SECCIÓN 31/cOMANDO DELTA Caps. 46 y 47

Capítulo 46 (Dax)

-¿Preparada?

Ris estaba en una cámara vacía con un phaser en la mano, apuntando directamente a Pandora, que se encontraba frente a ella a unos cinco metros de distancia. Los demás componentes del Comando Delta estaban en un rincón observando.

-Bueno, esto es muy diferente a las prácticas que hemos hecho hasta ahora...esta vez, el phaser es real.

Ris bajó el arma y puso los brazos en jarras.

-No, no hay ninguna diferencia. Además, está graduado para aturdir.

-Es muy fácil decirlo...Está bien, adelante.

Ris apuntó de nuevo a la andoriana. Esta cerró los ojos, aguantó la respiración y afinó el oído. Cuando Ris empezó a apretar el gatillo, Pandora, gracias al nuevo entrenamiento recibido, percibió el leve crujir de las falanges de su maestra al ejercer presión y saltó en diagonal a la derecha y hacia adelante. Cuando el rayo alcanzó el lugar que ocupaba la andoriana, esta ya no estaba allí.

Un nuevo disparo y un nuevo salto, esta vez orientado hacia la izquierda que llevó a Pandora a la altura de Ris, cogió su muñeca y la obligó a levantar el brazo desviando el cañón del arma hacia el techo.

-Bien, sabía que podías hacerlo. Puedes ir a descansar.

Pandora se retiró con una sonrisa en los labios. Ris se giró hacia los otros.

-Tu turno, B'Elena...

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Más tarde, en la misma sala, Ris estaba en pie detrás de una mesa sobre la cual había una cesta repleta de huevos. Frente a ella, a unos cinco metros se encontraba Thargor, este estaba tras otra mesa y otra cesta, la diferencia era que esta estaba vacía.

-¿Listo?

-¿De verdad tenemos que hacer esto, Ris? ¿Sabes cuanto cuesta sacar este pringue del uniforme?

-No me das pena Thargor. Además, aquí nadie lava la ropa. La reciclamos y pedimos una nueva al replicador.

-Vaya, no ha colado. Está bien, cuanto antes empecemos...

Antes de que pudiera acabar la frase, Ris empezó a lanzarle huevos a dos manos. Thargor apenas tenía tiempo en recogerlos y depositarlos en su cesta. A ojos de un observador no cualificado, habría parecido un ejercicio fácil, pero la fuerza y la velocidad que Ris imprimía a los huevos hacían que cogerlos y dejarlos en la cesta sin romperlos o agrietarlos fuera casi imposible. Cuando Ris acabó de lanzar los doscientos huevos que había en su cesta, estos se encontraban en la de Thargor, todos completamente intactos.

-¿Lo ves? No es tan difícil. Bien hecho, puedes retirarte. ¿Quién va ahora?

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Al día siguiente, el grupo estaba en uno de los patios del complejo observando a B'Elena que se encontraba manteniendo el equilibrio sobre un solo pie sobre un mástil de cuatro metros de altura y diez centímetros de diámetro. Ris estaba observándola desde la base del mástil con una bolsa en las manos.

-¿Preparada?

-¡Echamelas!

Ris metió la mano en la bolsa, sacó dos pelotas de tenis y se las lanzó a la klingon.

B'Elena las recogió y empezó a hacer volatines con ellas mientras mantenía el equilibrio. Segundos después, sin previo aviso, Ris le lanzó una tercera pelota que ella recogió y sumó a su juego de volatines. Ris esperó unos segundos más y metió de nuevo la mano en la bolsa.

-¿Te atreves con cuatro?

-Esto está chupado. Lánzala.

El cuarto objeto voló hacia ella, pero cuando lo cogió, este cedió a la presión de su mano, se escuchó un crujido apagado y sintió la mano llena de una substancia pringosa. La sorpresa le hizo perder el equilibrio y cayó de su precario apoyo. Solo su entrenamiento la libró de romperse algún hueso, cayó a cuatro patas y cuando pudo reaccionar se miró la mano.

-¡Un huevo! ¿Es una broma?

-No, no lo es. Tenéis que esperar lo inesperado. Aprende para la próxima vez. Tali, te toca...

Capítulo 47 (Spapak)

JulianK había regresado a un lugar donde tuvo una experiencia extraordinaria. Estaba en una pequeña casa de un mundo desconocido. Su anfitrión era el mejor cocinero de mil universos, y, además, era el hermano de la persona que había venido a visitar.

-JulianK, hacía mucho tiempo que no te veíamos.

-Ya sabes que lo acordamos así. ¿Todo va bien entre Guardianes e Inmortales?

