misma.
-Teniente,
le traigo este informe de la consejera donde me autoriza a
reincorporarme al servicio.
Mina
estudió el informe de Dax y sonrió a Wong.- Me alegro de tenerle de
vuelta Wong. Veamos...-cogió un pad y se lo entregó al alférez-
Sector C-7, hay que calibrar unos relevadores de energía. Tómelo
con calma Víctor, no hay ninguna prisa.
-Ya
tenía ganas de volver al trabajo teniente.
-Bien.
Al trabajo pues.
Mina
observo a Wong mientras marchaba a su asignación.
-Parece
que todo vuelve a la normalidad -se dijo. No podía imaginar lo
equivocada que estaba.
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Bitácora
del comandante Glem, fecha estelar 55267.9: El equipo de extracción
lleva cuatro horas en el planeta. He sugerido a la capitán que si se
demuestra que no encierra ningún peligro podría ser una buena
ocasión para que la tripulación se tomara un par de días de
descanso. Tras los asesinatos de dos miembros de la tripulación la
moral está un poco baja, creo que un paseo por el planeta les
animaría a todos.
A
los ojos de un neófito el puente de mando del JTK parecería en
calma, pero, en realidad, había una gran actividad. Todos los
oficiales de guardia estaban pendientes del equipo de exploración,
del planeta y del espacio alrededor del mismo. En ese mismo momento,
el oficial que estaba al cargo de controlar la actividad del planeta
observó algo extraño.
-Comandante,
se está formando una gran tormenta muy cerca de las coordenadas
donde ha descendido el equipo de prospección.
Glem
se levantó de su silla, se situó al lado del oficial y observó la
pantalla.
-Es
enorme ¿Porqué no ha informado antes?
-Señor,
se ha formado con una rapidez inaudita. Hace un minuto no estaba ahí.
Hay vientos que viajan a casi trescientos kilómetros por hora señor
y la actividad eléctrica es muy elevada.
-¿Corre
peligro el equipo de salida?
-Esa
tormenta empeora por momentos comandante, recomiendo que los subamos
a bordo lo antes posible.
Glem
se apartó de la consola y volvió a su asiento mientras pulsaba su
comunicador.
-Glem
a T´Brell.
-Aquí
T´Brell.
-Teniente,
reúna a su equipo, vamos a subirles al JTK de inmediato.
-¿Qué
sucede?
-Se
esta formando una gran tormenta a pocos kilómetros de ustedes, puede
ser peligroso.
T´Brell
miró a su alrededor y divisó unas nubes oscuras sobre las cercanas
montañas que se acercaban a gran velocidad.
-Aquí
T´Brell. Reúnanse inmediatamente en las coordenadas de descenso.
Volvemos al JTK.
La
doctora Kelly y el alférez Rico aún no se habían alejado demasiado
por lo que se reunieron con los otros al poco rato.
-T´Brell
a Glem. Estamos listos señor.
-Bien.
Teletransportador tres súbalos.
-Señor,
tengo dificultades. La alta actividad eléctrica de la tormenta
interfiere con el teletransporte. Tendré que subirlos uno a uno.
-Proceda
lo mas rápido que pueda. Glem a T´Brell, tendremos que subirlos uno
a uno teniente.
-Recibido.
Usted primero doctora.
Kelly
pulsó su comunicador.- Energicen.
-Ahora
usted Roma.
Roma
desapareció entre la luminosidad típica del teletransporte. Álvarez
y Rico les siguiguieron al poco rato.
-Señor
Grant, su turno.
-De
ninguna manera, primero usted.
-Como
quiera. Aquí T´Brell, energicen.- No pasó nada.- JTK, ¿qué
sucede?.
Mientras
en el puente,el comunicador de Glem emitió un pitido.
-Glem.
-Aquí
Merkel señor. No puedo subir al resto del equipo. La tormenta está
volviendo locos los sensores del teletransporte.
-¿Quién
está ahí abajo?
-Los
tenientes T´Brell y Grant.
-Maldita
sea Merkel, ¿Está seguro que no puede hacer nada para traerles?
-No
puedo fijarlos, señor.
-Maldición-
dijo Glem para si mismo- esto tendría que haber sido una especie de
vacaciones...Glem a T´Brell. ¿Me recibe teniente?
-Afirmativo.
-T´Brell,
usted y Grant van a tener que quedarse ahí abajo, la tormenta
interfiere con el teletransporte y las lanzaderas no podrían
atravesarla. ¿Pueden refugiarse en algún lado?
-Aquí
Grant. Rico me ha dicho que ha visto unas cuevas en las montañas
cercanas. Buscaremos refugio allí.
-Bien,
dense prisa, las cosas se van a poner feas ahí abajo.
T´Brell
y Grant emprendieron la marcha sin mediar palabra mientras las
primeras gotas de lluvia empezaban a caer sobre ellos.
Llegaron
a las cuevas a la carrera y completamente empapados
-Bueno,
aquí estaremos bien.-dijo Grant. Entonces se dio cuenta que T´Brell
estaba temblando-¿Se encuentra usted bien?
-Hace
frío.
-Venga,
acérquese aquí.
Grant
apiló unas cuantas piedras de tamaño medio, ajustó su phaser y
disparó contra las piedras, mantuvo el rayo hasta que estas se
pusieron al rojo y empezaron a desprender calor.
-Esto
nos calentará y de paso secara nuestras ropas. ¿Está mejor?
-Mejor,
muchas gracias señor Grant.
-Llámeme
Adam ¿Quiere?
-No
creo que ese grado de intimidad sea adecuado teniente.
-Vamos
T´Brell. Estamos solos aquí.¿Cree que puede haber una situación
más íntima que esta?
-Ya
que insiste...Adam.
Grant
mostró una gran sonrisa.- Esto está mucho mejor. Pero sigue usted
temblando, acérquese a mi, deje que le abrace.
-No
me parece el mejor momento para estas muestras de afecto.
-¿Muestras
de afecto? Solo se trata de aprovechar el calor de nuestros cuerpos.
¿No lo estudió en sus clases de supervivencia?
T´Brell
miró fijamente a Grant a los ojos. Finalmente hizo un gesto de
asentimiento y permitió que Grant le pasara un brazo por los hombros
y que este pegara su cuerpo al suyo.
