STAR TREK - JTK

Star Trek-JTK narra las aventuras de la nave de la Federación de Planetas Unidos -USS James T. Kirk-.

La acción se inicia unos tres años después de los hechos narrados en DS9.

domingo, 16 de septiembre de 2018

SECCIÓN 31/COMANDO DELTA Cap. 26


Cap. 26 (Thargor)

Durante unos segundos el aire se podía cortar con un cuchillo, fue B’Elena quien rompió el silencio.

-Llevo en este grupo el suficiente tiempo para poder confiar en ellos, y si ellos confían en ti, por Kahless que tienes mi confianza.

-Como dice mi amiga, puedes contar con nosotros, añadió T’Alize.
-Julian K asentó con la cabeza, y antes de desapareces les dio un último consejo.
-Sois buenos, muy buenos, pero juntos podéis llegar a ser lo mejor, sois la esperanza de la sección 31 y de la federación. Yo confío en vosotros.


Tanto B’Elena como T’Alize abandonaron la habitación al desaparecer Julian K, mientras,  Thargor flirteaba con Pandora, que lo miraba con indiferencia. Al poco rato el equipo volvía a estar reunido.


-Bien señoritas, a partir de ahora se acabaron los secretos entre nosotros, hasta ahora cada uno miraba por sus intereses, pero ahora vamos a por ellos. ¿Estamos de acuerdo?
-Cuenta conmigo, pero cierta romulana es mía, le debo un disparo a bocajarro.
-Mis explosivos son tuyos, y más si es para una agente del Tal shiar, que ataco a mi  hermana.
-Honor y gloria!, cuenta con esta Klingon.

-Pues hay una célula de cierta orden obsidiana que necesita una visita.

La nueva componente del grupo saco una botella de un conocido líquido azul, y brindaron por ellos. Trazaron un plan, y en menos de una hora estaban delante del hotel  Tar Tharkas donde se encontraban los cardasianos.

Thargor lanzo sus drones espías y a la orden,  B’Elena y T’Alize entraron derribando las puertas con unos mini explosivos cortesía de Pandora, el despliegue de golpes y técnicas de combate fueron demoledores, el único cardasiano que tuvo tiempo de acceder a su arma se encontró con un puño klingon a pocos centrimetros de su cara, y un phaser en el cuello, el resto de la célula estaba desparramada por el hotel,  parecían simples muñecos rotos.

Por la puerta de atrás del hotel, dos componentes de la célula habían conseguido escapar de la carnicería, y se disponían a salir pitando en un vehículo, este de repente estallo en mil pedazos, una figura azulada sonreía en la esquina más cercana.
Thargor accedió a todos los archivos que dicha célula tenía en sus consolas, y empezó a extraer información de los planes que tenían previstos.
Mientras la klingon y la vulcana se divertían con el prisionero cardasiano, habían conseguido neutralizar la Promazina, y Thargor les había dejado un aparato que modificaba el funcionamiento de su implante craneal que le hacía más resistente a la tortura.

-Bien cara cuchara, vas a explicarnos cosas o empezamos a toquetear botones en este aparato.
-Nunca sacareis información, mi adiestramiento y mi implante, son garantía de éxito.
-Pues nada, B’elena si quieres hacer los honores...¿Qué botoncito  tocarás?
-Me decanto por el rojo, es como la sangre, y seguro que provoca ¡dolor!

Al pulsar el botón, el cardasiano empezó a retorcerse y gritar de dolor, sentía como si mil agujas se le clavaran en las piernas.

-Creo que este cardasiano, acaba de darse cuenta que su implante nos pertenece. ¿Verdad T’Alize?
-Creo que sí, pero si no coopera pulsare este botón verde, y descubriremos sus efectos.

Como era de esperar  no quiso cooperar, y después de pulsar el botón, el cardasiano se mostró más dispuesto para hablar. Realmente no sabía gran cosa, pero confirmo los datos que Thargor extrajo de las consolas.

