Capítulo
4 (V'Alizia)
Llorenç
entró en el local de un anticuario, el propietario, que en esos
momentos atendía a otros clientes, le observó por encima de sus
anticuadas gafas. El trill empezó a deambular por el local
observando ahora un objeto, ahora otro, hasta que los clientes
abandonaron el local. El anticuario se acercó a Llorenç.
-¿En
qué puedo ayudarle, busca algún objeto concreto?
-¿Tiene
aparatos electrónicos del siglo XX o XXI?
-Tengo
algunos cachivaches. ¿En qué había pensado?
-En
un...¿Cómo lo llamaban...? ¡Un televisor!
-Creo
que tengo lo que busca. Pasemos a la trastienda.
Entraron
en la trastienda, la cual estaba llena de una miscelanea de objetos
de diversa antigüedad apilados sin ton ni son. El anticuario abrió
un baúl que parecía sacado de una historia de piratas y extrajo de
su interior un maletín. Lo puso sobre una mesa decorativa y lo
abrió. En su interior había cuatro pistolas láser de diseño poco
habitual.
Llorenç
cerró el maletín y lo cogió.
-Recuerde,
esta conversación no ha tenido lugar, ni yo he estado jamás en esta
tienda.
El
anticuario hizo un gesto afirmativo y le acompañó hasta la salida.
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A
las 1800 se reunieron en la habitación de Dax.
-Thargor,
¿has traído lo que te pedí?
-Aquí
lo tienes, jefe.
-T'Alize,
formarás parte del grupo de seguridad de la delegación vulcana
-dijo entregándole uno de los pases. -Tu aspecto “tan poco
vulcano” podría ser un problema, alguien podría reconocerte, así
que usarás esto. -Dax le entregó uno de los dispositivos de
enmascaramiento personalizado.
-B'Elena,
tu irás con ella, usarás otro de estos -dijo dándole a la klingon
otro pase y otro d-e-p.
-¿Y
que se supone que hace esto? -preguntó la vulcana.
-Ya
están calibrados para vosotras. Poneros delante de ese espejo y
activadlos. Solo hay que pulsar el botón rojo.
Ambas
hicieron lo que Dax les pedía y miraron su imagen en el espejo.
-Activadlos.
La
imagen en el espejo fluctuó y cambió. Ambas mujeres abrieron los
ojos asombradas, luego se miraron una a la otra. Frente a ellas
tenían a dos esbeltas vulcanas vestidas con el uniforme de seguridad
de la flota.
-Nunca
creí que me vería como una orejas picudas -dijo B'Elena. -¿De
donde has sacado estas virguerías?
-Si
te lo dijera tendría que matarte. Ahora, vosotras dos id al
consulado vulcano y presentad estas credenciales. Viajareis con la
delegación vulcana. Thargor y yo viajaremos de incógnito.
-¿De
incógnito en una nave de la Federación?
-No
hagas preguntas, limítate a obedecer órdenes. Otra cosa más. -Dax
entregó uno de los láseres a cada uno. -Los escaners no los
detectan, pero llevadlos bien ocultos. Bien, todos tenéis vuestras
órdenes. ¡En marcha!
Continuara...
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