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Norn
y Mina estaban en la habitación de esta última charlando tras haber
disfrutado de una deliciosa cena bajorana.
-Por
cierto ¿has podido revisar mi trabajo de mejora de los escudos?
-Si.
Debo reconocer que tu enfoque es muy original. ¿De donde sacaste la
idea?
-No
se. Se me ocurrió, así sin mas.
-Bueno,
veras...la teoría es muy buena pero he encontrado un pequeño
inconveniente. Aquí ¿ves?. Con esta disposición estos
acumuladores acabarían sobrecargándose en pocos minutos.
-Ya
veo. Pero en principio funcionaria ¿No?
-Mmm,
si, pero solo durante diez o doce minutos, quince a lo sumo. Después
los escudos se colapsarían.
-¡Vaya!
Llevaba tanto tiempo con este trabajo.
-No
pongas esa cara. Es una buena idea, muy buena, a mi no se me hubiera
ocurrido un enfoque como este. Y es mi trabajo.
-Tal
vez podríamos trabajar juntos en mejorarlo.
-Me
parece bien. ¿Empezamos ahora?
-¿Porqué
no?
-De
acuerdo, mira, el fallo empieza por la desviación que has diseñado
en este punto...
De
pronto escucharon un fuerte golpe y toda la habitación sufrió una
fuerte sacudida.
-¿Qué
ha pasado?
-¡Nos
atacan!-dijo Norn levantándose y echando a correr hacia la
puerta.-¡Vamos!
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Capítulo
3
Abandonados
Norn
entró en el puente en el preciso momento en que el oficial de
comunicaciones anunciaba:
-Capitán,
recibimos un mensaje de una de las naves atacantes.
-En
pantalla.
Mientras
Norn se hacía con la consola de seguridad, apareció un rostro en la
pantalla. Se trataba de un humanoide de piel verdosa con una gran
cresta que le partía la cabeza desde la frente hasta la nuca. Norn
observó en su pantalla que frente a ellos había dos naves de diseño
desconocido. Los escudos del JTK ya estaban levantados y las armas
cargadas. Norn hizo un gesto de asentimiento al suboficial que estaba
en la consola de seguridad en el momento del ataque y observó la
pantalla principal.
-¿Quienes
son ustedes y que están haciendo aquí?- preguntó el alienígena.
-Soy
la capitán Esther La Rouge de la nave estelar James T. Kirk de la
Federación Unida de Planetas.
-Están
profanando nuestro Mundo Santuario. Deben marcharse de aquí, ¡Ahora!
-Capitán-
anunció Norn- Dos naves más están saliendo de warp. Nos apuntan.
-¿Puedo
saber su nombre señor?-dijo La Rouge al alienígena.
-Soy
el capitán X´Emal de las Fuerzas Oxalanas.
-Capitán
X´Emal, no sabíamos que este planeta tenía dueño. Somos
exploradores, no invasores. De haberlo sabido, les habríamos pedido
permiso antes de descender a su Mundo Santuario.
-Creo
en sus buenas intenciones capitán, pero deben abandonar la órbita
del planeta ahora mismo.
-Capitán,
tenemos a dos miembros de nuestra tripulación ahí abajo. No podemos
rescatarlos antes de que pase esa tormenta. Si nos permiten
permanecer aquí hasta que...
-¡No!-
cortó X´Emal- Deben irse ya.
X´Emal
cortó la comunicación y las cuatro naves empezaron a disparar
contra el JTK.
-Timonel.
Dijo la capitán- patrón evasivo delta. Señor Norn fuego a
discreción.
El
JTK maniobró a través del fuego enemigo pero más andanadas
golpearon sus defensas.
-Sus
escudos resisten capitán. Los nuestros están al cuarenta y siete
por ciento, no aguantaremos mucho.
-Ingeniería,
refuerce esos escudos como sea.
La
voz de Mina Lars se escuchó a través de los altavoces
-Hacemos
todo lo posible capitán.
-Pues
empiece a hacer lo imposible teniente. Abran comunicación con esas
naves.
-No
responden capitán.
Nuevas
andanadas golpearon al JTK y una de las consolas estalló golpeando
de lleno al comandante Glem. La Rouge se acercó a él y le
inspeccionó, estaba inconsciente.
-Informe
de daños capitán. Brechas en las cubiertas doce a quince.
-Por
suerte están vacías. Séllenlas. ¿Señor Norn?
-Daños
menores en dos de esas naves capitán, nuestros escudos han bajado al
treinta y cinco por ciento.
La
Rouge hizo un gesto de impotencia. -Sáquenos de aquí timonel. Warp
6.
La
JTK abandonó la órbita del planeta y desapareció en un estallido
warp.
-------------------------
Grant
estaba rebuscando en el interior de su petate.
-Suerte
que he traído unas raciones de emergencia,- dijo-tenga una.
-Gracias.
¿Cree que durará mucho la tormenta?
-Quien
sabe.-Grant miró a la vulcana. -¿Seguro que se encuentra bien? No
para usted de temblar a pesar de que la temperatura en la cueva es
ahora muy agradable.
-No
es nada.
-¡Vulcanos!-pensó
Grant-¿Porqué serán tan reservados?-Sacó su linterna y se
levantó- Voy a echar una ojeada.
-¿Cree
que es prudente que nos separemos?
-No
iré muy lejos.- la miró preocupado.- T´Brell, si no fuera porque
es usted vulcana diría que tiene miedo.
-Los
vulcanos no tenemos miedo.
-No,
claro. No tardaré.
Dio
media vuelta y se internó en la cueva. Tras la gran sala de la
entrada nacía un estrecho pasadizo que Grant recorrió hasta que
acabó súbitamente a unos quinientos metros.-Parece que no hay otra
salida-dijo. Volvió sobre sus pasos y al llegar al sitio donde había
dejado a T´Brell vio que la vulcana había desaparecido. Recorrió
toda la cueva con el haz de su linterna y la vio tumbada en un rincón
rodeándose el cuerpo con los brazos y con grandes temblores. Corrió
hacia ella y se arrodilló a su lado.
-¡T-
Brell! ¿Qué le pasa?
Ella
no contestó y Grant apoyó una mano sobre su hombro
-¿T´Brell?