Eran conscientes que tarde o temprano aparecerían más miembros de la orden obsidiana, por lo que Pandora dejo un regalito explosivo debajo de la silla del cardasiano, y salieron del hotel por la puerta principal, donde el resto de los transeúntes ni se habían percatado de lo sucedido dentro, y en la parte trasera del hotel.
 Era su primer trabajo como grupo independiente, y había salido a la perfección. Sabían que desde ese momento saltarían ampollas en más de un despacho, pero lo tenían muy claro, era la hora de hacer limpieza, y ellos eran los encargados de dicha tarea.
Con la información recabada, y ciertas conexiones al ordenador central de Barsoon city, consiguieron triangular la posición de un grupo de romulanos que tenían toda la pinta de ser del Tal shiar.

-Espero encontrarme con mi romulana preferida, esa traidora se arrepentirá de no haberme matado cuando pudo.

-No te olvides que todos tenemos una cuenta pendiente con la comandante Vel'Tara, ósea que no la volatilices a la primera de turno.
-No te preocupes B’Elena, esa romulana pagara por la muerte de Llorenç.

-Si queréis tengo unos explosivos a los que llamo “dulce venganza”, que os podrían ir de lujo.

-¿Y cómo dices que funcionan estas maravillas Pandora?

Las tres mujeres se miraban los curiosos explosivos, mientras que Thargor conducía el vehículo hacia la localización del grupo romulano que lo situaba casi a las afueras de la ciudad.
Tenía muy claro que tenían que actuar muy rápido, ya que con el ruido que estaban provocando, pronto todos los integrantes del complot, sabrían de su existencia. Pero por suerte su display permanecía silencioso, eso era una buena señal.
Al llegar a la localización, se encontraron con un gigantesco almacén que tenía aspecto de estar abandonado desde hacía muchos años.

-Chicas, no os fieis del aspecto de este lugar, detecto múltiples armas defensivas escondidas en el perímetro, actuad con cautela.

-Puedes precisar qué tipo de armas son Thargor.
-Sin duda son romulanas, y con una cadencia de fuego importante.
-Thargor me prestas tus drones, tengo unas cositas que saben explotar muy bien si están cerca de alguna arma.
-Si tú cubres el flanco derecho, nosotras somos capaces de inutilizar el izquierdo.
-Tened cuidado chicas, yo intentaré interferir sus sistemas de guía para que no puedan apuntar.

Al lanzar los drones, unas pequeñas capsulas se desprendieron de ellos y fueron a fijarse en los cañones  de las armas, cuando la última capsula se posó en el arma, todas se partieron en dos, con un sonido muy seco, casi inapreciable. 

Mientras T’Alize y B’Elena demostraron sus dotes de velocidad y puntería derribando el resto de torres defensivas. 
En pocos minutos accedieron al complejo donde estaba el grupo de romulanos, estos descargaron todo su potencial armamentístico contra los intrusos, pero al difuminarse el humo se dieron cuenta que tales intrusos les saludaban de manera muy efusiva.
Cuando descubrieron que eran proyecciones, fue demasiado tarde, no tuvieron tiempo ni de girarse,  cayendo al suelo inconscientes por múltiples ráfagas phaser en modo aturdir.

-Atención grupo, esto es interesante, ya tenemos una ligera idea de los motivos que ha llevado a formar esta extraña alianza. Pero, creo que esto os interesara más, y giro la consola para que todas pudieran mirar.

-Si esto es verdad, sabemos dónde encontrar a nuestra querida comandante Vel'Tara, comento B’Elena.

-Es demasiado tentador para negarse ¿No creéis? -añadió Pandora
-Se lo debemos a Llorenç, y no dejare perder esta oportunidad de que saboree el placer de un phaser .
-Y no os olvidéis de los juguetitos de Pandora, “dulce venganza” se llamaban, ¿No? -añadió Thargor.

Entre risas, todos subieron al vehículo con dirección al espacio puerto, su nuevo objetivo ya no estaba en ese planeta.

Continuará...


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