Capítulo
50 (DAX)
-Solo
quiero saber si tiene usted algún ejemplar de tribble esterilizado.
Casi
se le escapan de las manos las algas que estaba colocando al
reconocer la voz masculina que pronunció aquella frase.
-¡Thargor!
-exclamó ella dándose la vuelta. - ¡Muy gracioso! Sabes muy bien
que la venta de tribbles está prohibida. ¿Qué estás haciendo
aquí?
-Necesito
tu ayuda.
-Ya
te dije que nunca más...
-Lo
se, lo se...Solo estoy buscando refugio para el grupo. Necesitamos
desaparecer durante un par de días. No se a quien más recurrir en
este planeta.
-¿Estáis
en peligro?
-Digamos
que si.
Dax
bajó de la escalera y se acercó a Thargor para darle un abrazo.
-Me
alegra verte, amigo.
-Yo
también me alegro.
-¿Es
muy grave?
-Mejor
no preguntes.
-Comprendo.
¿Estáis los cuatro?
-Ajá.
-Esta
bien, podéis refugiaros en mi casa, estaremos un poco apretados,
pero es mejor que nada.
-Dax...no
queremos molestar, solo te preguntaba si conocías algún lugar
seguro.
-¿En
Risa? Vamos Thargor, eres perro viejo en estas lides, ya sabes lo que
se cuece en este planeta.
-¿Entonces...?
-Toma,
aquí tienes las llaves y la dirección. Ve allí con las chicas, yo
vendré más tarde, cuando cierre la consulta. Entonces veremos como
nos organizamos.
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24
horas antes.
-¡Risa!
-exclamó Thargor. -¿Es que tendremos que acabar siempre en este
maldito planeta? Si toda esa gente que está tan feliz disfrutando
sus vacaciones supiera lo que sucede en las entrañas del planeta...
Esta
vez habían viajado juntos los cuatro. Cuando JulianK se había
enterado que uno de los inmortales estaba operando desde allí los
envió sin pérdida de tiempo. Los cuatro usaban unos modelos nuevos
de d-e-p que les había proporcionado JulianK y que eran
completamente indetectables. Ahora se ocultaban bajo el aspecto de
cuatro denobulanos.
-Lástima
que solo exista una en este universo. Me sentiría más tranquila si
todos tuviésemos una -dijo B'Elena.
-Pues
eso es lo que hay -añadió T'Alize. -Debemos adaptarnos.
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Se
instalaron en un hotel y descansaron durante unas horas, luego se
reunieron en el vestíbulo.
-Bien
chicas, este es el plan, revisaremos por separado los lugares que
atacamos en nuestra anterior visita. Tal vez encontremos alguna pista
en alguno de ellos. No os arriesguéis. Estad atentas a vuestros
anillos, si alguna nota que el suyo se calienta que avise a los demás
antes de emprender ninguna acción.
Las
chicas mostraron su conformidad y después de que Thargor repartiera
las zonas que cada cual debía revisar, se separaron.
Unas
horas después, Thargor estaba a punto de revisar su tercer local
cuando la voz de T'Alize se escuchó por los comunicadores.
-No
te muevas de donde estás, nuestros escaners ya te han localizado.
Vamos para allá.
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-¡Mierda!
-exclamó Thargor consultando su escáner. -Este lugar está plagado
de gente. Detecto humanos, vulcanos, klingons, andorianos,
tellaritas... incluso jem'haddars. Todos armados hasta los dientes.
Ese tipo está bien protegido.
Jugueteó
con el anillo que había aumentado de temperatura, aunque no era
molesto.
-¿Alguna
idea?
-Si.
Entramos a saco y montamos una buena escabechina.
-Típica
respuesta de un klingon.
-Pues
a mi no me parece un mal plan -respondió T'Alize.
Thargor
emitió un largo suspiro.
-¿Pandora?
-¿Se
te ocurre algo mejor, jefe?
-Temía
que dirías algo parecido. De acuerdo, dispersémonos y ataquemos por
todos los flancos.
Desconectaron
sus d-e-p y entraron en el edificio cada cual por su lado. No
tardaron en encontrarse con los defensores del lugar. Como propuso
B'Elena, montaron una buena escabechina. Gracias a las armas y los
escudos de protección personal que obtuvieron en la surtida armería
de JulianK, los enemigos caían por docenas. Avanzaron cada uno por
su lado dejando un rastro de muerte y destrucción dignos de la más
salvaje épica klingon. Convergieron en el centro del edificio, donde
se encontraron al inmortal protegido por dos docenas de jem'haddars.