-¡Déjeme
en paz!- dijo ella revolviéndose súbitamente y dándole un
manotazo. La cara de la vulcana estaba bañada en sudor, sus ojos
brillaban de fiebre y una expresión de rabia se reflejaba en su
rostro. Se tumbó de nuevo de espaldas a Grant y
siguió
con los temblores.
-T´Brell,
tiene que decirme que le pasa. No puedo ayudarle si usted no se deja.
-No
le incumbe. Y no puede ayudarme.
Grant
se la quedó mirando impotente, no podía sacarse de la cabeza la
expresión en el rostro de la vulcana. Solo una vez había visto a un
vulcano actuar de esa manera, pero no podía ser eso lo que le pasaba
T´Brell. Eso no, no aquí y ahora. La observó de nuevo, parecía
haberse calmado un poco y su respiración se había normalizado.
Parecía dormida, pensó que un buen sueño también le vendría bien
y se tumbo a un par de metros de ella.
------------------------
Capítulo 4
Pasiones
Bitácora
de la capitán, fecha estelar 55268.7: El JTK está detenido a dos
años luz de distancia del planeta donde han quedado abandonados
T´Brell y Grant. He ordenado el estado de alerta roja y toda la
tripulación está trabajando duro en la reparación de la nave.
La
capitán La Rouge estaba en su despacho consultando el manual de la
Flota Estelar intentando encontrar una solución para el problema
actual. Siempre se topaba con la Primera Directriz. Las Fuerzas
Oxalanas les habían ordenado mantenerse alejados de su Mundo
Santuario y ella debía acatar aquella orden.
-Al
diablo con todo.-dijo- No pienso dejar a mis oficiales abandonados a
su suerte. Además, no seré el primer capitán que se pasa por el
forro la Primera Directriz.
En
ese momento sonó el timbre de su puerta.
-Adelante.
Mina
Lars entró en el despacho seguida por Laurence Norn.
-¿Tiene
un momento capitán?-dijo Norn. Hay algo que queremos enseñarle.
-¿Puede
ese algo ayudarnos a rescatar a nuestros compañeros?
-Es
posible.
-Bien,
muéstrenme lo que tienen.
-Se
trata de un sistema para reforzar los escudos del JTK.
La
Rouge cogió el pad que le tendía Norn y lo estudió.
-Así
que esto es en lo que ha estado trabajando desde hace días. Humm,
interesante. ¿Funcionara?
-Creo
que la teniente Mina le podrá responder mejor a eso capitán. Me ha
estado ayudando a mejorar mi diseño.
-Verá
capitán, el diseño de Lau... del señor Norn, tiene un pequeño
defecto que no hemos podido resolver. Con esas modificaciones los
escudos aumentarán su capacidad hasta en un veinte por ciento, pero
solo serán efectivos durante unos diez o doce minutos, quince como
máximo. Después de eso se colapsarán.
La
Rouge captó el desliz de Mina al estar a punto de referirse a Norn
por su nombre de pila y sonrió por lo bajo.
-Ya
veo. ¿Lo han probado?
-Hemos
hecho veinte simulaciones en la sala de hologramas. Funciona, pero no
hemos podido sobrepasar esos quince minutos capitán.
-Buen
trabajo, los dos, estudiaré este diseño. Teniente Mina, ¿Cuando
estará a punto la nave?
-Veinte
horas.
-Tiene
usted diez horas.
-No
capitán, cuando digo veinte horas, quiero decir veinte horas. Tengo
a todo mi equipo haciendo turnos dobles para poder hacerlo en ese
tiempo. Lo siento capitán.
-Está
bien, intente acortarlo todo lo posible. T´Brell y Grant nos
necesitan. No vamos a abandonarlos, se lo prometo.
-Nos
esforzaremos.
-Pueden
retirarse.
---------------------------------
Grant
se despertó al sentir una presión sobre su estómago. Abrió los
ojos y vio a T´Brell sentada a horcajadas sobre él.
-¿T´Brell?
¿Qué está haciendo?
T´Brell
acercó su rostro al de Grant y empezó a besarle en el cuello, en la
oreja, en los labios...
Grant
la apartó.-¿Qué diablos esta haciendo?
-¿No
es evidente?
-¿Y
lo que decía antes de las muestras de afecto?
-He
cambiado de opinión.
-Es
el pon-farr. ¿Verdad?
T´Brell
dio un salto hacia atrás y miro a Grant con expresión hosca.
-¿Qué
sabe usted sobre el pon-farr?
-Estuve
quince meses sirviendo en una base vulcana. Uno de mis compañeros
pasó por eso. Se de que se trata.
-He
estado tomando unas drogas y he realizado ciertos ejercicios mentales
para poder dominarme. Pero llevo demasiadas horas sin las drogas. Y
no parece que vayan a sacarnos pronto de aquí. Si de verdad sabe lo
que significa el pon-farr, sabe que solo puede ayudarme de una
manera. Tiene usted que aparearse conmigo.
-No
puedo hacer eso.
-¿Qué
pasa? ¿No le gusto? ¿O es que no le gustan las mujeres?
-Claro
que me gustan las mujeres. Y es usted preciosa T´Brell. Pero no es
tan fácil como eso.
-¿Porqué?
Yo le gusto. ¿Qué se lo impide?
-Si
estuviera usted en su estado normal no me lo habría pedido. Ahora lo
hace impulsada por su estado actual. Si yo hiciera lo que me pide
sería como abusar de usted.
T´Brell
lo abrazó y empezó a olisquearle y a besarle de nuevo en el cuello
y en los hombros.
-Entonces
abuse usted de mi.
-No
puedo hacer eso, yo...
-¿Si?
-No,
no puedo decirlo, ahora no.
T´Brell
se soltó de Grant y se quedo mirándolo fijamente.
-Usted
me ama.¿Verdad? ¿Cree que no he notado como me mira cuando cree que
yo no le veo?
-¿Lo
sabia?
-Si.
-Yo...Esta
situación es ridícula.
-Lo
es, si usted me ama tiene que hacer lo que le pido. Si de verdad
conoce el pon-farr, sabe que esto puede incluso matarme.
-¿Y
qué pasará luego?
-¿Luego?
-Si,
después de...de...
-Adam
cuando los vulcanos tomamos una pareja, es para siempre. ¿Es eso lo
que quiere saber?
