PRÓLOGO
(DAX)
Llorenç
Dax, el ser formado por la unión del humanoide Llorenç y el
simbionte Dax, de Trill, estaba en su habitación de hotel, en Risa,
disfrutando de unas merecidas vacaciones tras su última misión.
Dejó a un lado el libro que estaba leyendo cuando oyó el zumbido de
un teletransporte. Sobre la mesilla del salón había aparecido un
pad. Dudó en conectar el artefacto durante unos segundos, pero
finalmente, lo conectó. En la pantalla apareció el emblema de la
"Sección 31" y se escucho una voz impersonal.
-Saludos
señor Dax, la siguiente información pondrá en su conocimiento todo
lo que debe saber sobre la próxima cumbre de estado entre los
gobiernos de Vulcano y Rómulo con motivo de una posible
reunificación. Su misión, si decide aceptarla, consistirá en
infiltrarse con su equipo en la cumbre con el fin de sabotearla.
Recuerde que si usted o algún miembro de su equipo resulta capturado
o muerto, el gobierno de la Federación negará todo conocimiento de
sus actividades. Este mensaje se autodestruirá en cinco
segundos...cuatro...
Lanzó
el pad por el balcón y este se desintegró en una pequeña
explosión, por suerte, la habitación se hallaba en el piso 45 y no
causó daño a nadie. Seguidamente se sentó frente a su terminal
para escoger a los miembros de su equipo.
Capítulo
1 (DAX)
Desperation
City era una colonia minera en el alejado planeta Venaris IV, un
lugar, como su nombre indica, refugio de fugitivos o "desperados",
un lugar peligroso que nadie en su sano juicio escogería para pasar
unas vacaciones. En el "Gato montés", un bar donde se
reunían los habitantes menos recomendables de la colonia, estaba
teniendo lugar una peligrosa competición.
B'Elena,
una klingon fugitiva del Imperio y, ahora también de la Federación
que le había ofrecido asilo, levantó lentamente el vaso de whisky
barato mientras sostenía sobre su muñeca un hermoso ejemplar de
escorpión. Se llevó el vaso a los labios y lo apuró, seguidamente
con un rápido giro de muñeca, dejó caer al animal sobre la barra y
puso el vaso sobre él, dejándolo encerrado, era ya la novena vez
que lo hacía esa noche.
Una
salva de aplausos celebró su hazaña y todas las miradas se
centraron en su rival. Este, un andoriano, no tuvo tanta suerte y su
escorpión le clavó el aguijón. Mientras se lo llevaban a la
trastienda para administrarle el antídoto del veneno, B'Elena cobró
su apuesta.
-Veo
que sigues en forma, klingona peleona -dijo una voz detrás suyo.
-Nadie
en este agujero de mierda se atreve a llamarme así.
-Ya
veo, pero yo soy forastero.
B'Elena
se giró y se enfrentó al hombre que ya había reconocido por su
voz.
-¡Llorenç
Dax! ¿Qué te trae a este infecto lugar?
-He
venido por ti.
-¿Quieres
enrolarme en otra de tus misiones ¿Qué me ofreces esta vez, otra
amnistía?
-No
prometo nada. ¿Vendrás conmigo?
-¿Tengo
otra opción?
-Puedes
quedarte en este agujero.
-O
sea, no tengo opción.
---------
Thargor,un
humano experto en computadoras, era capaz de hacer todo lo que
pudiera hacerse con una computadora, e incluso, algunas cosas que se
supone que no podían hacerse.
T'Alize,
una vulcana experta en supervivencia en medios hostiles, ella fue la
primera en llegar.
"Esta
tía tiene músculos hasta en las pestañas" pensó Dax.
La
vulcana hizo un leve saludo con la cabeza.
-Dicen
que los amaneceres en Marte son espectaculares -dijo.
-Claro.
-respondió Dax -Anda siéntate.
En
vez de hacer lo que le pedía Dax, T'Alize, con un rápido movimiento
de su mano derecha, agarró el cuello del trill con la fuerza de una
tenaza.
-He
dicho que los amaneceres en M...
-Si,
si, claro -la cortó él. -Los amaneceres en Marte son
espectaculares... pero no hay nada comparable con un atardecer en la
Tierra -dijo terminando la contraseña. -¿Satisfecha?
-No
del todo, enséñame la cicatriz.
-¿Queeeé?
¿Aquí en medio? ¡Ni hablar!
T'Alize
apretó un poco más.
-¡La
cicatriz!
-¡Vale,
vale! -respondió él poniéndose de lado y bajándose ligeramente
los pantalones por la parte de atrás. -¿Satisfecha?
La
vulcana soltó su cuello y se sentó sin contestar.
-Tú
y yo tendremos una charla sobre protocolo más tarde -dijo el trill
frotándose el cuello.
B'Elena
soltó una carcajada.
-Nunca
creí que diría esto sobre una orejas picudas, pero creo que la
chica me gusta -dijo.
La
aludida miró a la klingon con evidente desprecio.
-¿Es
necesario que ella venga con nosotros?
-No
veo porqué no. Siempre es más agradable trabajar junto a una mujer
hermosa -dijo Thargor. Y encarándose a Dax empezó, -Dicen que los
ama...
-Corta
el rollo y siéntate -le cortó Dax.
Thargor
se sentó entre las dos mujeres.
-Me
llamo Thargor, señoritas. ¿Alguna de ustedes tiene tiempo para
asistir esta noche a un buen espectáculo?
-No
sigas por ese camino, humano – dijo B'Elena, -si no es que quieres
terminar lastimado.
-Jamás
pensé que diría esto de una cabeza de tortuga -añadió T'Alize
imitando el tono de la klingon, -pero mi respuesta es la misma que la
suya.
-Como
queráis, pero que sepáis que nunca rechazo un reto respondió
Thargor.
-Bien,
-intervino Dax -ya que nos conocemos todos, voy a informaros
de nuestra misión...
Continuará...
Continuará...
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