Capítulo
13 (V'Alizia)
La
comandante Vel'Tara se escabulló de la embajada y escapó del follón
que se organizó tras el asesinato del embajador. La romulana
ignoraba quién había organizado ese acto, pero estaba segura que no
fueron las dos vulcanas que acompañaban a ese astuto trill. Tal vez
había una tercera facción en juego y eso podía ser aún más
peligroso.
Y
no solo eso, ahora el maldito Picard era el encargado de arbitrar las
negociaciones. No podía permitir que el Enterprise llevara a la
delegación a la zona neutral y se reuniera con su homóloga de
Rómulo. Pero al contrario que la célula de la Sección 31, ella
estaba sola. Solo se le ocurrió una solución a su problema. Expuso
su plan y lo envió junto a su informe, pidiendo permiso para
llevarlo a cabo. Recibió ese permiso, pero con la firme advertencia
de que no se extralimitara en su ejecución. Comprendió lo que
significaba esa advertencia. Que su plan tuviera éxito dependía de
muchos factores, pero si conseguía llevarlo adelante, tendría que
ir con pies de plomo.
Hacía
dos días que consiguió interceptar las comunicaciones de los
miembros de la célula. Sabía donde encontrarlos.
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-¿Porqué
creéis que me ha dado la responsabilidad de sustituirle,
precisamente a mi? Pensaba que me odiaba.
Thargor
estaba conversando con sus dos compañeras, alucinando aún por las
últimas órdenes de Dax.
-Tal
vez porque le has desafiado -respondió T'Alize. -Seguro que le has
impresionado.
Su
conversación se interrumpió cuando llamaron a la puerta.
-¿Habéis
pedido algo al servicio de habitaciones?
-Nosotras
no -respondió T'Alize. -¿Quién podrá ser?
Thargor
consultó su tricorder.
-Es
una hembra romulana -dijo. -Viene sola.
-¿Una
romulana, no será...? -intervino B'Elena.
-Abre,
Thargor -dijo T'Alize.
-Si es quién creemos que es, será una visita
muy interesante.
Thargor
hizo lo que le pedía su compañera y al abrir la puerta se
encontraron cara a cara con la comandante Vel'Tara.
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-¿Nos
propones que colaboremos?
Thargor
no salía de su asombro.
-¿Porqué
deberíamos fiarnos de ti? -preguntó B'Elena. -¿Y qué tienes para
aportar en este pacto estúpido?
-Vuestras
tapaderas se han visto afectadas. Ya no son seguras. Yo puedo
introduciros en la delegación vulcana, a los cuatro.
-No
es tan fácil como crees.
-¿Porqué
lo dices?
Las
dos mujeres interrogaron a Thargor con la mirada. El humano
comprendió en ese momento que, si tenía que asumir el mando, ellas
le aceptarían.
-Mostrádselo
-dijo.
T'Alize
y B'Elena desactivaron sus enmascaramientos.
-¡Vaya!
-exclamó Vel'Tara. -¡Una klingon! y... ¿De verdad eres vulcana?
-¿Aún
crees que podrás colarnos? -la interrogó Thargor.
-No
ha cambiado nada. Solo tendréis que cambiar la configuración de
esos artilugios. En cuanto al trill, tendrá que conseguir otro
igual, ahora mismo es el caramanchada más buscado del cuadrante.
Contigo no habrá problema.
Thargor
permaneció pensativo durante unos minutos. Finalmente consultó su
cronómetro. Aún faltaba media hora para que se cumpliera el plazo
que le dio Dax.
-Mira,
de momento no puedo darte una respuesta. Dax es aún nuestro jefe,
pero si dentro de treinta minutos no da señales de vida, asumiré el
mando. Si eso sucede, tomaré una decisión. Mientras...
Diez
minutos más tarde, la puerta se abrió de golpe. Dax había
regresado.
Continuará...
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