-Entonces,
si hago lo que me pide, usted y yo... Seremos...
-Pareja,
unidad familiar, matrimonio...como usted quiera llamarlo. ¿Es eso un
problema? Dadas las circunstancias no estaría usted obligado...
-¡No!
No, al contrario, ya le he dicho que la amo. O mejor dicho, usted lo
ha adivinado, pero...
No
pudo acabar la frase, T´Brell había vuelto a abrazarle y le dio un
ardiente beso que le quemó los labios. Ella empezó a desnudarle y
esta vez Adam Grant le devolvió el beso y empezó él también a
desnudarla. Sus manos recorrieron el cuerpo de la mujer y sintió
como ella se estremecía a causa de sus caricias. T´Brell también
le acarició y ambos rodaron entrelazados por el suelo de la cueva
dando rienda suelta a sus pasiones, incontenible la de la mujer y
demasiado tiempo contenida la del hombre. Finalmente se detuvieron,
él encima de ella. Grant vio el deseo reflejado en los ojos de
T´Brell, entonces ella se abrió y Grant pudo por fin apagar el
fuego que los consumía a ambos.
------------------------------------
Capítulo 5
Jornada de reflexión
La
capitán la Rouge estaba en la enfermería contemplando al
inconsciente comandante Glem.
-¿Se
recuperará doctor?
-Sus
heridas son graves, pero no mortales. Llevará algún tiempo pero se
recuperará.
La
Rouge dio un suspiro de alivio y se llevó las manos a la cara
tapándose los ojos.
-Capitán
debería dormir un par de horas.
La
Rouge miró al doctor Bashir con expresión cansada.
-¿Cree
que puedo dormir en estas circunstancias?
-Usted
no puede hacer nada por él ahora, capitán. Dos tercios de la
tripulación están trabajando duro para poner a punto el JTK y por
ahora tampoco le necesitan, pero cuando todo esté a punto para
rescatar a nuestros amigos, esta nave necesitará que su capitán
esté en plenas facultades.
-Tiene
usted razón doctor.
-Buenas
noches capitán.
-Buenas
noches doctor.
----------------------------------
Laurence
Norn estaba en su habitación repasando los planos definitivos para
mejorar temporalmente los escudos que él y Mina Lars habían
diseñado cuando sonó el avisador de su puerta.
-Adelante.
La
puerta se abrió para dejar paso a una Mina Lars que había cambiado
su uniforme por un sugerente vestido de noche negro.
-¿Y
ese vestido?
-No
me digas que lo has olvidado.
Norn
se dio una palmada en la frente.
-Nuestra
cita en la holosección. Lo olvidé, lo siento. He estado revisando
nuestro proyecto y me olvidé de todo.
-No
hay nada que revisar, no se puede mejorar y lo sabes, no con la
tecnología del siglo XXIV por lo menos.
-Tienes
razón, me obcequé. Pero no es escusa, no debí olvidar nuestra cita
en Maxim´s.
-No
importa.-dijo ella quitándole el pad de las manos y lanzándolo
sobre la mesa. Se sentó sobre las rodillas de Norn y le
abrazó.-Personalmente encuentro mucho mas interesante el presente
que a tu París del siglo XX.
-Eso
es porque nunca lo has probado, es un programa muy romántico.
-¿Es
que esto no es lo bastante romántico para ti?
Norn
correspondió a su abrazo y la besó.
-¿Quién
dijo que no lo fuera?-contestó.
--------------------------------
El
doctor Bashir, auxiliado por la doctora Solis estaba examinando al
comandante Glem. El andoriano estaba tumbado en una de las camillas
de la enfermería, inconsciente. Bashir sonrió satisfecho al
comprobar que evolucionaba satisfactoriamente.
-¿Cómo
está nuestro comandante?
Bashir
se volvió al reconocer la voz de su esposa..
-Ezri.
No te oí entrar. Se recuperará pero le costará unos tres o cuatro
meses el volver a estar apto para el servicio.
-Me
alegra oír eso. ¿No ha acabado tu turno hace un par de horas?
-¿Tan
tarde es?
-Si.
¿Vienes conmigo o tendré que cenar sola?
-Por
nada del mundo me perdería una cita con la chica mas guapa de la
nave.
-Pensaba
que habías quedado conmigo.¿Quien es ella?
-Muy
graciosa. Doctora Solís, la dejo al cargo.
Bashir
pasó un brazo por encima del hombro de su esposa y ambos abandonaron
la enfermería.
---------------------------
Mina
se había quedado dormida, pero Norn no podía pegar ojo, no podía
sacarse de la cabeza el problema de los escudos. Esos condensadores
se sobrecargaban porque los escudos del JTK tenían que cubrir una
superficie enorme. Si la nave fuera más pequeña no tendrían ese
problema. Se incorporó de golpe.
-Claro,
eso es, la nave tiene que ser más pequeña. ¿Cómo he podido ser
tan estúpido? Lo tenía delante de las narices.
-¿Qué
es lo que tenías delante de las narices?
-Los
escudos, ya se como hacer para incrementar su resistencia
indefinidamente. Y creo que tengo un plan para el rescate. Vamos a
ver a la capitán-dijo levantándose de un salto y dirigiéndose a
grandes pasos hacia la puerta.
-¿No
crees que deberíamos vestirnos primero?
-¿Eh?
Oh, claro.
-Ademas,
la capitán debe estar durmiendo,¿Qué tal si esperas hasta mañana?
Mientras, puedes contármelo a mi.
-Tienes
razón.
-----------------------
T´Brell
se despertó y lo primero que vieron sus ojos fue a Adam Grant que
estaba tumbado a su lado mirándola.
-Buenos
días-dijo él.
-Buenos
días.
-¿Estas
mejor?
-Si,
mucho mejor, gracias a ti.
-Aún
no estoy seguro del todo sobre si lo que hicimos era lo correcto.
-¿Te
arrepientes?
-Eso
nunca.
-Pero
hay algo que te preocupa.
-Si.
Es sobre nuestra relación.
-Ya
te dije que ahora eres mi pareja. A no ser que tú renuncies a ello.