-En fin, como decían en la Tierra Arcaica: La cabra tira al monte.

-Vaya...

En aquel momento entró en la casa una persona anodina, nadie se fijaría en él, salvo que le mirase a los ojos, sinceros, claros y vigilantes

-Gychstra...

-JulianK...

Se fundieron en un abrazo interminable, habían vivido aventuras sin límite que les habían unido firmemente.
El recién llegado se dirigió al que portaba un simple mandil.

-Hola

-Hola hermano

-¿Qué haces todavía aquí?, prepara algo para comer.

-Tu amabilidad te delata.

Las carcajadas volaban impregnando la tarde de antiguas situaciones y de buenos presagios.

-Intuyo que sé cual es el motivo de tu presencia.

-Me lo imagino, le he preguntado a tu hermano.

-Ya, él no se mete, ya lo sabes. Hazme un resumen.

-Desestabilización, asesinato, los Cuadrantes en nivel de alerta C, no se conoce el origen.

-Específico, pero si estás aquí es porque algo has hecho o algo has deducido.

-Las dos cosas. He formado un Comando de élite que entreno personalmente y a los que he dado mis conocimientos.

-¿Todos...?

-Claro que no, pero si los que necesitan para enfrentarse a lo que creo que está sucediendo.

-¿Y qué crees tú?

-He venido a buscar ayuda, no a exponer mis teorías...

-Ya, pero quizás no necesites ayuda, sino solo una confirmación de tus hipótesis.

-No cambiarás nunca, Bien, creo que Los Inmortales, o alguna de sus múltiples facciones están haciendo uno de sus estudios locos, y esta vez a gran escala. ¿Estoy en lo cierto?

Gychstra se levantó y miró por la ventana.

-Siempre dije que tenías un gran cerebro, a pesar de todo.

-Hombre, gracias...

-Me refiero a pesar de que tienes una vida relativamente corta.

-Pues si, no me puedo permitir el lujo de vivir 2000 años, como tú, con tiempo para todo.

-Ah, el tiempo..., pero volvamos al tema. Sí, tienes razón, cuando te fuiste el entente que organizamos entre Guardianes e Inmortales duró bastante, de hecho, aún permanece vigente, pero entre los Inmortales, la facción de Sociología Radical se convirtió en la mas dura, creían que los estudios eran la base de la civilización, y los llevaron a lo que llamaron Fase Definitiva.

-¿Y qué ocurrió?

-No nos dimos cuenta, pero empezaron a influir en civilizaciones, ya no en mundos aislados. Buscaron aliados, o los compraron, cosa inaudita en ellos.
Localizamos a su líder, y lo encerramos en una zona intemporal, pero los comandos que ya estaban en funcionamiento siguieron con su programa.

-Y uno de ellos estaba en mi Universo.

-Sí. Visité a tu presidente, pero me parece que no me hizo mucho caso.

-Pues te equivocas, la verdad es que alertó a Nomura, y, en cierta forma, me puso en marcha.

-No te dije nada por Ris, sé que esperáis un niño.

-Ya..., si..., pero aún me acompaña en alguna misión.

-Pues en su estado no es lo mas adecuado

-Pues díselo a ella...

-Bien, sigamos, tenéis un problema, pero cómo está ahora...

-Hay razas que les ayudan, y gente de mi propio mundo, está traicionando nuestra civilización.

-¿Hay posesiones?

-¿Como...?

-¿Se cambian por personas importantes?

-Si.

-En este caso te puedo ayudar, te daré diez desenmascaradores. Son unos anillos que se calientan cuando un Inmortal anda cerca, y si se dirige directamente a él, cambia de color. Podréis distinguirlos.

-¿Y erradicarlos?

-A ellos fácil. El problema es la inercia, cuando empiezan el experimento reclutan gente del lugar, y son estos los que continúan, por tanto, eliminarlos solo es un paso, el mas importante es pacificar lo que han subvertido

-Así lo explicaré, y será complicado, no lo dudo, pero confío en mi gente.

-Veo que en tu caso, han empleado muchos operativos, no es normal.

-Probablemente sabían que era mi Universo, y se aseguraron.

-Sin duda tu equipo puede ser decisivo en esta lucha, entrénalos bien, y dales los anillos. Sin Inmortales dirigiendo, la gente es mas fácil de convencer.

-Gracias, amigo.

-A ti, siempre, ¿Tienes tu trasladador?

-Nunca voy sin él.

Y desaparecieron justo cuando el cocinero aparecía con dos platos de su famoso Pescado al Foie.

-Son incorregibles..., en fin... me los tendré que comer yo.
Los sacrificios que tengo que hacer...

Continuará...