SECCIÓN 31/COMANDO DELTA Cap.11

Capítulo 11 (DAX)

Thargor se incorporó con cara de pocos amigos, pero al ver la actitud de las chicas, también se echó a reír. Incluso Dax, a pesar del cabreo, se unió a las risas.

Poco después, Thargor ya había "limpiado" a T'Alize y B'Elena de los dispositivos de JulianK, pero cuando llegó el turno de Dax, este le detuvo.

-No -dijo. -Creo que estos trastos aún pueden serme útiles.

-¿De que modo?

-Son el cebo perfecto.

-¿Cebo? ¿Quieres pescar a JulianK? Tío, estas loco. ¿Crees que te enfrentas a una sardinita? Ese tipo es un tiburón.

-Tranquilo, se lo que me hago. Mira, tienes huevos, lo admito, pero ahora necesito que te quedes aquí, con las chicas. Esto debo hacerlo solo. Además, si me pasase algo, quiero que tomes el mando de la misión.

-¿Yooo? Creía que eso le tocaba a T'Alize, por antigüedad.

-La Sección 31 no funciona así.

-¿Qué locura piensas hacer ahora?

-Eso es cosa mía. Si no he vuelto en cuatro horas, la misión es tuya. Asume que he muerto y actúa en consecuencia. Y deja esos dispositivos funcionando encima de la mesa. ¿Está todo claro? -preguntó mirando a los tres a la cara. Todos afirmaron con la cabeza.

-Cuatro horas -repitió antes de desaparecer tras la puerta.

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Tras lo sucedido en la embajada, por primera vez en mucho tiempo, JulianK no sabía que pensar. Estaba seguro que no fueron las mujeres que acompañaban a ese trill las que asesinaron al embajador. ¿Entonces quien? ¿El Tal'Shiar? Consultó su escáner. Las dos mujeres estaban en una habitación de hotel, y seguramente, Thargor estaría con ellas. Pero el trill se había puesto en movimiento. Decidió seguirlo para averiguar sus propósitos.

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Dax sintió que le seguían. Intentó localizar a su perseguidor pero no pudo identificarle. El trill sonrió. Ese tío era bueno, muy bueno, pero él tampoco era un pardillo. Entró en el primer bar que encontró.

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JulianK entró en el bar en pos de Dax. Se sentó en un rincón en penumbra, cerca de la salida y localizó al trill en la barra. Había pedido una bebida y la estaba consumiendo con calma. Tras unos minutos, el trill se levantó y entró en los servicios. JulianK consultó

su escáner. Los servicios no tenían ninguna otra salida, así que esperó. Momentos después, vio salir a un ferengui, pero su escáner identificó el localizador. El trill estaría usando uno de los nuevos dispositivos de enmascaramiento. Sonrió para si y salió del local detrás suyo.

Le siguió hasta que su presa entró en un edificio. El veterano espía alucinó cuando identificó ese edificio. Era la delegación marciana de la ACF.

-¿Qué diablos?

Consultó de nuevo su escáner. El dispositivo de Dax estaba en el interior del edificio.

-¡Ese maldito trill me la ha jugado!

No perdió más tiempo en ese lugar. Se encaminó al hotel donde se hospedaban los miembros de la Sección 31. Solo llevaba unos minutos caminando cuando sintió que lo seguían.

-¡Maldita sea!

Se giró y buscó al trill, pero no lo localizó. Seguidamente se metió en un callejón oscuro, espero unos segundos y espetó:

-Vamos, ya está bien de juegos, da la cara.

-Curiosa petición, viniendo de alguien que siempre se oculta en las sombras.

JulianK se volvió hacia la voz y vio a un vulcano que le resultaba desconocido.

Entonces la imagen del vulcano fluctuó y apareció Llorenç Dax.

-Muy astuto. Le has puesto el dispositivo de seguimiento al ferengi y tú has usado el d-e-p.

-No eres el único que sabe usar esos juguetitos. Es un placer conocerte en persona.

-Lo mismo digo.

-¿Cuál es tu juego?

-En realidad me importa un pimiento esa cumbre, pero tengo órdenes y esas órdenes me obligan a deteneros.

Dicho eso, JulianK atacó a Dax y para sorpresa suya, el trill repelió su ataque y contraatacó a su vez. El intercambio de golpes causó bastante ruido en el estrecho callejón y pronto empezaron a aparecer vecinos por las ventanas reclamando que cesara el alboroto.

-¡Maldita sea! Veo que hemos tenido el mismo maestro. No sabía que el anciano Wong aceptara a alienígenas como alumnos.

-Hizo una excepción conmigo después de que le salvara la vida. -respondió Dax sin dejar de luchar.

De pronto hizo su aparición una patrulla de la policía marciana.

-¡Deténganse inmediatamente! ¿Qué está sucediendo aquí?

Los dos contendientes cesaron en su enfrentamiento al ver la cantidad de armas que les apuntaban.

-No pasa nada agente -exclamó JulianK mostrando una identificación al policía que estaba al mando.

El agente estudió el documento que identificaba a su portador como miembro del servicio secreto.

-Está bien -dijo. -Pero será mejor que usted y su “amigo” resuelvan sus diferencias en otra parte.

-No se preocupe agente.

Se quedó observando como marchaba la patrulla y cuando se volvió vio que Dax había desaparecido.

0continuará...