-Nunca
haría eso. Pero se algo de vuestras costumbres, ya te dije que
estuve destinado en una base vulcana. Se que los padres conciertan el
matrimonio de sus hijos desde muy jóvenes, seguramente tendrás un
hombre esperándote en Vulcano.
-Solo
nos hemos visto una vez, de niños.
-¿No
tendrá él nada que decir de esto?
-Cuando
pueda hablar con él le explicaré las circunstancias por las que he
roto nuestro compromiso.
-¿Y
ya está?
-El
es vulcano. Lo comprenderá y será libre para buscar otra pareja.
-¿Y
si no quiere renunciar a ti?
-Entonces
podrías exigir el “kal-if-fee”.
-¿Qué
es eso?
-Un
antiguo ritual por el cual retarías a mi prometido a un duelo.
-¿Qué
clase de duelo?
-A
muerte.
-¿A
muerte?
-Tranquilo,
ese ritual no se ha practicado desde hace siglos. Ya te he dicho que
él lo entenderá. Ahora, ámame otra vez.
---------------------------
Capítulo 6
Planes
Norn
entró en el gimnasio. La Rouge le había citado allí, la encontró
frente a un saco de entrenamiento.
-Sujete
el saco-dijo ella.
Norn
agarró el saco y La Rouge empezó a golpearlo. La capitán pegaba
duro y Norn tenía que esforzarse para mantener el saco inmovilizado.
-He
estudiado su plan de rescate- dijo la capitán mientras daba una
patada al saco.
-Uff!
¿Qué le parece?
-Es
arriesgado.
-Pero
factible.
-¿Ha
consultado con la teniente Mina lo referente al refuerzo de los
escudos?
-Esta
noche, ella lo ha aprobado.
La
Rouge dejo de golpear el saco y cogió una toalla.
-Sr,
Norn, ni siquiera un capitán puede interferir si dos oficiales
deciden iniciar una relación sentimental. Pero si que puedo pedirles
que sean discretos. Una nave espacial, por grande que sea, es un
espacio reducido y espero de mis oficiales que sean ejemplo de
moderación.
-Lo
llevamos lo mas discretamente posible capitán.
-Que
siga así. En cuanto a su plan de rescate, lo pensaré. Si alguien me
presenta una opción menos arriesgada la consideraré por encima de
la suya.
-Por
supuesto capitán.
-Bien.
Voy a darme una ducha. Le veré en el puente comandante.
Norn
se retiró y La Rouge se puso bajo la ducha sónica. Su mal humor
pareció disiparse un poco. Pensó en Norn, tal vez no debió de
hablarle de ese modo, era un buen hombre y se esforzaba mucho en su
trabajo. Y con muy buenos resultados además. Más tarde se
disculparía con él. ¿Porqué le había molestado tanto la relación
entre Norn y Mina? ¿Estaba celosa? Se rió de si misma. No, Norn era
atractivo, no había duda, pero no era su tipo.-Solo es la tensión
del mando. Necesito unas vacaciones, eso es todo- se dijo.
------------------------
Grant
despertó y vio que T´Brell ya no estaba a su lado. Se levantó y
pudo ver como su cuerpo desnudo se silueteaba a contraluz en la
entrada de la cueva. Se acercó a ella y la abrazó por detrás. El
cuerpo de T´Brell se tensó ligeramente pero ella no dijo nada.
-¿Estás
mejor?-preguntó él.
-Estoy
volviendo a la normalidad. Casi.
-¿Casi?
-Es
extraño, ya debería haber dejado atrás el pon-farr, pero
noto un cierto desasosiego.
-Explícate.
-Siento
que me es más difícil dominar mis sentimientos. Siento que tengo
ganas de hacer el amor contigo otra vez.
-Eres
difícil de contentar.
-No
debería ser así, nos hemos apareado tres veces, mi pon-farr
debería haber remitido.
-Tal
vez haya algo en la atmósfera de este planeta que... ¡Oh, Dios!
-¿Qué
sucede?
-El
cielo, está despejado, quien sabe cuanto tiempo ha pasado desde que
cesó la tormenta.
-Tienes
razón, ¿Porqué no nos habrán subido a bordo?
-Estamos
desnudos. Espero que no hayan teletransportado solo a nuestros
uniformes.
Entraron
de nuevo en la cueva y encontraron sus uniformes donde los habían
dejado tirados. Se vistieron en silencio y Grant presionó su
comunicador.
-Grant
a JTK.
Tras
un largo silencio T´Brell probó a su vez y tampoco hubo respuesta.
-¿Qué
puede haber pasado?
-Habrán
tenido que abandonar la órbita por alguna razón- dijo Grant.-No
tengo otra explicación.
-Tarde
o temprano regresarán a por nosotros.
-Claro
que lo harán. Pero ahora hay algo que me preocupa.
-¿Qué
es?
-Nuestras
raciones se han terminado. Y si tardan mucho en volver, eso puede ser
un problema.
-Tal
vez encontremos algo comestible ahí fuera.
-Entonces
empecemos a buscar.
Salieron
de la cueva y se dirigieron a un bosque cercano. Andaban uno al lado
del otro, Grant cogió la mano de su compañera y ella apretó con
fuerza la del hombre. Así, unidos, desaparecieron entre las sombras
de los primeros árboles.
----------------------------------
Mina
y Norn se encontraron en el comedor comunitario, a pesar de que a
ambos se les acumulaba el trabajo hicieron coincidir sus descansos
para la comida y poder estar un rato juntos. Encargaron sus platos y
se sentaron en una mesa apartada.
-¿Cómo
vais por ingeniería?
-Ya
falta poco, siete u ocho horas y habremos terminado. Y tú, ¿has
hablado con la capitán?
-Si,
y parecía de mal humor.
-¿Qué
pasó?
-Me
ha sugerido que tú y yo deberíamos ser más discretos.
-Ya
somos discretos. Creía que nadie sabía lo nuestro.
-Como
dijo la capitán, una nave espacial, por grande que sea, es un
espacio reducido. Supongo que alguien debió de verme salir de tu
habitación. O a ti de la mía.
-Tendremos
que ir con más cuidado.
-O
pedirle a la capitán que nos asigne una habitación doble.
-No
digas tonterías, solo nos la daría si tu y yo...
-Si.
¿Quieres casarte conmigo?