El sujeto vestía una túnica blanca y su aspecto era totalmente
andrógino. Los anillos del comando Delta se habían vuelto
completamente negros. No les costó demasiado acabar con los
jem'haddars, pero el inmortal resultó ser harina de otro costal. En
cuanto vio que Thargor sacaba su arma especial, desapareció en una
neblina verdosa. Aún después de desaparecer pudieron oír su voz.
-Pagareis
esto con vuestras vidas. Sé donde os escondéis y enviaré un
ejército en contra vuestra. No escapareis con vida.
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Minutos
después, estaban en un oscuro y poco recomendable local tomando unas
copas.
-Ese
maldito se me escapó por los pelos -dijo Thargor con un gesto de
rabia.
-¿Y
ahora qué hacemos? -preguntó Pandora. -No podemos volver al hotel,
ya habéis oído a ese tipo, saben donde estamos y si envía a ese
ejército son capaces de acabar con toda la clientela del hotel para
asegurarse que nos liquidan.
-Buscaremos
un lugar seguro donde escondernos un par de días. Luego atacaremos
de nuevo.
-¿Y
adonde iremos?
-Llamemos
a JulianK -dijo T'Alize. -Tal vez pueda ayudarnos.
-No
-respondió Thargor. -Tiene otras responsabilidades, con su esposa y
su hijo neonato y es capaz de dejarlos para venir aquí.
-¿Qué
sugieres entonces?
-Siempre
estamos a tiempo de llamar a JulianK. De momento creo que tengo otra
opción... Esperadme aquí un par de horas, voy a hablar con un viejo
amigo.
El
humano abandonó el local sin dar tempo a sus compañeras de hacer
más preguntas. Más tarde entraba en una tienda situada en el
centro.
Cuando
entró se encontró a la chica que atendía el comercio subida a una
escalera, colocando una especie de planta en el estante más alto de
una estantería. Para hacerlo, la muchacha tuvo que estirarse, lo que
provocó que su corta falda se levantara lo suficiente para que
Thargor tuviera un brevísimo vislumbre de su ropa interior haciendo
que este se sonrojara..
-Deme
un minuto, por favor y le atiendo -dijo ella sin volverse.
4º
INTERLUDIO (DAX)
Galia
Dax tuvo una jornada ocupada. Primero un sehlat
con una pata rota, luego
un campañol cardasiano
con
caries y finalmente, tuvo que trasladarse a una granja de las afueras
para atender a una hembra de fargan
con
problemas de parto. Este último caso fue bastante difícil. El
cachorro venía de espaldas, pero Galia se las arregló para darle la
vuelta y, a partir de ahí, el parto se desarrolló con normalidad.
Durante
la jornada, apenas si pensó en el Comando Delta. Aún recordaba los
ejercicios de concentración que había aprendido como Llorenç Dax
durante su entrenamiento en la Sección 31. Centró su mente en lo
que estaba haciendo en cada momento y relegó a Thargor y las chicas
a la parte más profunda de su mente.
Pero
ahora había terminado su jornada. Se aseguró que las mascotas que
tenía en exposición o en custodia tuvieran suficiente comida y
agua, cerró la tienda-consulta y se encaminó al transporte público
para volver a casa.
Libre
ya de otras obligaciones se permitió pensar en las cuatro personas
que le aguardaban en su hogar. Durante unos segundos dudó de si
había hecho lo correcto, pero recordó su última conversación con
JulianK. Este le había dicho muy poco, casi nada, pero intuyó que
la misión del comando era de vital importancia para la Federación.
“Que
diablos” pensó. Todos ellos habían sido sus amigos, aún lo
eran... Al diablo con las normas y tabúes. Si, formaban parte de una
vida anterior, pero no los dejaría en la estacada.
Una
vez tomada su decisión se enfrentó al problema de como instalarlos
ya que solo tenía dos habitaciones y ella ocupaba una de ellas.
Bueno, las chicas podían ocupar la otra habitación, en cuanto a
Thargor... una sonrisa afloró en su rostro, bueno, tal vez le
invitaría a compartir su cama... el chico era bastante guapo...
Continuará...
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