-----------------------------------
La
capitán La Rouge estaba en su despacho contemplando pensativa el
pequeño acuario que adornaba su despacho. De pronto pareció tomar
una decisión y pulsó su comunicador.
-Señor
Norn, preséntese en mi despacho.
-Voy
para allá capitán.
Dos
minutos más tarde Norn se presentaba ante la capitán.
-Señor
Norn, he decidido poner en práctica su plan. Es arriesgado, pero
nadie me ha presentado una alternativa válida. Prepárelo todo para
cuando llegue el momento.
-Me
pondré a ello inmediatamente capitán.
-Otra
cosa. Quiero disculparme por mis palabras de esta mañana. No tenía
ningún motivo para decirle lo que le he dicho.
-No
tiene por que disculparse capitán. Todos estamos un poco nerviosos
estos días.
-Eso
no es escusa. Como capitán debería dar ejemplo a todos y dominarme
un poco más.
-No
sea tan dura consigo misma capitán. Yo ya he olvidado este asunto.
-Gracias
señor Norn.
-Si
me lo permite, iré a prepararlo todo.
-Claro.
Puede retirarse.
-------------------------------------
Grant
señaló hacia unos arbustos de los que colgaban unos frutos del
tamaño y aspecto de una naranja.
-Mira
esto, ¿crees que serán comestibles?
T´Brell
acercó su tricorder a los frutos.
-Parecen
una especie de cítricos, el tricorder no detecta ninguna substancia
nociva.
T´Brell
arrancó uno de los frutos, lo peló y se lo llevó a la boca para
darle un pequeño mordisco. Grant le observó con expresión
preocupada.
-Es
un poco ácido, pero también muy dulce. Esta muy bueno.
Cogió
otro fruto y se lo ofreció a Grant.
-Toma
prueba uno.
Grant
tomó el fruto y de pronto rompió a reír.
-¿Qué
es tan gracioso?
-Cuando
me has dado el fruto- dijo entre risas- me has recordado algo.
-¿El
qué?
-Una
vieja leyenda religiosa de la Tierra. Adán y Eva en el Paraíso
Terrenal. Yo me llamo Adam y este planeta es un verdadero paraíso.
Adam y T´Brell en el Nuevo Paraíso.
-Conozco
esa leyenda. Esperemos que no aparezca ningún Ángel Vengador.
-------------------------------------
Capítulo 7
Rescate
La
capitán La Rouge entro en el puente e interrogó con la mirada al
comandante Norn.
-Todo
está a punto capitán- dijo este.
-Bien,
que todos los oficiales asignados se dirijan al puente de batalla, yo
iré en un momento. Usted no señor Norn. Queda al mando de la
sección del platillo.
-Capitán,
soy su jefe de seguridad. Si vamos a realizar una separación, mi
puesto está en el puente de batalla.
-En
circunstancias normales, no se lo discutiría comandante. Pero las
circunstancias no son en absoluto normales. Con el comandante Glem
incapacitado usted debe asumir el puesto de primer oficial. Eso
quiere decir que se queda aquí. Y si nuestro plan falla, su deber es
hacer todo lo posible por regresar a la tripulación al cuadrante
Alfa como capitán en funciones de la sección del platillo.
-No
había pensado en eso capitán.
-El
puente es suyo comandante.
-Capitán...
La
Rouge adivino la pregunta que Norn no se atrevía a hacer.
-La
teniente Mina viene conmigo. Compréndalo Laurence, ella ha diseñado
con usted las reformas de los escudos de la sección de motores. Si
algo va mal, la necesitaré a mi lado.
-Ella
no le fallará.
-Lo
se. ¿Quiere que le de algún mensaje de su parte?
-No.
Ayer ya le dije lo que tenía que decirle.
-Bien.
Norn
siguió con la vista a la Rouge mientras esta abandonaba el puente
principal. Un momento antes de que ella entrara en el turboascensor
Norn la llamó.
-Capitán.
-¿Si?
-Dígale...
Dígale que la amo.
La
Rouge asintió y desapareció en el turboascensor. Momentos más
tarde se ponía en contacto con Norn desde el puente secundario.
-¿Todo
listo comandante?
-Afirmativo.
-Inicie
la separación.
Norn
se volvió hacia el timonel.
-Señor
Flores, inicie maniobras de separación.
Lentamente,
como si de un ballet se tratara, las dos secciones del JTK se
separaron, la sección del motores por un lado y el platillo
habitacional por otro.
-La
Rouge a Norn.
-Aquí
Norn.
-Esté
alerta a su cronómetro comandante. No hace falta que le recuerde la
necesidad de actuar perfectamente cronometrados.
-No
faltaré a la cita capitán. Buena suerte a todos.
-Buena
suerte.
La
sección de motores viró lentamente y de pronto desapareció en un
estallido warp. Diez minutos exactos mas tarde la sección del
platillo la siguió.
---------------------------------
T´Brell
y Grant estaban recogiendo algunas frutas cuando de repente algo
estalló a su lado.
-Eso
a sido un phaser- gritó Grant agarrando a T´Brell y echando a
correr hacia unas rocas cercanas.
Varios
disparos más estallaron cerca de ellos pero consiguieron esconderse
tras las rocas ilesos. Grant sacó su phaser y T´Brell le imitó.
-Parece
ser que tu ángel vengador ya ha llegado.
T´Brell
no respondió y se limitó a disparar hacia el punto de donde
parecían provenir los disparos.
-¿Quién
será esa gente?- pregunto Grant.
-Tal
vez los dueños del planeta.
-Pues
no van a tener muchos turistas si les tratan así. Agacha la cabeza y
sígueme.
Corrieron
agachados detrás de las rocas unos doscientos metros y se
detuvieron. Desde allí pudieron ver a sus atacantes. Eran los mismos
que atacaron al JTK. Aunque eso ellos no podían saberlo.
-Ya
no disparan.
-Porqué
no saben donde estamos- dijo él.
Grant
miró a su alrededor y observó una larga hilera de arbustos a poca
distancia.
-Si
logramos ponernos tras esos arbustos tal vez podamos volver a la
cueva.
-¿De
qué nos servirá eso?
-La
cueva solo tiene la entrada que usamos nosotros, si logramos llegar a
ella podremos defender esa entrada entre los dos. Tendremos más
posibilidades que si nos quedamos aquí o que si intentamos huir a
través del bosque.
-Bien,
¿quién va primero?
-Tú,
yo te cubriré desde aquí, luego me cubres tú a mi. ¿Preparada?-
Grant observó al grupo atacante y cuando vio que miraban hacia otro
lado le dio la señal.-¡Ahora!
T´Brell
corrió hacia los arbustos y consiguió llegar a ellos sin que sus
atacantes la vieran. Grant esperó su oportunidad y corrió en pos de
T´Brell mientras ella apuntaba al grupo con su phaser. Tuvieron
suerte, no vieron a ninguno de los dos. Siguieron la línea de
arbustos agachándose para no ser vistos, pero esta se acababa a unos
cincuenta metros de la entrada de la cueva. Grant cogió la mano de
T´Brell y la miró a los ojos. Ella hizo un gesto de asentimiento y
ambos corrieron hacia la cueva. Varios disparos de phaser estallaron
a su alrededor, pero se tiraron de cabeza a la entrada y se
encontraron sanos y salvos dentro de la cueva. Grant hizo algunos
disparos hacia el exterior y nuevamente se ocultó.
-¿Donde
diablos se ha metido el JTK?.
-------------------------
La
sección de motores salió de warp a quinientos mil kilómetros del
planeta.
-Esas
cuatro naves siguen en la órbita del planeta capitán- dijo el
oficial de seguridad.
-Abra
un canal.
La
pantalla principal se abrió y apareció el rostro del capitán
X´Emal.
-¿Qué
están haciendo otra vez aquí? Les ordené que abandonaran la zona.
-Y
Lo haremos. Después de recuperar a nuestra gente.
-Inadmisible.
Deben ser juzgados por profanar nuestro Planeta Santuario.
-Ya
le dije que ignorábamos su prohibición.
-Eso
no es escusa. Sus hombres serán juzgados y condenados.
-No
puedo tolerar eso, soy responsable de mi gente y no permitiré que se
les dañe.
-Usted
lo ha querido.
X´Emal
cerró la comunicación y la pantalla se oscureció.
-Capitán,
las naves se acercan a nosotros y están cargando armas.
-Levanten
los escudos y carguen las armas. Teniente Mina, active los refuerzos.
-Activados.
Las
luces del puente parpadearon unos segundos y después se
estabilizaron.
-Escudos
al ciento veinticinco por ciento.
-Bien.
Timonel, maniobra de ataque beta uno.
La
sección de motores se situó en el centro exacto de la formación
oxalana.
-Fuego
a discreción.
Los
phasers de la sección cayeron sobre las cuatro naves oxalanas que
contestaron al ataque con sus propios phasers.
-Seguridad,
informe.
-Nuestros
escudos resisten capitán. Daños menores en una de las naves
oxalanas.
La
Rouge consultó el cronómetro.
-Señor
Flores, ¡Ahora!
El
timonel del JTK maniobró la sección como si quisiera repeler el
ataque, pero de manera que imperceptiblemente se iba alejando del
planeta, arrastrando con ella a las naves oxalanas en su ataque.
-----------------------------------
Grant
y T´Brell habían conseguido repeler el ataque hasta el momento. Las
paredes de la cueva les protegían de los disparos enemigos y los
mantenían alejados de la entrada con sus phasers.
-Estamos
en un punto muerto- dijo Grant. Ellos no pueden acercarse a la cueva
y nosotros no podemos salir de ella.
Miró
a T´Brell preocupado. La vulcana parecía asustada, algo debía de
estarla afectando, ya había salido del pon-farr y su
comportamiento no era normal para alguien de su especie.
-Todo
irá bien- le dijo. El JTK vendrá a buscarnos tarde o temprano,
podemos resistir hasta entonces.
En
ese momento oyeron un zumbido detrás suyo y al girarse vieron
materializarse a seis oxalanos que les apuntaban con sus armas.
-Ríndanse
y entreguen sus armas- ordenó uno de ellos.
Grant
comprendió que estaban atrapados. No podían enfrentarse a seis
hombres armados a cara descubierta y no podían salir de la cueva
porque les esperaban los otros.
-Haga
lo que dicen- le dijo a T´Brell tirando su arma al suelo. La vulcana
le imitó y ambos se quedaron inmóviles esperando el siguiente
movimiento de sus atacantes.
-----------------------------
La
sección del platillo del JTK salió de warp a una distancia
peligrosamente cercana a la órbita del planeta. El capitán en
funciones Laurence Norn estaba en el asiento de mando y empezó a
repartir sus órdenes.
-Informen.
-La
sección de motores a conseguido alejar a esas naves de la órbita
capitán.
-Bajen
los escudos y localicen a nuestros amigos.
-Señor-
informó el oficial encargado del teletransportador- hay una multitud
ahí abajo. Todos humanoides.
-¿Pueden
localizar a T´Brell y a Grant?
-Es
difícil distinguir a esos oxalanos de los humanos señor.
-Busque
una firma vulcana.
-...La
tengo.
-Transportenla
a ella y a la persona que tenga más cerca.
-Capitán
dos de esas naves se acercan a nosotros.
-Sala
del teletransportador, informen.
-Los
tenemos capitán, sanos y salvos.
-Levanten
escudos. Abran un canal con la sección de motores.
La
pantalla principal se iluminó y apareció el rostro de la capitán
La Rouge.
-Los
tenemos capitán.
-Diríjanse
a las coordenadas de encuentro.
La
pantalla volvió a oscurecerse.
-Vámonos
de aquí- ordenó Norn. Warp siete.
El
platillo del JTK dio un giro de ciento ochenta grados y desapareció
en un estallido warp.
--------------------------------------
Capítulo 8
Compromisos
Bitácora
de la capitán, fecha estelar 55271.9: El plan de rescate del
teniente comandante Norn ha sido un éxito. Grant y T´Brell
fueron teletransportados a bordo sanos y salvos. Debería estar
satisfecha, pero no puedo dejar de pensar que la primera ocasión de
hacer un primer contacto en el cuadrante Gamma ha sido un fracaso.
El
doctor Bashir estaba examinando al teniente Grant y pareció
satisfecho de los resultados.
-Su
estado de salud es perfecto teniente. Lo declaro apto para el
servicio.
-Me
alegra oír eso doctor ¿Qué hay de T´Brell? Se ha comportado de
una forma extraña mientras estábamos en el planeta.
-No
me extraña. Ella estaba pasando por una fase de su proceso de
maduración. Es algo habitual en los vulcanos. No puedo explicarle
nada más. Secreto entre doctor y paciente.
-Conozco
el pon-farr doctor. Pero creo que hay algo más, estoy seguro
que a T´Brell le pasa algo.
El
rostro de Bashir mostró preocupación- Esta bien, ya he acabado con
usted, vamos a ver. Se acercó a la vulcana y la examinó con su
tricorder. Tras unos minutos, vio algo totalmente inesperado.
-¡Vaya!-
dijo.
-¿Vaya?
¿Qué quiere decir con vaya?
Tranquilícese
Grant, no pasa nada malo, más bien al contrario.
-¿Qué
me sucede doctor?
Bashir
miró a T´Brell y después a Grant y sonrió.
-Bueno,
permítanme que sea el primero en felicitarles. Teniente...está
usted embarazada.
-¿Embarazada?-
preguntó Grant.- ¿Cómo puede ser eso?
-Creo
que usted puede responder a esa pregunta mejor que yo señor Grant.
-Creo
que lo que Adam quiere decir es que siendo de especies distintas mi
embarazo era muy poco probable- dijo T´Brell.
-Al
contrario. Durante el pon-farr, las hembras vulcanas son
extremadamente fértiles.
-Doctor,
desde que descendí a ese planeta me cuesta reprimir mis emociones.
¿Puede mi embarazo tener algo que ver? Mi pon-farr debería haber
remitido ya.
-Bueno,
el niño es mitad humano, así que podría ser, pero estoy
especulando. Estudiaré estos análisis y le diré algo.
Grant
y T´Brell se miraron en silencio y Bashir se retiró discretamente
dejándoles solos. Solo echó un vistazo a la pareja antes de salir y
les vio abrazados, besándose.
--------------------------------
La
capitán Esther La Rouge estaba en su despacho terminando su informe
sobre el encuentro con las Fuerzas Oxalanas cuando su comunicador
emitió un pitido.
-Aquí
La Rouge.
-Aquí
Bashir. Capitán, el comandante Glem ha recuperado la consciencia,
pensé que le gustaría saberlo.
-Voy
para allá doctor.
Poco
después se encontraba en la enfermería charlando con el comandante
Glem. Y explicándole lo sucedido desde su accidente.
-Parece
que me he perdido toda la acción- dijo Glem.
-No
se preocupe señor Glem, tendrá su oportunidad. Creo que no va a
faltar la acción durante esta misión.
Glem
hizo un gesto afirmativo.
-Creo
que ya es suficiente por hoy capitán- dijo Bashir. - El comandante
necesita descansar.
-De
acuerdo doctor. Cuide bien de nuestro primer oficial. Y usted señor
Glem obedezca al doctor Bashir en todo. Y no se preocupe por sus
funciones, el señor Norn está resultando ser un buen primer
oficial.
-Mientras
no me quite mi trabajo...
-No
creo que sea esa su intención.
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Laurence
Norn se encontraba de guardia en el puente. En ausencia de la capitán
y como primer oficial en funciones, en ese momento se encontraba al
mando del JTK. Norn estaba orgulloso de ocupar ese puesto, aunque
fuera de forma circunstancial, pero en ese momento lo hubiera dejado
todo de buena gana por poder tener a Lars entre sus brazos y
comprobar por si mismo que ella se encontraba bien. Estaba sumido en
esos pensamientos cuando La Rouge entró en el puente. Norn se
levantó y se encaró a la capitán.
-Le
retorno el mando capitán.
-Gracias
señor Norn.
La
Rouge se sentó en su sillón de mando y acarició los reposabrazos.
-Da
gusto volver a tenerla de una sola pieza- dijo.
-Capitán,
si da usted su permiso...
-Claro
señor Norn, vaya con ella.
Solo
un par de minutos después estaba llamando a la puerta de Mina Lars.
-Adelante.
Norn
entró en la habitación y cogió a la chica entre sus brazos y le
dio un largo y apasionado beso.
Cuando
ella recuperó la respiración miro al hombre a los ojos y pronunció
una sola palabra.
-Si.
-¿Si?
¿Si, que?
-Si
me casaré contigo. Supongo que la oferta sigue en pie.
-¿Bromeas?
Claro que sigue en pie.
Norn
volvió a abrazarla.
-Esto
es fantástico, tenemos que hablar con la capitán y tengo que buscar
un padrino y...
Lars
puso una mano sobre los labios de Norn.
-Luego-
dijo con una sonrisa.
Cogió
la mano del hombre y lo condujo al dormitorio.
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Epílogo
La
sala de actos del JTK estaba engalanada como en las grandes
ocasiones. Todos los oficiales que se encontraban en ella estaban
vestidos con sus uniformes de gala. La capitán Esther La Rouge
estaba de pie frente a un atril. Delante suyo tenía a las parejas
formadas por Norn y Mina y Grant y T´Brell y al lado de las dos
parejas estaban Bashir y Dax actuando como padrinos. Detrás de ellos
se agrupaban el resto de concurrentes. La Rouge reclamó silencio y
mirando a sus cuatro oficiales empezó su discurso.
-Desde
los primeros tiempos de los veleros de madera, todos los capitanes
han disfrutado del feliz privilegio de poder unir a dos personas por
los lazos del matrimonio. Hoy yo disfruto de ese privilegio por
partida doble. Es un honor para mi uniros a ti, Mina Lars y a ti
Laurence Norn y también a ti T´Brell y a ti Adam Grant en
matrimonio...
Ambas
parejas hicieron sus votos y después de la boda se organizó una
gran fiesta a la que acudieron, por turnos, cuando sus obligaciones
se lo permitieron, todos los tripulantes del JTK.
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Lars
y Laurence estaban ante la puerta de su habitación, cuando ella iba
a entrar él la retuvo.
-Espera
un poco.
-¿Qué
pasa?
-Me
gustaría cumplir con una vieja tradición de la Tierra.
-¿De
qué se trata?
Norn
la levantó en brazos abrió la puerta y entro en la habitación con
la que ya era su esposa.
FIN
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